A finales del verano, el repliegue español de Kosovo será efectivo. Ayer, la ministra de Defensa, Carme Chacón, confirmó en el Congreso las fechas del plan que concluirá con la retirada española de la provincia independiente y que ella misma anunció hace tres semanas en la base española de Istok.

El proceso, que ya ha sido coordinado con los mandos de la OTAN, durará aproximadamente cuatro meses. El plan arrancará a principios de mayo, coincidiendo con el próximo reemplazo de tropas, que ya prescindirá de entre un 15% o un 20% de los militares destacados en la actualidad. Hasta finales de julio, los militares españoles irán transfiriendo progresivamente sus cometidos a fuerzas de otras nacionalidades e iniciando las labores de repliegue. Si todo transcurre según lo previsto, entre agosto y finales de septiembre sólo quedará en territoriokosovar un pequeño dispositivo encargado del cierre y traspaso de las instalaciones.

Con la comparecencia en sede parlamentaria, el Gobierno dio por cerrada ayer la polémica que el pasado día 19 de marzo se inició con el anuncio de retirada. Aunque todos los grupos criticaron las formas, Chacón defendió su actuación. La ministra explicó en la Comisión de Defensa que, antes de hacerse pública, la decisión se notificó al secretario general de la OTAN y varios de los aliados. Sólo después de completar los cauces oficiales, Chacón en persona trasladó la noticia a los soldados.

Por tanto, aseguró, la decisión y su gestión no erosionan de ninguna manera la credibilidad de España entre sus aliados. 'Si hubo algún malentendido, este quedó resuelto unas pocas horas después', subrayó. En este sentido, Chacón desveló que en las últimas dos semanas ha consultado a sus homólogos de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Italia, Grecia, Portugal, Bélgica,Noruega y Turquía y todos, 'sin excepción', le expresaron su 'absoluta comprensión'.

Las ministra defendió también el fondo de la cuestión. Según Chacón, la independencia unilateral de la provincia sólo dejaba una opción al Gobierno, abandonar la misión. Si no lo hizo en un primer momento fue para evitar 'un vacío en materia de seguridad' que perjudicara a la población civil y provocara una división en el seno de la Alianza Atlántica. Junto a la responsabilidad, Chacón alegó coherencia. A juicio de la ministra, era imposible que las tropas siguieran indefinidamente en una misión que había modificado sus objetivos y empezaba a trabajar para consolidar un Estado que Españano reconoce.

Enfrente, Chacón encontró a absolutamente todas las fuerzas políticas menos el PSOE. Uno por uno, los portavoces de toda la oposición criticaron con dureza las formas elegida para hacer públicala decisión.

En la Comisión de Defensa se recordaron todos los calificativos que desde dentro y fuera del país criticaron la premura de la decisión y la marginación del Parlamento a la hora de tomarla. Según varios de los portavoces, mientras fuera de España la noticia provocaba 'decepción, frustración y cabreo', aquí, el Gobierno, sin coordinación alguna, se sumía en el 'despiste y la confusión'.

Como es costumbre, fue el PP quién más allá llevó su indignación. Su portavoz, Beatriz Rodríguez-Salmones, anunció que el PP tratará de adjuntar a una moción de CiU la reprobación parlamentaria de todas las actuaciones del Gobierno. Los catalanes ayer decían desconocer el contenido de la iniciativa y esperarán a que el PP se la haga llegar antes de tomar una decisión.