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El Gobierno de Bush siguió de cerca el apoyo de Zapatero, Almodóvar, IU y sindicatos al "No a la guerra"

Las movilizaciones contra el apoyo de Aznar a la intervención militar en Irak despertaron preocupación entre los diplomáticos estadounidenses en España, que enviaron distintos informes a Washington. Según consta en archivos desclasificados del Departamento de Estado, el PP ayudó a los funcionarios a preparar dichos documentos.

No a la guerra
Cándido Méndez y José María Fidalgo, entonces secretarios generales de UGT y CCOO, respectivamente, junto a José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares en una manifestación contra la guerra celebrada en febrero de 2003 en Madrid. Juanjo Martín / EFE

Las multitudinarias protestas de 2003 contra la guerra en Irak despertaron preocupación en los principales despachos gubernamentales de Washington y Madrid. Según consta en distintos documentos desclasificados del Departamento de Estado de EEUU recogidos por Público, la administración encabezada por George W. Bush hizo un detallado seguimiento de las movilizaciones en España. De acuerdo a esos informes, los diplomáticos encargados de elaborar esos informes contaron con la ayuda del PP.

En el invierno de 2003, las imágenes del "No a la guerra" en las calles de Madrid y otras ciudades españolas recorrieron el mundo. Artistas, sindicalistas, políticos y activistas de movimientos sociales unieron entonces sus voces para dar lugar a una de las mayores manifestaciones de la democracia: solo en Madrid se estima que hubo cerca de un millón de personas en la calle para mostrar su rechazo a la intervención militar de EEUU apoyada por el Gobierno de José María Aznar. 

Según indican los cables del Departamento de Estado, aquellas protestas motivaron un detallado seguimiento por parte de la embajada estadounidense en España. "Las marchas de protesta contra la guerra en toda España el 15 de febrero (de 2003) fueron incluso mayores de lo esperado", admitía la embajada estadounidense en un reporte enviado al Departamento de Estado. 

El documento deja entrever que funcionarios del Gobierno de Bush estuvieron en la manifestación de Madrid, donde aseguraron haber visto "media docena de grandes banderas iraquíes entre la multitud". Además, reseñaban las distintas críticas hacia el entonces presidente de EEUU que aparecían en las pancartas.

En los días previos a la gigantesca manifestación del 15 de febrero de 2003, los diplomáticos estadounidenses habían elaborado otros informes en los que advertían sobre el creciente respaldo del movimiento contra la guerra, algo que generaba inquietud tanto en la Casa Blanca como en La Moncloa.

En concreto, el informe remitido por la embajada de EEUU al Departamento de Estado apuntaba que "la comunidad artística también se ha movilizado" y apuntaba que "Pedro Almodóvar, el director de cine más conocido de España (nominado a dos Óscar este año) leerá el manifiesto en la manifestación del 15 de febrero en Madrid". 

Artistas contra la guerra
Varios artistas portan una pancarta contra la guerra en la histórica manifestación del 15 de febrero de 2003 en Madrid. Juanjo Martín / EFE

En cuanto al ámbito político, remarcaba que "el líder del Partido Socialista, Rodríguez Zapatero, ha llamado a los socialistas a marchar como un deber cívico", al tiempo que subrayaba que "PSOE e Izquierda Unida se han unido a los principales sindicatos nacionales y 43 grupos antiglobalización y ONGs contra la acción militar en Irak". "Todos los grupos acusan al Gobierno de Aznar de seguir la línea marcada por el presidente Bush y condenan a Aznar por ignorar a la opinión pública española", detallaba.

Del mismo modo, remarcaba que "las dos principales confederaciones sindicales nacionales, UGT y CCOO, han unido fuerzas con el Partido Socialista e Izquierda Unida para liderar las marchas de protesta contra la guerra que tendrán lugar en 57 ciudades españolas el 15 de febrero". "También esperamos que las protestas sean pacíficas. Los sindicatos tienen una capacidad de movilización bien desarrollada, como hicieron por última vez en junio de 2002 para una huelga general, y se están desplegando con fuerza", advertía. 

La embajada también estaba al tanto de que "otros 43 grupos cívicos y antiglobalización patrocinan las marchas", por lo que esperaban "una participación masiva en todo el país, especialmente en Madrid". Asimismo, alertaba que "los grupos estudiantiles también están muy implicados en la movilización en las universidades".

Contactos en el PP

De este documento se desprende también que los diplomáticos encargados de hacer el seguimiento de esas protestas contra la guerra estaban en contacto con miembros del PP a la hora de elaborar los informes. "Los contactos del Partido Popular nos dicen que los manifestantes en todo el país pueden ser millones, y que se esperan más de 100.000 en Madrid". Tal como quedaría demostrado algunos días después, ese número en realidad se multiplicó por diez.

En ese contexto, los informantes estadounidenses advertían al Departamento de Estado que "en el PP de Aznar están preocupados por el impacto negativo de las manifestaciones masivas contra la guerra" y por la "posición impopular" del Gobierno "sobre Irak".

Los contactos del Partido Popular habían señalado a los funcionarios de EEUU que en concreto les preocupaba el impacto que todo eso podía tener en las elecciones municipales y autonómicas previstas para mayo de ese año. En esos comicios, el PSOE se ubicaría como la fuerza más votada del país por encima del PP. 

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