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La historia de los Borbones El exilio de los Borbones: Juan Carlos I, el último de los reyes que abandonó España

Desde Carlos IV, en el siglo XIX, los Borbones se han visto abocados al exilio en algún momento de su vida.

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"Majestad, por España, todo por España. ¡Viva España! ¡Viva el Rey!", proclama don Juan de Borbón en el acto de renuncia de sus derechos dinásticos a favor de su hijo el 14 de mayo de 1977. / EFE

madrid, Actualizado:

La decisión del rey emérito Juan Carlos I de trasladarse a vivir al extranjero reedita la experiencia que ya protagonizaron otros monarcas de la saga de los Borbones. Un exilio voluntario provocado por los escándalos sobre presuntas comisiones multimillonarias de las que el emérito sería el beneficiario.

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Juan Carlos I nació en el exilio en Roma y ahora vuelve a desterrarse, pasará previsiblemente sus últimos años de vida fuera de España. Una histórica tradición que inició Carlos IV.

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El destierro voluntario de Juan Carlos I es el último ejemplo de los vaivenes de la dinastía borbónica. Revoluciones, escándalos, corrupción, invasiones y repúblicas son algunas de las causas por las que desde hace más de 200 años los monarcas españoles se marchan de España.

Carlos IV, bajo la influencia de Godoy (1788-1808)

Carlos IV ascendió al trono español a los 40 años, pero nunca puso demasiado afán en las obligaciones de la corona. Bajo la influencia de su "ministro universal", Manuel Godoy, se terminaría convirtiendo en el primer monarca español en salir de España debido a la abdicación impuesta por la Francia napoleónica. Finalmente, junto con su esposa, María Luisa de Parma, se marchó a Francia en junio de 1808. Posteriormente, estableció su residencia en Roma, donde falleció en 1819.

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El motín de Aranjuez y la llegada al trono de Fernando VII (1814-1833)

Carlos IV había abdicado en favor de su hijo Fernando VII, pero éste perdió también sus derechos al trono tras firmar, junto a su padre, las denominadas abdicaciones de Bayona (Francia). Ambos cedieron a Napoleón Bonaparte sus derechos y este se los otorgó a su hermano José I Bonaparte, que se convirtió en efímero rey de España.

Tras la 'trampa' de Bayona, Fernando VII fue exiliado al castillo de Valençay, a orillas del Loira francés. En España, el hermano de Napoleón, apodado Pepe Botella, nunca fue aceptado, lo que derivó en la Guerra de la Independencia (1808-1814). Con lo que Fernando VII se convirtió en el 'deseado' por los españoles.

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Pero "no es oro todo lo que reluce" y su regreso tras la Guerra de la Independencia provoco la decepción de los españoles, su perspectiva absolutista dio al traste con la primera Constitución española, apodada 'la Pepa'. La deriva proteccionista también fue un golpe de gracia para la maltrecha economía española.

Isabel II, tan solo una niña (1833-1868)

La hija de Fernando VII, Isabel II, conocida como 'la Reina de los tristes destinos', fue proclamada mayor de edad con solo trece años en 1843, en una votación sin precedentes, por las Cortes Generales. Pero su reinado no se consolidó debido a que la política estaba dominada a nivel local por los caciques y el 'pucherazo'.

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En 1868 empujada por la revolución de La Gloriosa se vio obligada a abandonar España cuando se encontraba de veraneo en San Sebastián. Ese mismo año la revolución acabó con el reinado de Isabel y dio paso al Sexenio Democrático (1868-1874). 

Finalmente, se exilió en Francia junto con su padre y su abuelo hasta su muerte en 1904, en 1870 abdicó en París en favor de su hijo, Alfonso XII.

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La corta vida de la I República

Entre medias, Amadeo de Saboya, de la familia real italiana, asumió el trono (1870-1873) hasta que abdicó por el advenimiento de la república. Se marchó a Lisboa y, posteriormente, a Turín, su ciudad natal, en la que falleció en 1980. Pero Alfonso XII, tuvo que esperar a reinar a 1874 tras la corta vida de la I República.

Alfonso XII, un salto de generación (1874-1885)

Alfonso XII regresa a España en 1874 siendo el primer heredero educado internacionalmente, lo que llamó la atención de Cánovas del Castillo, que lo propuso como candidato al trono. Su reinado fue un período tranquilo, al ritmo de la alternancia gubernamental entre Cánovas y Sagasta.

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Finalmente, la estabilidad de España se vio truncada de nuevo por la muerte prematura de Alfonso XII, quien falleció a los 27 años de tuberculosis.

Alfonso XIII, el abuelo de Juan Carlos (1886-1931)

La muerte prematura en 1885 de Alfonso XII puso de nuevo en jaque la estabilidad de de la monarquía española, con la esposa de éste, María Cristina de Habsburgo, embarazada.

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Pero Alfonso XIII fue reconocido cómo rey nada más nacer, un hecho insólito en la Historia. Pero fue su madre la que reinar como regente durante todos esos hasta la mayoría de edad del monarca. Ya en el siglo XX, el abuelo de Juan Carlos, el rey Alfonso XIII, se exilió de España al instaurarse la II República el 14 de abril de 1931.

Alfonso XIII se alojó durante su exilio en varios hoteles de lujo de diversas ciudades de Europa y pasó los últimos años de su vida en Roma, en donde murió el 28 de febrero de 1941.

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Juan de Borbón, un rey sin corona

Después de la muerte de su padre, Juan de Borbón, quien había pasado prácticamente buena parte de su vida fuera de España, asumió la jefatura de la Casa Real española. Pero debido a dos impedimentos no tuvo la oportunidad de reinar. Primero, a causa de la proclamación de la República y luego, con la dictadura de Francisco Franco.

De haber reinado lo habría hecho como Juan III. Lo más cerca que estuvo del trono fue al final de la Segunda Guerra Mundial, con Franco temiendo el aislamiento internacional. Juan finalmente se exilió a Portugal instalándose en Estoril, con la promesa del dictador de residir en Madrid. El paso de los años dejaría claro que Franco no estaba dispuesto a ceder el poder.

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Juan no regresó a Madrid hasta el establecimiento de la democracia y falleció en Pamplona en 1993.

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