Diputados de distintos grupos acusan a Vox de "coordinar" un boicot para reventar el pleno de la amnistía
Los improperios de la extrema derecha obligaron a la presidenta del Congreso a interrumpir el pleno varias veces. Las fuentes consultadas apoyan la respuesta de Armengol, que no expulsó a los diputados para no poner en riesgo la continuidad de la sesión.
Madrid-
No hay dudas entre las voces consultadas en cuanto a la "orquestación" de los diputados de Vox durante el Pleno en el que se ha aprobado la ley de amnistía para tratar de "reventarlo". Diputados del PSOE, del grupo parlamentario de Sumar, de EH Bildu o del PNV lo dicen en público y en privado. Las voces consultadas, por otra parte, aprueban la reacción de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que no ha expulsado a ningún parlamentario para que no se viera afectada la continuidad de la sesión.
No se hablaba de otra cosa en el patio del Congreso a la salida del Pleno. Los improperios que han lanzado diputados de Vox como Manuel Mariscal o Pedro Fernández durante la intervención del socialista Artemi Rallo o del diputado de Comuns Gerardo Pisarello han compartido protagonismo con la alegría de Esquerra y Junts per Catalunya tras la aprobación definitiva de la ley de amnistía.
¿Qué ha pasado, exactamente? El Pleno transcurría con relativa normalidad hasta que Pisarello ha respondido a una intervención del líder de Vox, Santiago Abascal. Entonces, en el hemiciclo, se han oído insultos xenófobos desde la bancada de la extrema derecha. Más tarde, varios diputados de Vox han intentado boicotear la intervención de Rallo al grito de "corruptos" o "traidores". Cada vez que el diputado intentaba hablar, desde la bancada de Vox le interrumpían.
Incluso han obligado a intervenir a Francina Armengol, que ha pedido respeto a la institución y ha señalado que "la ciudadanía no se merece ni esos gritos ni esos insultos".
Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, ha publicado enseguida en la red social X que "es evidente que Vox ha venido con la consigna de reventar el pleno, forzar alguna expulsión de sus diputados e intentar que no se vote la amnistía". También lo ha hecho el socialista Arnau Ramírez: "Buscaban ser expulsados, que se suspendiera la sesión, que la ley de amnistía no se votara".
Un diputado de EH Bildu, en conversación con Público, señala que "es evidente que la bronca estaba planificada de antemano y sincronizada". Otros de Sumar o el PSOE hablan en la misma línea. Todos ellos ven coreografiada la actuación de Vox y consideran grave lo que ha ocurrido este jueves porque lo que habrían buscado los diputados de Vox, de acuerdo con lo que exponen las fuentes consultadas, es que se suspendiera el Pleno, dinamitar la votación y, por tanto, socavar la función de la Cámara Baja.
Apoyo a la respuesta de Armengol
Las mismas fuentes parlamentarias celebran que la respuesta de Armengol no haya sido expulsar a los diputados de Vox, algo que, si se hubieran complicado las cosas, podría haber terminado por dar al traste con el Pleno. "Buscaban, mediante el protagonismo, sabotear el desarrollo de la votación. La presidenta ha hecho bien no cayendo en la trampa", resumen en EH Bildu, que, de todos modos, apuntan que "la Mesa del Congreso debería plantearse qué medidas tomar contra esos insultos, difamaciones y amenazas".
En el entorno de la presidenta señalan la que el talante de Armengol está más en el diálogo y en poner frente al espejo actitudes como las de Vox, que en expulsar a un diputado, aunque reconocen que, tal y como se han desarrollado las cosas, si hubiera tenido que intervenir en ese sentido lo hubiera hecho. A fin de cuentas, el Reglamento del Congreso da plenos poderes a la presidencia en lo referente a la expulsión de un parlamentario. El artículo 104.2 especifica que "si el Diputado sancionado no atendiere al requerimiento de abandonar el salón de sesiones, el Presidente adoptará las medidas que considere pertinentes para hacer efectiva la expulsión".
De todas formas, las fuentes cercanas a Armengol consultadas también explican que la presidenta ha entendido muy rápido que los insultos e improperios de Vox formaban parte de una estrategia premeditada y no ha querido arriesgarse a que el orden del día pudiera verse alterado. En cualquier caso, no descartan que presidencia del Congreso hable con la formación de Abascal tras lo ocurrido este jueves.
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