Este artículo se publicó hace 4 años.
El laberinto presupuestarioEl Gobierno llevará el techo de gasto al Congreso en septiembre, pero prevé que los Presupuestos lleguen tras las catalanas
Teniendo en cuenta que Quim Torra previsiblemente convocará los comicios antes de que el Supremo revise su condena, el 17 de septiembre, y que aún queda mucho trabajo para cimentar el esqueleto presupuestario, distintas fuentes dan por hecho que la votación en la Cámara Baja no tendrá lugar hasta después de las elecciones. Sobre el papel, esto podría facilitar el acercamiento a ERC.
Alejandro López de Miguel
Madrid-
El armazón de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, que construye estos días el Ministerio de Hacienda, avanza, pero aún queda mucho trabajo por delante, y ni siquiera han comenzado las negociaciones en profundidad entre el PSOE y su socio en el Gobierno, Unidas Podemos. Sí hay algunas pistas sobre cuándo y cómo comenzará su tramitación, mientras el Ejecutivo aún respira aliviado por las ayudas que le garantiza el plan de reconstrucción de la UE tras el coronavirus.
Y, si bien la titular de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó el jueves en entrevista en Radio Nacional que las cuentas públicas podrían llegar al Congreso de los Diputados "a finales de septiembre o principios de octubre", los cálculos de distintas fuentes próximas al Ejecutivo, consultadas por Público, apuntan en otra dirección.
Fuentes de UP dan por hecho que los PGE aún tardarán en llegar al Congreso: "Con el actual escenario, antes de finales de octubre es irreal"
Por su parte, el secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico de Unidas Podemos, Nacho Álvarez, explica a este diario que esperan que el Congreso "inicie los trámites de aprobación del techo de gasto [paso previo a la presentación de las cuentas públicas] en septiembre". Álvarez no entra en otras previsiones, pero destaca que están trabajando "para tener los Prespuestos Generales lo antes posible".
Teniendo en cuenta este horizonte sobre el techo de gasto -compartido por otras figuras de Unidas Podemos- y el hecho de que el acuerdo sobre los fondos de reconstrucción de la UE aún debe votarse en los parlamentos nacionales de los 27, y lograr el aval de la Eurocámara -donde ya se han anticipado varias enmiendas-, se antoja difícil cumplir con estos plazos. A esto hay que sumar que los 140.000 millones que corresponden a España -a entregar en varios años, entre transferencias y créditos- son más que necesarios para cimentar el esqueleto presupuestario, y que hasta la madrugada del martes ni siquiera hubo acuerdo en la UE.
De hecho, y aunque desde el entorno de Hacienda inciden en que hay opciones de que los PGE lleguen al Congreso a finales de septiembre o principios de octubre, como apuntó la ministra, el resto de fuentes consultadas discrepan, y dan por hecho que no serán aprobados en Consejo de Ministros antes de finales de octubre.
Después deberán ser remitidos al Parlamento, donde su tramitación llevará varias semanas, y deberán negociarse y debatirse miles de enmiedas -como ocurre año tras año-. Eso, por no hablar de la posibilidad de que la pandemia vuelva a recrudecerse, y monopolice de nuevo todas las actuaciones del Gobierno. "Con el actual escenario, antes de finales de octubre es irreal", estiman.
De cumplirse estos plazos, el Gobierno previsiblemente tendría algo más fácil granjearse la colaboración de ERC
No obstante, de cumplirse estos plazos el Gobierno tendría algo más fácil lograr la colaboración de ERC, al menos en el plano teórico, ya que cuando llegue la votación previsiblemente se habrán superado las elecciones catalanas. Desde la formación republicana afirman que estudiarán su voto tras comprobar que el Gobierno tiene una voluntad real de diálogo, y tras revisar en detalle las cuentas, independientemente de que este momento les coja en plena campaña electoral.
Pero, teniendo en cuenta que el Tribunal Supremo revisará el próximo 17 de septiembre la condena a un año y medio de inhabilitación al presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, se da por hecho que éste no se arriesgará a perder su potestad de convocar los comicios, y por tanto la ejercerá antes, sea en agosto o en septiembre.
Torra es el único que puede apretar el botón electoral, pero distintas fuentes parlamentarias apuntan a que las elecciones tendrán lugar "en octubre o noviembre". A nadie se le escapa que la votación de las cuentas públicas podría tener un fuerte impacto en la contienda electoral entre ERC y JxCat, que nuevamente concurrirán por separado, y que hoy son socios en el Govern.
Además, los plazos anunciados el jueves por Montero vienen a suponer un nuevo cambio de posición. En junio, el Ejecutivo afirmaba que trasladaría los Presupuestos a la Cámara Baja en tiempo y forma, esto es, como muy tarde el 30 de septiembre. Al arranque de este mes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, relajó los plazos y afirmó que le gustaría que estén listos "antes de final de año".
Sánchez quiere aprobar los Presupuestos antes de finales de año, pero podría darse que las cuentas no estuvieran listas hasta enero o febrero de 2021
Esta intención, reconocen las fuentes consultadas, podría no bastar, y podría darse que las cuentas públicas no estuvieran listas hasta enero o febrero de 2021. Sin embargo, en este punto recuerdan que los Presupuestos aprobados por el exministro Cristóbal Montoro, las cuentas del Gobierno de Mariano Rajoy, se han visto prorrogadas desde su aprobación, en 2018, hasta hoy. Dos o tres meses de tardanza extra, teniendo en cuenta que estos Presupuestos supondrán desterrar las cuentas del PP, sería un plazo más que asumible, afirman.
Sánchez e Iglesias escenifican la elección de socios: vía Arrimadas o vía ERC
En otro orden de cosas, desde Unidas Podemos siguen apostando por buscar el entendimiento con el bloque de investidura, y de hecho defienden que es la única opción matemáticamente viable.
Iglesias apuesta por el bloque de investidura y ve inviable sumar a Cs. Montero replica que "nadie sobra"
El empeño de los representantes del PSOE en el Ejecutivo, entre ellos el propio Sánchez, por dejar abierta la vía Ciudadanos, es para algunos un intento para hacerse con el espacio político del centro, aún cuando las diferencias en materia fiscal o económica entre el partido de Inés Arrimadas y Unidas Podemos ya anticipan que el acuerdo es más que difícil.
No obstante, el líder de UP y vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que insiste estos días en que juntar para unos Presupuestos al Gobierno PSOE-UP con Cs, o incluso con el PP -una posibilidad que nadie contempla realmente, dada la actitud del principal partido de la oposición- es inviable, también ha dejado claro que comparte la estrategia de negociación de Sánchez, y que reman en la misma dirección.
El mismo jueves, por su parte, Álvarez defendió que el acuerdo alcanzado en la UE "debe tener continuidad rápidamente en un proyecto de Presupuestos nítidamente progresista y en línea con el acuerdo de coalición". Por si las dudas, añadió que debe estar "sustentado en la mayoría progresista del Congreso".
Montero, por su parte, había contestado unas horas antes a las palabras de Iglesias sobre las dificultades de pactar con la derecha. "Todos aportan, nadie sobra", sentenció.
Los dos partidos que gobiernan insisten en que tienen una misma hoja de ruta en lo que toca a los Presupuestos, pero cada uno de ellos escenifica estos días su apuesta por una de las dos vías abiertas.
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