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Podemos La llegada de Rodríguez Palop suaviza el impacto del paso atrás de Bustinduy

La salida del secretario de Internacional de Podemos de la candidatura de las europeas, a dos meses de las elecciones, pudo provocar un terremoto en la formación, pero el hecho de que se haya ido "sin dar un portazo" y el perfil de su relevo mitigaron las consecuencias.

Iglesias saluda a Pablo Bustinduy tras una intervención del diputado en el Congreso / EFE

No hubo terremoto en Podemos con la renuncia de Pablo Bustinduy a liderar la candidatura del partido a las elecciones europeas, pero temblaron los cimientos. El abandono del secretario de Internacional del partido de la primera línea política despertó por un momento los peores presagios de un Podemos que en las últimas semanas ha perdido a uno de sus activos en Catalunya: el senador Óscar Guardingo, que renunció a ir en las listas de la formación a las elecciones generales del 28 de abril.

Sin embargo, la diferencia entre estos dos episodios es abismal, y también lo es la gestión de Podemos, y de sus protagonistas, de la situación. Tampoco es igual el ámbito ni el contexto en el que se han desarrollado los dos acontecimientos. Guardingo abandonó las listas de En Comú Podem por su desacuerdo con "la deriva independentista" que, a su juicio, había sufrido la candidatura, y denunciando una "alteración del orden de las primarias" que habría bajado su nombre de posición.

El portazo del senador poco se parece, a pesar de que se trata de un caso similar, al paso atrás de Bustinduy. La primera gran diferencia se establece ya en el anuncio. Fue el partido, a través de su cuenta de Twitter, el que adelantó que el secretario de Internacional no iba a ser el cabeza de lista de Podemos en las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en mayo.

En el mensaje, la formación explicó que se trataba de un decisión personal, y agradeció su "trabajo, generosidad y compromiso". Casi al mismo tiempo, el propio Bustinduy publicaba un mensaje en sus redes sociales anunciando su marcha y explicando que, el principal motivo de su decisión radica en que no cree tener "la entereza y las fuerzas necesarias para asumir una responsabilidad pública tan importante con el rigor, la dedicación y el compromiso absoluto a largo plazo que requiere en este tiempo político nuevo".

Pero más allá de los motivos de su renuncia, el texto del dirigente de Podemos tiene mucho más de despedida de la política institucional y de balance de sus años como diputado en el Congreso que de denuncia de una determinada situación interna. Ni una sola crítica a la organización; ni una sola mención a la salida de Íñigo Errejón de Podemos.

Bustinduy siempre ha estado en la órbita del errejonismo y su relación con el candidato de Más Madrid a la Comunidad es bastante cercana. Sin embargo, tras la derrota de los postulados de Errejón en Vistalegre II, el secretario de Política Internacional continuó con su labor en la formación sin entrar en debates políticos sobre los enfrentamientos y las heridas que no se pudieron cerrar en el cónclave.

Fuentes del partido destacan, en este sentido, su trabajo, su profesionalidad y su actividad "siempre", pero también en estos últimos meses, ya con la mayor parte del errejonismo centrado en la candidatura de Más Madrid. Destacan su actividad en el Congreso, en la Comisión de Asuntos Exteriores pero, sobre todo, su participación en las reuniones de la Ejecutiva y en los Consejos Ciudadanos, donde se prestaba al debate sobre la estrategia y los retos del partido.

Rodríguez Palop, "referente político y moral"

Tras la marcha de Errejón, en Podemos se quiso "cuidar" al secretario de Internacional, al que consideran, según estas mismas fuentes, "un valor político". En el último gran debate de la legislatura, la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, cedió el testigo a Bustinduy, que fue el encargado de defender la posición del partido en cuestiones como el Brexit, de hacer un balance de la situación política a nivel nacional e internacional, y de confrontar y replicar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Pablo Casado y a Albert Rivera.

Por todo ello, la renuncia de Bustinduy supone un duro golpe para la organización que, sin embargo, no ha visto peligrar en esta ocasión su candidatura para las elecciones europeas. El mensaje que despedía al secretario de internacional dio la bienvenida a la nueva cabeza de lista, la profesora de filosofía política y experta en Derechos Humanos María Eugenia Rodríguez Palop.

El anuncio de la nueva candidata (feminista, ecologista y una "referente político y moral" para el propio Bustinduy) logró reducir sobremanera el impacto de una marcha que, según expresó Irene Montero, es "triste" para el partido, y evitó, a su vez, el desmoronamiento de una candidatura con la que Podemos pretende dar la batalla, con sus socios de la izquierda europea, a la ultraderecha.

Fue el propio secretario de Internacional el que ayudó a convencer a la profesora de que asumiera el liderazgo del proyecto europeo de Podemos. Además, según explican fuentes de la formación, Bustinduy seguirá en la dirección del partido y participará de forma activa en la organización de la campaña y en la elaboración del programa que Unidas Podemos cambiar Europa llevará a las elecciones bajo el liderazgo de Rodríguez Palop.

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