Este artículo se publicó hace 4 años.
La Ertzaintza favorece las muestras de apoyo a los reyes y expulsa a manifestantes con la bandera republicana
Letizia Ortiz y Felipe VI fueron recibidos entre aplausos por un grupo de personas en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. La Policía autonómica vasca se encargó al mismo tiempo de impedir que las protestas llegasen a los monarcas.
Bilbao-Actualizado a
Silbatos, abucheos... y unos reyes protegidos y alejados de toda protesta. Letizia Ortiz y Felipe VI han visitado este viernes Bilbao en medio de un inmenso despliegue policial que ha tenido, básicamente, dos características: ha facilitado las muestras de apoyo y ha alejado a quienes mostraban su repulsa hacia la monarquía.
Los reyes han llegado este viernes a Euskadi en el marco de la gira que realizan por las comunidades autónomas en medio de dos crisis: la del coronavirus y la que vive la Familia Real ante las acusaciones hacia el emérito y los reclamos, también en aumento, de un referéndum que permita decidir si la ciudadanía quiere vivir en una República o en una Monarquía.
En ese contexto, la visita de los monarcas a la capital vizcaína dejó, entre otras imágenes, dos concentraciones vigiladas muy de cerca por la Ertzaintza. Una de ellas tuvo lugar en la zona del Museo Guggenheim, primera escala monárquica de la mañana. Allí había banderas republicanas y comunistas para protestar contra la presencia de Felipe VI y Letizia Ortiz en ese museo, donde recorrieron visitaron dos exposiciones junto al lehendakari Iñigo Urkullu, ganador de las elecciones del pasado domingo.
La Ertzaintza puso todos los medios a su alcance para complicar la llegada de los republicanos hasta el lugar donde estaba legalizada una concentración. Quienes lograron llegar tras dar varias vueltas por las calles adyacentes se toparon allí con varias furgonetas de Antidisturbios de la Policía autonómica, que –según denunció el colectivo Sare Antifaxista– incluso llegaron a identificar a algunos jóvenes. También circuló por esa zona al menos un coche policial camuflado, dentro del cual se encontraban varios agentes encapuchados y armados.
Los reyes entraron, salieron y se fueron del Guggenheim con el eco de fondo de los gritos contra la monarquía. "Felipe acelera, que viene la tercera", fue uno de los lemas que se escucharon cuando el rey y la reina, a lo lejos, bajaron de su coche. Junto a ellos estaba también la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.
Quienes sí pudieron ver a los reyes fueron los manifestantes monárquicos que se acercaron, gracias a las facilidades puestas por la Ertzaintza, a las proximidades del acceso al museo, mientras que otros que llegaron tarde se quedaron al otro lado del precinto. Algunos de ellos increparon a las personas republicanas que se encontraban en la zona al grito de "asesinos". Otros, desde lejos, gritaban "Bizkaia española" mientras agitaban sus banderas.
Imagen preparada
La visita real continuó, ya sin la compañía de Urkullu, en el Museo de Bellas Artes, situado cerca del Guggenheim. Los reyes se reunieron allí con representantes de la patronal vasca. Antes de que llegaran, el personal de seguridad de la Casa Real y la Ertzaintza permitieron que un grupo de personas con banderas y alguna bufanda con los colores de España se acercaran a la entrada del museo.
Cuando los reyes llegaron hubo gritos de apoyo y aplausos, que fueron respondidos con saludos por los monarcas en medio de una imagen previamente preparada por la propia Casa Real. Seguido, los reyes subieron a una sala del museo para reunirse con los empresarios. Desde el cordón de la prensa, un periodista preguntó a Felipe VI si tenía algo que comentar sobre el futuro del rey emérito. El monarca ni le miró.
En la plaza de enfrente, Sortu realizaba en ese preciso instante un acto a favor de la república vasca. Desde allí sonaba por los altavoces el himno de España solapado por un incesante pitido. Al otro lado de la carretera, un nuevo cordón policial vigilaba que nada ni nadie interfiriese en la visita real.
La gira por el País Vasco continuará a la tarde en Vitoria, donde volverán a producirse pitidos contra la monarquía. Al igual que en Bilbao, el despliegue policial se encargará de que los reyes no tengan que escucharlos.
Requisan banderas
La gira de los reyes por Euskadi continuó en Vitoria, donde la Ertzaintza optó directamente por retirar banderas republicanas que llevaban algunas personas. Tal como puede constatarse en dos videos difundidos en Twitter por el medio digital Gasteiz Hoy, agentes de la Policía autonómica empujaron y quitaron las banderas a manifestantes republicanos. Una de esas intervenciones se produjo en el preciso instante en el que los reyes transitaban por la capital alavesa y saludaban a un grupo de personas.
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