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CONVENCIÓN DEL PP Casado se proclama salvador de España ante el "trienio negro" provocado por el Gobierno

El líder del PP se da un baño de masas en la Plaza de Toros de Valencia, espacio final de la Convención Nacional con la que el partido quiere reforzar su liderazgo tres años después de llegar al cargo

El presidente del PP, Pablo Casado, saludando a los asistentes en el cierre de la Convención Nacional del PP en la Plaza de Toros de Valencia.
El presidente del PP, Pablo Casado, saludando a los asistentes en el cierre de la Convención Nacional del PP en la Plaza de Toros de Valencia. Tarek

Ambiente de gala hoy en Valencia. El Partido Popular (PP) se ha dado un baño de masas en el cierre de la Convención Nacional. La Plaza de Toros se quedó pequeña y "sobrepasó" las previsiones realizadas en el partido. Al contrario que ayer, día marcado por la presencia y palabras de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el líder del PP ha sido el total protagonista. En su discurso, Pablo Casado ha evitado mencionar de forma directa al presidente del Gobierno, "el inquilino de la Moncloa, él es el pasado", ha proclamado que hemos vivido un "trienio negro" y se ha comprometido a derogar todas las leyes impulsadas por el actual Ejecutivo. Y ha proclamado que él y el PP son "la única alternativa de futuro para España". 

Casado ha pronunciado un discurso con referencias habituales plagadas de "españolismo". Sobre Catalunya, la dureza esperada reclamando la "unidad nacional". Traeremos a Puigdemont al Tribunal Supremo aunque tengamos que viajar hasta el último país de Europa", ha dicho. Sobre los supuestos impedimentos de estudiar en español ha dicho que "no permitiremos que nos dividan por la lengua". Para ello, ha dicho, creará una "ley de lengua" para "garantizar el español".

El líder popular ha vuelto a referirse a la Hispanidad y reiterar que no tiene que pedir perdón por nada, en referencia a las palabras del Papa sobre México. Y aquí, ha hecho un par de anuncios, también en la línea nacionalista que ha seguido durante gran parte de su intervención. Por un lado, si llega a Moncloa creará un Museo Nacional de Historia de España. Ya tiene pensado el sitio, en la actual sede del Ministerio de Agricultura. Por otro, una "ley de símbolos" para "acabar con la quema de banderas y humillaciones al rey". 

Entre reivindicaciones por el "orgullo de ser español" ha defendido que la ciudadanía le devolverá "el poder que el socialismo les ha quitado". Ha hablado de un "Gobierno anaftalinado que solo sabe mirar hacia atrás". Y en este sentido, ha vuelto a criticar las leyes de Memoria Histórica impulsadas por Sánchez. De ellas ha dicho que sirven solo para "desenterrar rencores",  "abrir las cicatrices, enfrentarnos y solo para sacar un rédito electoral que es inmoral". 

En su enfrentamiento constante con el Gobierno, a pesar de haber proclamado que no mencionaría a Sánchez, le ha dicho a la izquierda que "saquen sus manos de la educación, de la economía y de la moral". Y ha exclamado que no quieren recibir lecciones de democracia o concordia de una ideología que ha pactado son los socios de ETA o que se inspira en Stalin

Tampoco quiere Casado que le den al PP lecciones sobre feminismo. "Somos el partido que rompió el techo de cristal de las mujeres. Son las que para defender la igualdad no se vestían de morado, sino de traje de faena para que hubiera empleo para todas". Ni sobre medio ambiente. Ambas cuestiones, tradicional patrimonio de la izquierda, ya se anunciaron como banderas de la Convención y el líder las ha sacado a relucir. 

Ha anunciado el líder del PP que despolitizará la justicia y que el bloqueo del CGPJ no es su responsabilidad. Y de carrerrila, que despolitizará también RTVE, el Consejo de Estado, y hasta el CNI. "Menos tonterías de niñes y matria y más defender el empleo", ha dicho sobre las leyes surgidas desde el Ministerio de Igualdad que, claro, también derogará. Así como la de la eutanasia, para la que hará una "ley alternativa". 

En cuestiones económicas, ha pedido bajar todo lo posible los impuestos y las cotizaciones sociales y la supresión de los impuestos de donaciones, sucesiones y patrimonio. Y en materia "familiar" ha lanzado un nuevo lema: "Libertad, igualdad y maternidad, esa es la nueva revolución". No ha mencionado la palabra aborto pero sí ha defendido la "cultura de la vida". 

En esta ocasión, tampoco ha mencionado directamente a Vox o Cs, pero se ha reclamado como el único proyecto aglutinante y alternativo. El "centro fuerte", ha dicho. 

Hacia el final de su intervención, ha pedido la intervención del público para que contestara a estas preguntas: "¿Está mejor que hace 3 años?, ¿Hay más libertad? ,¿Hay más prosperidad?, ¿Hay más unidad?". Para a continuación decir: "¿Y quién puede recuperar el empleo?, ¿Quién puede garantizar las pensiones?, ¿Quién puede poner orden en Cataluña?, ¿Quién puede devolver el prestigio internacional?". 

Aforo desbordado y teloneros del líder

La mañana, calurosa, comenzaba con Casado dedicando unas palabras a los asistentes que se quedaban sin poder entrar al recinto. "Me emociona veros aquí, os quiero decir que una vez más el PP es la fuerza necesaria para España. España merece un futuro mejor. Merece un mejor provenir, merece ser respetada en el mundo y va a volver al lugar de donde nunca debió salir", les ha dicho. "Si hace falta estaremos hasta la noche con vosotros", ha añadido.

Dentro, corrían las cervezas ya. Ondeaban las banderas, del PP y de España principalmente. El partido repartió sombreros azules. El aire de fiesta y euforia se palpaba. Unas de las primeras estrellas en aparecer fue Francisco Camps, expresidente valenciano, mucho tiempo después de su último acto con el partido.  "Las previsiones se han desbordado, pero podemos decir que hay más de 9.000 personas dentro de la plaza y más de 3.000 fuera del recinto", han señalado desde el PP. Un aforo que provocó el desalojo del anillo superior de la Plaza. 

Ayuso ha entrado sola, con su equipo. A continuación, lo hacían "los presidentes autonómicos", según anunciaba el presentador/dj del acto, que amenizó la espera con música y proclamas como "el que no levante la bandera (del PP) es socialista y comunista".

Al filo de las 12.00 ha entrado Casado en el coso taurino y dando un paseíllo por el callejón ha recibido el cariño de todos los asistentes. A su lado, su mujer, como durante casi todo el fin de semana. También le han arropado el presidente del PP en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, gran esperanza popular para recuperar su hegemonía en la tierra, el secretario general Teo García Egea y el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis. No estaba Sebastian Kurz, canciller de Austria. En la noche del sábado el PP anunciaba que el dirigente europeo, uno de los invitados estrella, por su rango, se caía de la convocatoria por estar negociando los Presupuestos de su país. Enviaría un vídeo de saludo, algo que Génova negó a Ayuso durante la pasada semana.

La primera en intervenir ha sido María José Catalá, portavoz municipal del PP en Valencia. "Ya está bien de soportar estos gobiernos de izquierdas", ha dicho en referencia a la gestión de Joan Ribó y Ximo Puig. "Ni una lección más de los que quieren arrodillarnos ante el nacionalismo catalán", añadió. La dirigente popular tuvo palabras de recuerdo para Rita Barberá, exalcaldesa de la ciudad fallecida en 2016. "Convirtió a Valencia en la mejor ciudad del mundo". Público puesto en pie y muchos aplausos.

A continuación, turno para Vicente Mompó, presidente del PP de Valencia. "Los Gobiernos socialcomunistas de Sánchez, Puig y Ribó no dan para más". Críticas también para Mónica Oltra. "No tienes vergüenza ni decencia", dijo. Turno luego para el vídeo de Kurz. "España es un país maravilloso. Nos complace tu voluntad de revitalizar la economía en España, reduciendo la presión fiscal", señaló el mandatario austriaco estableciendo un paralelismo con su labor el frente del Gobierno.

Mitsotakis, por su parte, insistió en su discurso en la crítica a los "impuestos desorbitantes" y defendió reformas que impulsen el crecimiento y la "innovación". "Esas son las respuestas al populismo de extrema izquierda y extrema derecha", añadió, reivindicando el papel del Partido Popular Europeo y su espacio político.

Y justo antes de Casaso, intervino Carlos Mazón. "Hemos perdido la Copa América y se está atacando nuestro modelo turísitico. La Comunidad Valenciana, o es turística o no será". Y, de nuevo, impuestos. "Vamos a bajar los impuestos. Los valencianos serán los que menos impuestos paguen de toda España", ha dicho. 

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