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Expolio del Palau de la Música Una constructora reconoce que el Palau pagó casi un millón por obras en casa de Millet

"En aquel momento, los directores nos parecían personas correctas y honestas", confiesa en el juicio Emilio Vidal, administrador de la empresa que facturó las reformas en L'Ametlla del Vallès.

Emilio Vidal, testigo del juicio del Palau. EUROPA PRESS

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Un administrador de la constructora Triobra, Emilio Vidal, ha comparecido como testigo este jueves en el juicio por el expolio del Palau de la Música en la Audiencia de Barcelona y ha confirmado que su empresa facturó las obras del anexo de la casa de Fèlix Millet en L'Ametlla del Vallès (Barcelona), que según el fiscal supusieron en torno a un millón de euros a la entidad musical.

En su declaración ha explicado que otro socio de su empresa -que también se encargaba de las obras de remodelación del edificio histórico del Palau- le dijo que estas obras en la casa de L'Ametlla se tenían que facturar al Palau porque se había llegado a un acuerdo entre Millet y directivos del Palau de que debía facturarse así "por temas pendientes o convenio".

Ante esta respuesta, el fiscal Emilio Sánchez Ulled ha constatado que los directivos del Palau eran Fèlix Millet y Jordi Montull y ha lanzado la pregunta "¿Lo habían acordado consigo mismos?".

"En aquel momento el Palau y sus directores nos parecían personas correctas y honestas y si lo pedían tendrían sus explicaciones internas y no lo pusimos en duda", ha zanjado Vidal.

El administrador de esta sociedad, que ya no existe, ha explicado que el arquitecto de las obras de la casa de Millet -que consistieron en construir un anexo de unos 200 ó 300 metros destinado a fines musicales- preparaba la certificación de los trabajos reales, que se presentaba a Montull, y que él les indicaba qué tenían que poner en la factura como concepto para girarla al Palau.

Factura falsa

A preguntas del fiscal ha explicado que en 2008 Hacienda se puso en contacto con la empresa para pedir explicaciones por una factura girada al Palau por obras en el edificio modernista y que descubrieron con "sorpresa" que se la habían falsificado de manera burda, en sus palabras.

Sobre si eso hizo que la credibilidad de los gestores del Palau quedara por los suelos a sus ojos y les hizo replantear el tema de las facturas por las obras de L'Ametlla, ha respondido: "Con el Palau habíamos tenido buena relación, correcta y normal, y este tema concreto pensamos que era un asunto puntual por razones que desconocíamos y que estaba justificado".

Vidal ha explicado que su otra empresa GPO "no tiene nada que ver con el Palau, no ha trabajado nunca" para la entidad musical, pese a que se creyó que era una de las empresas que presuntamente estuvo implicada en el pago de comisiones debido a que aparecía en un cuadro Excel incautado en la documentación, en el que también estaba Ferrovial -acusada de pagar comisiones a través del Palau a CDC a cambio de obra pública-.

Ha indicado que el hecho de que el mismo acrónimo que su empresa apareciera en los papeles del caso Palau les perjudicó y les "molestó mucho", aunque ya durante el juicio Montull confirmó que la anotación 'GPO' en el cuadro representaba la comisión que se llevaban ellos de los pagos de Ferrovial y que correspondía al acrónimo 'Grandes Producciones Orquestrales'.

Por estos hechos, el letrado de Jordi Montull, Jorge Navarro, ha pedido perdón a los responsables de la empresa en nombre de su cliente durante el juicio.

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