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El Congreso, tras la estela de un Parlamento vasco con traducción simultánea desde 1980

La propia construcción de la cámara autonómica se ideó contemplando el bilingüismo de Euskadi hasta el punto de colocar las cabinas de intérpretes con vistas al atril.

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, durante el debate en el pleno del Parlamento Vasco de una iniciativa a favor de una reforma constitucional para que contemple la vía de la República y el derecho a decidir
Vista general del Parlamento vasco, donde la traducción simultánea es una realidad desde la propia construcción del edificio. David Aguilar / efe

Los vascos ya lo han hecho. Mucho se habla del sistema de traducción del Parlamento Europeo —y es lógico—, pero más cerca de Madrid, en Euskadi, un sistema de traducción e interpretación sin fallos funciona a pleno rendimiento desde 1980, cuando se inauguró el Parlamento vasco. El primer gran reto del Congreso de los Diputados en la nueva legislatura pasa por integrar, sin sobresaltos, los instrumentos necesarios para que las lenguas cooficiales del Estado puedan hablarse en sede parlamentaria. ¿Por qué no mirar hacia el norte?

"En el Parlamento vasco se ha avanzado en materia de traducción simultánea sin mayor problema", puntualizaba Gerardo Pisarello, secretario primero de la Mesa del Congreso, en su entrevista con Público el martes día 5 de septiembre. Hay que fijarse en Euskadi, entonces. Por eso, este medio se ha puesto en contacto con la sede de la política vasca. En concreto, con su equipo de traductores y con el departamento de comunicación.

"El sistema ha facilitado el devenir de la política en Euskadi", dice uno de los profesionales. No se entiende de otra manera. Pero ¿cómo funciona? Desde el equipo de comunicación de la institución advierten de que el secreto del éxito del modelo estriba en una condición genuina a la política institucional vasca: "La cámara autonómica se concibió, desde el principio, como una institución bilingüe. Está construido sobre esa base".

El Congreso parte de una premisa distinta: convertir un parlamento monolingüe en uno plurilingüe. El euskera y el castellano —los dos juntos— mecieron, hablando en plata, la cuna del parlamentarismo en Euskadi.

Por eso, la inversión inicial, constatan las mismas fuentes, contemplaba las herramientas necesarias para que ya en 1980 se pudiera seguir sin complicaciones un pleno en el que se hablara las dos lenguas. "Hasta el punto de que las cabinas de los traductores e intérpretes", concretan, "están mirando hacia el atril desde el que hablan los diputados". Se trata de un detalle que suelen apreciar dichos profesionales porque les facilita el trabajo y les permite, incluso, llevarlo a cabo con más rigor.

Desde el principio, el Eusko Legebiltzarra ofrece traducción simultánea a todos los diputados que no entiendan el euskera y, además, la totalidad de los textos parlamentarios se publican en las dos lenguas. Así, los intérpretes van traduciendo los discursos de los diputados en vivo con tal de que la totalidad de la sala pueda seguir la intervención con la ayuda de un pinganillo e, importante, también los ciudadanos puedan disponer, a tiempo real, de la traducción.

"En el Parlamento vasco", concluyen las fuentes de la institución con las que ha hablado Público, "los traductores forman parte de la vida cotidiana de la cámara". Concretamente, son 12 profesionales. Diez de ellos son traductores e intérpretes; uno, corrector y otro, redactor. Todos ellos están en plantilla.

Todavía es pronto, pero varias figuras de peso dentro del bloque progresista del arco parlamentario español consideran que la forma óptima de asegurar un debate plenamente democrático es solo esa: la traducción simultánea. Por lo que el sistema vasco se perfila, al igual que el del Parlamento Europeo, como un ejemplo útil. Quizá una senda que recorrer. "Vía vasca" podría llamarse.

Fuentes de Sumar aseguran, incluso, que ya en el debate de investidura, previsto para el 26, 27 y 29 de septiembre, se contará con esos servicios.

Cabe preguntarse, en este punto, cuál será el diseño de esa traducción. La fórmula que se aplicará en el Congreso. Muchas preguntas. Cuántos traductores, dónde se ubicarán, cuál será el sistema de audición o a cuánto asciende el monto que deberá desembolsar la cámara. El equipo de la presidencia del Congreso asegura a Público que ya se "está analizando" el conjunto de medidas. Sin embargo, hasta la semana del 18 al 22 de septiembre no se llevará a cabo el pleno —el primero de la legislatura— para que el hemiciclo ratifique la reforma del reglamento. 

El miércoles día 13 a las 10h, eso sí, se reúne la Mesa para resolver algunos asuntos. Entre ellos, dar respuesta al requerimiento, por escrito, del PP para que se reconsidere la ratificación de los grupos propios de Esquerra Republicana y Junts per Catalunya. En Génova consideran que no cumplen los requisitos y que la fórmula que escogieron PSOE y Sumar para arreglar la situación no es correcta. Seguro que, a una semana vista del primer pleno del curso, las lenguas cooficiales y todo lo que las rodea formarán parte del orden del día.

Gallegos y catalanes

En Galicia y en Catalunya es distinto. No existe una traducción simultánea de los discursos en los plenos, las comisiones o las ruedas de prensa. La cercanía entre las lenguas galega y catalana y el castellano exime de ello a las instituciones. En las dos autonomías, el diario de sesiones de sus parlamentos se publica en las lenguas propias y ambas disponen de servicios lingüísticos para favorecer el funcionamiento y solucionar cualquier inconveniente. 

Por eso, es la cámara vasca la única de todo el Estado en la que puede fijarse el Congreso para aplicar el anuncio estrella de la nueva presidenta Francina Armengol; con permiso del Senado, donde ya se permite el uso de las lenguas cooficiales en algunos procedimientos y una bolsa de traductores presta servicios a los técnicos y senadores cuando los necesitan. De hecho, algunas instancias apuntan a que, para los primeros compases de esta nueva etapa de la vida parlamentaria, esos profesionales del Senado podrían extender su servicio a la Cámara Baja. Público no ha podido obtener una confirmación en ese sentido.

Sí fue claro Pisarello en su entrevista con este periódico. "El cambio en el Congreso debe ser profundo", descartando medias tintas, como podrían entenderse las de la Cámara Alta. A pesar de la oposición de Vox y el Partido Popular, que, tal y como publicó El Confidencial, estudiará acciones legales si el equipo de Armengol avanza en su propósito de implantar el uso de las lenguas cooficiales, el català, el galego y el euskera se oirán en el Congreso.

Según ha podido saber Público, ya en el próximo pleno, antes de la reforma del Reglamento, se ensayarán fórmulas alternativas a la traducción simultánea.

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