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Podemos inicia su carrera hacia las europeas y fía el resurgir del partido a la candidatura de Montero

Belarra avanza "una vuelta a lo esencial, a lo importante" por parte de Podemos y anuncia la renovación de las direcciones autonómicas que estaban pendientes. 

Ione Belarra, Irene Montero
Ione Belarra e Irene Montero, este sábado durante un acto de Podemos celebrado en Madrid. Rodrigo Jiménez / EFE

Centenares de personas buscaban asiento este sábado por la mañana en el patio de butacas de una de las salas del Palacio de la Prensa de Madrid. El alboroto era grande y la única iluminación del espacio procedía de una pantalla gigante que proyectaba el nombre del acto sobre un fondo morado: "Ahora más que nunca".

Había una tenue música de fondo, indistinguible entre el bullicio y el trasiego; la música daba igual, sólo servía a la recreación de la espera del inicio del evento, al acompañamiento del tedioso y poco trascendental acto de buscar asiento en un teatro. El técnico eleva la música: "Que no estaba muerto, estaba de parranda", resuena por encima de un bullicio que deviene en coro. Alegría, aplausos y muchas risas. Todos entendieron el mensaje.

Podemos estaba tomando cañas y había regresado a casa para dejarle claro a su militancia que conservaba las constantes vitales. La autoproclamada resurrección no es nada nuevo en esta organización, más bien forma parte de las costumbres y discursos que adoptan desde hace varios años como forma de replicar a sus adversarios cuando vaticinan el final (hasta el momento nunca acaecido) de este proyecto.

Pero sí que hay una importante diferencia entre hacerlo ante un micrófono y bajo un protocolario ceño fruncido, y hacerlo a ritmo de Peret y de Marinah, la vocalista de Ojos de Brujo; la misma diferencia que hay entre apretar los dientes y sonreír.

Los dirigentes de Podemos querían dar una imagen de vitalidad del partido y hacer un anuncio: Irene Montero sería, si lo refrendan los inscritos en unas primarias, la candidata a las elecciones europeas de 2024 para abanderar un proyecto alejado de verdes y socialdemócratas y crítico con la actual Unión Europea, la de "la carrera armamentística" y la "subordinación a unos Estados Unidos que pierden su hegemonía".

Candidatura en Europa y rearme en España

La estrategia es clara y pasa por abanderar este proyecto en Europa para poder rearmar al partido en España. Montero no sólo será candidata (si resulta elegida tras situarse como la apuesta de la dirección) para reconstruir Podemos, pero también lo será teniendo en mente este objetivo.

"Necesitamos una propuesta política que no quiera poner parches y retoques al sistema, sino que entienda que el problema es el sistema mismo. Si nos conformamos, las derechas que no han pasado por los pelos en España acabarán pasando", dijo la número dos de la formación durante su discurso.

El viaje que Podemos inició con la aprobación de una hoja de ruta que cerraba su vínculo estatutario con Yolanda Díaz (Ione Belarra ganó sus primarias a la Secretaría General con un documento político que apostaba por hacer vicepresidenta del Gobierno a la dirigente gallega), concluyó hace dos semanas con la salida de los cinco diputados morados al Grupo Mixto en el Congreso.

Ahora, tras escindirse por completo de Sumar, las elecciones europeas son el balón de oxígeno de un partido que ya no centra sus esfuerzos en dar la batalla por volver a ejercer el liderazgo de un espacio que ahora capitanea Díaz, sino que cree haber encontrado un carril a la izquierda de PSOE y Sumar sobre el que reconstruirse como proyecto.

Por este motivo, Belarra pidió "volver a lo esencial" y reivindicó una España republicana, y Montero dejó claro que en Europa ni los verdes ni la socialdemocracia son el proyecto de Podemos, y que en España la formación morada no quería "las migajas del bipartidismo" porque la solución no es "ponerle parches al sistema" cuando "el problema es el sistema mismo".

Sin menciones directas a Yolanda Díaz ni a Sumar

Ni Yolanda Díaz ni Sumar aparecieron entre las menciones de las dos dirigentes moradas. Mientras Podemos ponía nombre, apellidos, cara y trayectoria política a unas elecciones que se celebrarán en junio, la vicepresidenta segunda estaba en Galicia tratando de insuflar aire a la candidatura que concurrirá a unas elecciones que, previsiblemente, se celebrarán en febrero.

Sí que hubo críticas, como en otras ocasiones, a esa forma de hacer política que aboga por desechar el "ruido" en las batallas internas del Gobierno de coalición con el PSOE: "En España y en Europa, si renunciamos a transformar porque molesta y hace ruido, la derecha se hará con el control de todo aunque ahora no gobierne, camparán a sus anchas aunque no gobiernen", advirtió Montero.

Belarra dedicó buena parte de su discurso a desgranar los ataques mediáticos y judiciales que su formación ha recibido en casi 10 años de vida, ataques que se pueden englobar y sustentar en el archivo judicial del denominado caso Neurona, el "enésimo" contra Podemos cuyo único recorrido estaba en los jueces que insistían en mantenerlo vivo y en las numerosas portadas de la prensa en las que quedó reflejado.

Pero también habló Belarra, de manera más breve, del pecado original de Podemos en su construcción como organización política: una escasa implantación territorial que terminó por hundir al partido en las últimas elecciones autonómicas y municipales, cuando desaparecieron de las instituciones madrileñas, valencianas y canarias, y se convirtieron en una opción prácticamente residual en casi todas las regiones.

Belarra asumió que en Podemos no han "llegado a tiempo" a la implantación territorial

La secretaria general prometió que se volcarían en esta cuestión y avanzó que en los próximos días se renovarán las direcciones autonómicas que están pendientes de hacerlo. La propia Belarra ha situado esta cuestión como fundamental desde su llegada a la cabeza de la dirección, y ha protagonizado, de la mano de Lilith Verstrynge, secretaria de Organización, numerosas iniciativas y trabajos para incrementar la implementación del partido en los territorios. 

Sin embargo, este defecto de fábrica de Podemos ha lastrado su objetivo, y de momento no ha sido posible revertir la situación que los morados arrastran en este ámbito. El futuro de esta implementación territorial también estará vinculado de alguna manera al triunfo o fracaso de la candidatura europea de Montero, el primer y principal hito de la formación tras la nueva etapa post Sumar.

En el Muerto vivo interpretado por Peret y Marinah, el falso fallecido reaparece después de una semana y de haber perdido el conocimiento por los excesos de "la juerga". Está contento y, además, del entuerto se lleva que en su supuesto entierro se le perdonaron todas sus deudas tras rezarle una novena. No todo fueron ventajas; su mujer rechazó volver a dormir con él porque, afirmaba, no quería dormir con muertos.

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