Las encuestas arrojan desde hace tiempo una imagen demoscópica bastante estable de Navarra; en la región se proyecta una victoria de UPN, pero la suma de los votos que podría recibir la izquierda, según los estudios, tendría una ventaja clara y suficiente para poder revalidar el gobierno que en la actualidad preside la socialista María Chivite.

Según el último barómetro de Key Data para Público, la situación en Navarra apenas sufre cambios a algo más de una semana de que se celebren las elecciones autonómicas. La división de la derecha penalizaría a un espacio conservador que no logra aprovechar como en otros territorios el descalabro electoral de Ciudadanos al que apuntan las encuestas.

Unión del Pueblo Navarro es la primera fuerza en el estudio de Key Data con una estimación de voto del 25,7% y una proyección de 14 escaños. En los comicios regionales de 2019, UPN acudió en coalición con el Partido Popular y Ciudadanos bajo la marca de Navarra Suma, que en aquel momento ganó las elecciones con 19 asientos en el Parlamento.

La segunda fuerza del estudio es el Partido Socialista de Navarra, encabezado por la actual presidenta autonómica, María Chivite. El PSN-PSOE obtiene una estimación de voto del 19,5% (alrededor de un punto menos que en las últimas elecciones) y una proyección de 10 escaños (uno menos que los que tiene en la actualidad). 

La tercera fuerza volvería a ser Geroa Bai, a la que el barómetro de Key Data da una estimación de voto del 16,7% (ligeramente inferior respecto a 2019) y una proyección de nueve escaños, los mismos que tiene actualmente. La cuarta fuerza es EH Bildu, uno de los dos partidos que crecen; la estimación de voto del partido es alrededor de un punto y medio mayor que sus resultados anteriores, llegando al 16%, lo que les permitiría conservar sus ocho escaños actuales. 

El Partido Popular cae hasta ser la quinta fuerza en estimación de voto, lastrado por la división de las derechas y por la no reedición del pacto de coalición que en 2019 sí se dio con UPN y Ciudadanos. Con una estimación de voto del 8,9%, los conservadores navarros obtendrían alrededor de cuatro escaños en el Parlamento autonómico. 

La unidad de la izquierda transformadora y no independentista en este territorio (entre Podemos, IU y Batzarre) bajo la marca Contigo Zurekin, que fue la primera que se consolidó en todo el Estado de cara a las elecciones autonómicas, arroja, al menos en el terreno demoscópico, mejores resultados que en 2019.

En ese año, de los tres partidos ahora coaligados solo los morados entraron al Parlamento, con dos escaños; según la encuesta de Key Data, esta coalición aumentaría en un punto porcentual sus votos dejando la estimación en un 6,3% y tres escaños.

La abstención de EH Bildu podría volver a ser clave

Vox entraría por primera vez a las Cortes de Navarra como última fuerza, con una estimación de voto del 4,1% y dos escaños. Pese a que el estudio anticipa una victoria de UPN el 28M, la división de las derechas y la suma de los partidos progresistas y de izquierdas pondrían un escenario más que favorable a Chivite para revalidar su gobierno.

PSN-PSOE, Geroa Bai y Contigo Zurekin suman 22 escaños, una mayoría que no es absoluta pero que con la abstención de EH Bildu podría gobernar. En 2019 Chivite fue presidenta tras un acuerdo con estas formaciones, en segunda vuelta y con mayoría simple tras la abstención de algunos de los diputados autonómicos de Bildu. 

"El tercer partido de Navarra Suma, Ciudadanos, va a ser irrelevante en Navarra. Entre los tres suman 18 escaños, uno menos de los que tuvo Navarra Suma en las últimas elecciones. Ni siquiera tiene una presencia significativa en las encuestas. Resulta, por lo tanto, dudoso el acierto de la apuesta de Javier Esparza, presidente de UPN, de concurrir separados a las elecciones autonómicas, puesto que de momento no suma más apoyos yendo por separado que yendo juntos", apunta Paz Álvarez, directora técnica de Key Data.