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Los Comités de Defensa de la República toman el relevo en el movimiento soberanista

Los CDR, los grandes protagonistas de los cortes de carreteras y vías durante la jornada de protestas de este miércoles en Catalunya, son unas organizaciones descentralizadas y de nuevo cuño poco conocidas fuera de territorio catalán

Manifestación durante la huelga general del 8N en Catalunya, en la Plaza de España de Barcelona. PÚBLIC

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La jornada de huelga general en Catalunya de este miércoles, en protesta por el encarcelamiento de más de la mitad del Govern de Carles Puigdemont, tuvo un modesto seguimiento como tal, y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, no ha dudado en calificarla de "rotundo fracaso".

Pero no se puede hablar de fracaso en cuando a las movilizaciones. Hasta 70 cortes de carreteras y vías de ferrocarril se mantuvieron a la vez en Catalunya de forma coordinada. Incluyendo bloqueos durante horas en la frontera francesa y en la línea del AVE. Unas acciones protagonizadas fundamentalmente por los Comités de Defensa de la República (CDR), unos nuevos actores que están ganando protagonismo en el proceso soberanista catalán, y que el miércoles tuvieron su puesta de largo.

Los CDR empezaron a tomar forma en las semanas previas al referéndum del 1-O, entonces con la denominación de Comités de Defensa del Referéndum. Se trataba de colectivos descentralizados de base local y organización asamblearia, con fuerte presencia (pero no solo) de la izquierda independentista, formados con el objetivo de defender físicamente (mediante resistencia pacífica) la celebración de la consulta.

Pero no fue hasta después del 1-O cuando estas entidades empezaron a tener una presencia significativa. La resistencia pasiva en la mayoría de colegios electorales, de hecho, la llevaron a cabo ciudadanos autoorganizados de forma aun más informal, a menudo a través de las asociaciones de padres y madres de los propios centros escolares.

Tras la represión policial del referéndum (y con el ejemplo del éxito de la jornada, en que los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil apenas pudieron intervenir un pequeño porcentaje de las urnas), se empezó a multiplicar el número de asambleas, que protagonizaron diversas acciones de protesta durante la huelga general del 3-O.

Tras la declaración de independencia en el Parlament (la suspendida del 10 de octubre, y sobre todo la del 27 de octubre), los CDR cambiaron su denominación a Comités de Defensa de la República, manteniendo sus siglas (que se corresponden, por cierto, con las de los Comités de Defensa de la Revolución cubanos). Y siguieron multiplicándose a gran velocidad: en su cuarta asamblea nacional, celebrada en Manlleu (Barcelona) el pasado sábado, eran ya 172. Y la cifra este  jueves supera los 230, según informa CDR Catalunya.

Los CDR se autoorganizan en asambleas completamente descentralizadas que se celebran en ateneos, centros sociales o, muy a menudo, en las plazas. La CUP (también con una tradición asamblearia y descentralizada) tiene una presencia activa en estos comités desde su nacimiento. Desde uno de los primeros CDR constituidos, el de Sabadell, se destacaba que "la CUP "planteó la necesidad de organizar estos comités sin la voluntad de patrimonializarlos".

En el corte del AVE del miércoles se vio a destacados dirigentes cupaires haciendo acto de presencia en la estación de Sants, pero los CDR no pueden reducirse a un apéndice de la formación anticapitalista, y participan en ellos miembros de las entidades independentistas (ANC y Òmnium), de organizaciones vecinales y ciudadanos a título particular.

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