Feijóo no renuncia a pactar con Vox tras las próximas elecciones: "Sus votantes merecen un respeto"
El líder del PP rompe el silencio y el tabú respecto a sus alianzas con la formación de Santiago Abascal y anuncia que solo establecerá un "cordón sanitario" a EH Bildu, dejando la puerta abierta a Junts y PNV.

Madrid--Actualizado a
Alberto Núñez Feijóo clausuró este domingo el XXI Congreso Nacional del Partido Popular y optó por mostrar su versión más suave y moderada. El líder gallego alterna una faceta combativa y radical con otra centrista, y esta vez dio espacio a su cara más amable, aunque al final de su discurso resolvió una duda que llevaba años alimentando. El líder gallego dejó claro por primera vez que, si dan los números tras las elecciones generales, el PP pactará con Vox y formará un gobierno con ellos. "Sus votantes merecen un respeto", dijo al respecto.
"Llegaremos con una mayoría sostenida por una mayoría social y parlamentaria que solo se puede construir desde la centralidad. O Sánchez, o yo, y yo quiero un gobierno en solitario", auguraba el presidente del Partido Popular. Sin embargo, Feijóo es consciente de la complejidad parlamentaria y se atrevió a hablar de pactos. Aunque volvió a anunciar que EH Bildu tendrá un "cordón sanitario" a la hora de pactar, anunció que no habrá aislamiento a la formación de Santiago Abascal. "A Vox, no", dejó claro el dirigente, que incluso fue más claro con su relación con el PSOE, de quien sí habló de romper relaciones, una de las exigencias de Abascal para llegar a acuerdos.
Aunque PP y Vox se habían entendido ya en varias comunidades autónomas y había alcanzado acuerdos para los presupuestos regionales en Murcia, País Valencià y Balears, nunca antes Feijóo había sido tan claro respecto a sus futuribles pactos con la extrema derecha.
"Me comprometo a un gobierno de todos y no de parte. Quienes no piensan como nosotros también merecen un gobierno decente. Me comprometo a pasar página del poder del régimen personal para que vuelva a ser democracia representativa", prometía Feijóo durante su intervención. Su cara centrista protagonizó las líneas fundamentales de su discurso, con menciones a Adolfo Suárez, José María Aznar, las víctimas de ETA y los principios fundacionales de Partido Popular.
Un "plan de regeneración nacional"
El líder del Partido Popular quiso clausurar el Congreso Nacional con una batería de propuestas para sus primeros pasos en un futurible Gobierno de España: regeneración democrática e institucional, aprobar el Plan de Vivienda del PP en el primer Consejo de Ministros, "revisar" las 97 subidas de impuestos de Sánchez y bajarlos, "volver a situar a la clase media como el motor del país", incrementar los médicos de familia, un Pacto Nacional del Agua, reducir la inmigración ilegal, "reforzar la seguridad", clarificar la política de Defensa y una Ley de Lenguas para que "todos los niños españoles puedan ser educados en español".
Feijóo aseguró sobre este plan que la "regeneración democrática" debe realizar "contrapesos al poder". "Se garantizará que no habrá comisarios políticos nunca más. Queremos jueces y magistrados fuertes para fiscalizar el poder y responsables para resistir las presiones", declaraba el presidente.
"Nunca separaré a los españoles en buenos y malos. Este Gobierno ha enfrenado a inquilinos y propietarios, a hombres y mujeres, empresarios y trabajadores. Hay que detener esta deriva y derribar el muro entre españoles", anunciaba Feijóo ante una audiencia entregada que llegó a interrumpir con ovaciones hasta en tres ocasiones.
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