La investidura de Feijóo y el programa de Gobierno dividen a PSOE y Sumar
Los de Pedro Sánchez ponen el foco en el desgaste que supondrá para Feijóo su investidura fallida, pero los de Díaz piden que el líder del PP se retire e insisten en que tiene que haber Gobierno de coalición ya para dar "sosiego" a la ciudadanía.
Madrid-Actualizado a
Dos son los elementos que dividen al PSOE y a Sumar al inicio de una legislatura que se anticipa complicada: la investidura de Alberto Núñez Feijóo y la negociación del programa de Gobierno que los de Pedro Sánchez y los de Yolanda Díaz deben cerrar como paso previo al reparto ministerial y a la conformación del Ejecutivo de coalición.
El primer asunto tiene que ver con las diferencias en torno a cómo abordar no sólo el intento de investidura del líder del PP, sino también la gestión de las expectativas de un electorado progresista que el 23 de julio logró frenar una ola reaccionaria que por momentos pareció inevitable.
Los socialistas son partidarios de entregar todo el foco a Feijóo, habida cuenta de que el líder del Partido Popular se encamina hacia una investidura fallida que exhibirá la debilidad parlamentaria de una formación que, a día de hoy, sólo puede encontrar apoyos en Vox.
"Es el momento de Feijóo", repiten desde el PSOE en los últimos días, y apuntan a que las semanas hasta el Pleno de investidura que comenzará el 26 de septiembre se le van a hacer al dirigente gallego "muy largas".
Sin embargo, en Sumar la lectura es completamente distinta a la que hacen los de Pedro Sánchez. "Tenemos una discrepancia", admitía el pasado jueves la portavoz del denominado Grupo Plurinacional en el Congreso de los Diputados, Marta Lois.
Legislación de la izquierda frente a crispación de la derecha
La opinión de los de Yolanda Díaz se basa en que tras el esfuerzo electoral del votante progresista el pasado 23J y el freno a la derecha y a la ultraderecha, la ciudadanía precisa de "certezas" y de "sosiego y tranquilidad".
Además, en Sumar creen que la estrategia adoptada por el PP (la llamada a la movilización contra una eventual ley de amnistía y lo que la izquierda alternativa considera como una dinámica "destituyente" que trata de "deslegitimar al Gobierno de coalición progresista no nato") deja libre para la izquierda un espacio político clave: el de la ciudadanía que quiere "certezas" y que necesita cuanto antes la conformación de un Ejecutivo que haga frente a las principales crisis abiertas en la actualidad.
Esta estrategia para contraponer legislación frente a crispación es clave para Sumar. Por eso, en los últimos días los de Díaz han pedido en reiteradas ocasiones que el presidente del PP se retire de una investidura que se sabe fallida, sobre todo después de que la derecha haya asumido ya su rol de oposición en esta legislatura.
El segundo elemento es ya un clásico en la relación entre el PSOE y el espacio a su izquierda. La negociación sobre el programa de Gobierno que mantienen ambas partes en la actualidad avanza y, de momento, prevalece el optimismo, pero existen en la actualidad algunas fricciones por la manera en la que avanzan las conversaciones y las expectativas legislativas que cada formación tiene.
Para Sumar es prioritario avanzar en "una agenda legislativa ambiciosa y valiente", centrada en graves problemáticas actuales como los elevados precios de los alimentos y las hipotecas, los bajos salarios de España respecto a los estándares europeos o la entrada de capital extranjero en empresas de sectores estratégicos.
"No renunciaremos a una agenda ambiciosa"
Entre las prioridades de los de Díaz también está la reforma territorial pendiente para acomodar la realidad plurinacional del Estado, solucionar los desequilibrios y desigualdades en la financiación autonómica y comenzar a cerrar la brecha entre los ámbitos rural y urbano.
Aunque de momento no ha trascendido ningún contenido concreto de las negociaciones, en Sumar consideran que los socialistas no estarían demostrando la misma ambición legislativa que ellos, y que se estaría apostando en este momento por una legislatura que no afronte transformaciones de calado que suscitarían polémicos debates y precisarían de grandes mayorías.
En todo caso, los de Díaz precisan que hay avances y que son optimistas respecto a que la negociación se resolverá con éxito y con un programa de Gobierno que contente a todas las partes y que sea transformador. "No vamos a renunciar a una agenda ambiciosa", advierten.
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