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Feijóo impone su estrategia en el Congreso y fuerza al PP a tumbar leyes por electoralismo: "Lo decidió Génova"

El PP planea presentar propuestas alternativa tanto de la reforma de la ley del suelo como de la ley contra el proxenetismo. "Que se vayan acostumbrando, nunca vamos a decir nuestro voto hasta el último momento", avisan.

Alberto Núñez Feijóo
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados. Eduardo Parra / Europa Press

Este jueves, a la salida de la sesión en el Congreso de los Diputados, el PP parecía estar casi de celebración. "Es un Gobierno que no gobierna", repetían uno a uno los dirigentes populares, conjurados para colocar esa idea entre los periodistas y de ahí lanzarla a la opinión pública. El PSOE retiró a primera hora de la mañana la reforma de la ley del suelo ante la falta de apoyos y los conservadores se han librado de una votación que no parecía clara para ellos. Es la segunda victoria que el PP cree que ha conseguido esta semana: la primera, el "no" rotundo del Congreso a la proposición de ley del PSOE para prohibir el proxenetismo.

"La soledad del presidente no tiene precedentes. El Gobierno no es capaz de aprobar en las Cortes ni siquiera lo que se diseña en la mesa del Consejo de Ministros", trasladaban fuentes del PP. Y añadían: "Si el PP derrota al PSOE en las europeas, la legislatura quedaría en suspenso". Lo cierto es que el sentir mayoritario del partido es que independientemente de los resultados del próximo 9 de junio, Sánchez "aguantará".

Pero Génova no busca otra cosa sino incidir en una imagen del Ejecutivo "agotado", "débil" o "incapaz" y esa es la estrategia que determina también su trabajo parlamentario, incluso rechazando normas que en otras circunstancias habrían aprobado. Es el caso de las dos que se han estrellado en el Congreso esta semana. 

La proposición de los socialistas contra el proxenetismo era muy parecida a otra que registró en 2022, durante la anterior legislatura, y que contó entonces con el apoyo del PP. Este martes, Alberto Núñez Feijóo ordenó el voto en contra a su grupo y, confirmado el rechazo a la toma en consideración de la norma, su equipo recordó el aviso de Feijóo a Sánchez durante su investidura: "Cuando el independentismo le falle, no me busque". 

Decisión de la cúpula de Génova

De la misma forma explican lo que ha pasado —o parecía que iba a pasar— con la ley del suelo. Hasta cinco fuentes populares distintas reconocen en conversación con Público que compartían el fondo de la norma. "Nosotros creemos que esto se tiene que hacer y encima es una copia, un poco mala, de una propuesta nuestra", sostiene una voz autorizada del PP en materia de vivienda. 

Además, tanto la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que preside el PP como la patronal del sector inmobiliario reclamaban una ley en este sentido. 

Aún así, Feijóo dijo este miércoles —a pocas horas de una votación que no se ha terminado produciendo— que sería "muy difícil" que la apoyaran. Oficial y públicamente, la explicación es que faltaban flecos importantes en el texto que el PSOE no se avino a negociar con ellos. En privado, los populares hablan de "no regalarle nada a Sánchez". "En este momento no vamos a apoyar nada", insisten. 

"Lo decidió Génova", apunta un diputado del PP, que añade: "Nos hubiese bastado con que nos cortejaran y algunas cosas estéticas"

El Ministerio de Vivienda dice que existió cortejo y que negociaron con los de Feijóo la semana pasada. Los populares lo niegan y aseguran que solo hubo una llamada este martes "para pedir el voto". ¿Qué respondieron? "Que no estaba decidido", apunta una fuente conocedora de esa conversación. Porque lo estaba decidiendo Feijóo con su cúpula, explica a continuación. 

Silencio hasta el minuto final, la consigna de Feijóo

Finalmente, la presión que el PP busca ejercer sobre el PSOE manteniendo en secreto hasta el último momento el sentido de su voto parece que surgió efecto y los socialistas quisieron evitar una previsible derrota más. Entre las filas populares sostienen que no se les había trasladado el sentido del voto y hay quienes incluso creen que podrían haberlo apoyado. "Pero ya da igual porque no nos ha hecho falta ni votar en contra", apunta un miembro de la dirección nacional del PP. 

"Y que se vayan acostumbrando, nunca vamos a decir nuestro voto hasta el último momento", avisa otro alto cargo de la dirección de Feijóo. Un hermetismo que afecta incluso a su grupo parlamentario: los diputados saben qué van a tener que votar con muy poco margen de tiempo.

Así, los populares planean ahora presentar sus propias propuestas alternativas a ambas normas y dejar la pelota en el tejado del PSOE. 

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