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La comuna de Vallecas

Son veinteañeros y treintañeros de aspecto desenfadado, y resultan fundamentales para difundir los mensajes de Podemos. Acompañarán a Pablo Iglesias durante los 12.000 kilómetros que recorrerá en esta campaña para repasar argumentario, viralizar contenidos en redes o llevarle botellas de agua a su candidato a La Moncloa.

Pablo Iglesias, junto a algunos de sus colaboradores este verano, en la Ruta del Cambio./DANI GAGO

MADRID.- Una docena de jóvenes irrumpen en el vestíbulo de un hotel a medianoche. Visten vaqueros con camisa o camiseta, y en un principio pueden pasar completamente desapercibidos, como cualquier grupo de veinteañeros y treintañeros que trabajan o estudian juntos, o simplemente son amigos. Hasta que en el mismo vestíbulo irrumpen Pablo Iglesias o Íñigo Errejón, cuando queda despejada cualquier incógnita sobre su identidad.

Son el equipo de campaña de Podemos, dirigentes y militantes del partido movilizados para la recta final del intento de "asalto a los cielos" de Moncloa. Y, aunque tienen asignada áreas y funciones específicas, en realidad todos son multitarea. "Lo mismo valemos para un roto que para un descosido", asegura a Público Irene Montero, jefa del equipo de Pablo Iglesias, responsable de Coordinación de Áreas en el partido y número cuatro en las listas al Congreso de los Diputados por Madrid.

Junto con Íñigo Errejón, Montero es una de las piezas clave en el ajedrez de Iglesias, la responsable de su agenda y de coordinar su actividad

Junto con Íñigo Errejón, Montero es una de las piezas clave en el ajedrez de Iglesias, la responsable de su agenda y de coordinar su actividad. Ella es quien más debate con el politólogo de Vallecas sobre las nuevas ideas a introducir en su discurso y Errejón es el director de campaña, estratega y arquitecto del partido. Es él quien ha salido micrófono en mano a arengar a quienes no han podido entrar en los últimos mítines del candidato, es la sombra de Iglesias -apenas se separan en un par de grandes actos durante la campaña-, y su sustituto en los eventos y debates estratégicamente señalados. Iglesias prepara sus propios discursos e intervenciones, y son ellos quienes los matizan o destacan nuevas ideas, aunque Montero asegura que el secretario general suele tener en cuenta todas las aportaciones del resto de compañeros. "Lo comenta de forma muy colaborativa", defiende. Estilo comuna.

Dentro del núcleo duro de Iglesias en campaña están también Laura Casielles y Paz Vaello, responsables de prensa del líder del partido, quienes definen su relación con los medios, atienden los teléfonos y cierran entrevistas; Belén Guerra, del área de producción; Rafael Mayoral, secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y número cinco en la lista por Madrid; el fotógrafo Daniel Gago, que siempre sigue sus pasos, o Dina Bousselham, exalumna de Iglesias, estrecha colaboradora durante su etapa en el Europarlamento que ahora ha traído consigo a Madrid.

Mención aparte merece el equipo de redes sociales que coordina el diputado en la Asamblea de Madrid Eduardo Rubiño, y que desde el principio ha tenido un rol fundamental en el crecimiento de Podemos

Mención aparte merece el equipo de redes sociales que coordina el diputado en la Asamblea de Madrid Eduardo Rubiño, y que desde el principio ha tenido un rol fundamental en el crecimiento de Podemos. Son ellos quienes controlan las cuentas de Facebook y Twitter del partido, -con un millón y ochocientos treinta mil seguidores, respectivamente-, quienes viralizan las acciones y mensajes de la formación para lograr el máximo alcance. Dependiendo del evento pueden viajar con Iglesias hasta cuatro o cinco personas únicamente dedicadas a alimentar las redes, pero también hay que contar con los equipos de audiovisual- responsables de la cobertura por streaming- argumentario -discurso y mensajes-, organización...

En total, hasta cuarenta hombres y mujeres rotan para acompañar al líder de Podemos a lo largo de los casi 12.000 kilómetros que prevé recorrer en autobús, coche o avión. A ellos se suman también los otros dos miembros del equipo del director de campaña: la secretaria de Análisis Político y Programa y número dos al Congreso por Madrid, Carolina Bescansa, y el secretario de Organización y número uno por Sevilla, Sergio Pascual.

Pascual dedica la mayor parte de su tiempo a trabajar sobre el terreno en Andalucía; Bescansa hace campaña de forma paralela al candidato -aunque a veces coincidan-, pero ambos están en permanente contacto con Iglesias, Errejón y Montero a través de Telegram, la aplicación de mensajes instantáneos más utilizada en Podemos . "Como tiramos mucho de Telegram siempre tomamos las decisiones importantes entre todos los que estamos en el directorio", explica Montero.

No todos los integrantes de este grupo llevan en Podemos desde el minuto cero, pero sí están vinculados al partido. Algunos, como la jefa de prensa de Iglesias, Laura Casielles, tienen además asientos en la dirección, y otros son meros militantes. Pero la mayoría tiene que turnarse con otros compañeros que siguen la campaña desde la sala de máquinas de la formación, en la madrileña calle Princesa, para tratar de estar en todos los frentes en los que puedan surgir incendios.

"Desbordados por la ilusión"

Cada mañana, y tras dormir un mínimo de seis horas -o de intentarlo- el equipo de campaña se reúne como puede frente al desayuno para leer la prensa, compartir el primer briefing el día y para repasar la escaleta de los distintos actos.

Después de los eventos públicos, lejos de las cámaras, los podemistas buscan momentos "para preguntarnos cómo nos hemos sentido, qué se podría hacer de otra manera", en palabras de Montero. La búsqueda de la reacción del público para evaluar cómo se han desarrollado los actos pasa por estudiar las reacciones en las redes, los informativos y periódicos, y por tomar el pulso de quienes asisten a mítines, encuentros de cercanía o debates.

En un solo día, el líder de Podemos ha llegado a tener hasta dos mítines y media docena de entrevistas en distintos formatos

En un solo día, el líder de Podemos ha llegado a tener hasta dos mítines y media docena de entrevistas en distintos formatos, y requiere de tiempo para repensar ideas y estrategias en función del público al que se dirija o de la actualidad política, para calibrar si toca poner el foco en los jóvenes o en "los que peinan canas", si hay que ser más duro con Pedro Sánchez, o si Mariano Rajoy necesita que le recuerden la corrupción en su partido.

El apoyo de los círculos y los dirigentes y militantes en los distintos territorios es clave para cumplir con su apretadísima agenda, pero en opinión de Montero también ayuda recurrir habitualmente al humor, y hasta la última gota de sudor compensa durante la campaña. "Estamos muy desbordados por la ilusión de la gente", asegura, orgullosa.

Comparados con las grandes maquinarias electorales del bipartidismo funcionan como una suerte de comuna

Otros dirigentes del partido recuerdan que David venció a Goliat, que en las elecciones europeas, andaluzas, municipales y autonómicas ya demostraron ser capaces de hacer frente a los partidos tradicionales. Comparados con las grandes maquinarias electorales del bipartidismo funcionan como una suerte de comuna, un grupo con pocos medios -apenas un millón trescientos mil euros de presupuesto- que debe poner toda la carne en el asador, si realmente quieren aprovechar la ocasión para la que nacieron, para traer el cambio político. En definitiva, si quieren desterrar de una vez por todas el bipartidismo y empezar a escribir las páginas de la "segunda Transición" que a su juicio España está viviendo.

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