Este artículo se publicó hace 11 años.
Un nuevo escenario en Euskadi
PNV, PSE, PP y la izquierda abertzale hacen balance de estos dos años sin violencia de ETA. La cuestión de los presos se sitúa en el centro del debate político
Sin los atentados de ETA se abre una nueva etapa en Euskadi. En esto están de acuerdo todos los actores políticos y sociales vascos cuando se cumplen dos años desde que la organización pusiera fin a su "actividad armada". Falta poner el punto y final y preparar el nuevo escenario y es aquí donde una vez más estalla el conflicto. Aún quedan dos apuestas políticas irreconciliables y, en medio, las víctimas, el sufrimiento y el rencor de más de medio siglo de confrontación. Habiendo quedado ETA fuera de juego, el PNV, el PSE, la izquierda abertzale y el PP tienen ahora la labor de mover fichas en un nuevo tablero que permita solucionar la cuestión nacional de manera democrática.
El Gobierno Vasco se encuentra en medio de una disputa en la que poco tiene que hacer: ni Madrid da los pasos que reclama ni ETA termina de disolverse, aunque ha asegurado que lo hará antes de Navidad. "Esta nueva etapa es sin duda positiva porque la violencia ha acabado y parece constatado que es de manera definitiva", asegura Aitor Esteban, diputado y portavoz del PNV en el Congreso. También se muestra "decepcionado" porque "el Gobierno central no reacciona adecuadamente ante la actual situación y no le preocupa reconstruir la convivencia". Paralelamente, Iñaki Goioaga, senador de Amaiur, entiende que se han abierto dos procesos paralelos: "uno es el de resolución política del conflicto y otro es un proceso democrático en Euskal Herria de cara a las negociaciones históricas como pueblo". Está de acuerdo en que están "ante una apertura para la resolución definitiva del conflicto", sin embargo no cree que la violencia haya terminado. "Mientras que ETA ha puesto fin unilateralmente a la actividad armada, el Gobierno español continúa haciendo uso de la violencia contra nuestro pueblo" afirma.
PNV: "Al Gobierno español no le preocupa reconstruir la convivencia"
Desde las fuerzas no nacionalistas vascas, el PSE y el PP, también se da una profunda división sobre la lectura que hacen de la coyuntura actual. Odón Elorza, diputado del PSE por Guipúzcoa, asevera que el proceso de paz "no avanza" como quisieran porque "de un lado ETA no ha decidido su completa disolución ni ha hecho la necesaria autocrítica frente a las víctimas y al conjunto del pueblo vasco y español". Además, también culpa al Gobierno de "no tomar decisiones que podrían contribuir en el campo de la política penitenciaria y que ayudarían a poner fin a este proceso". Alejado de todas estas posiciones se muestra Borja Sémper, diputado y portavoz del PP en el Parlamento Vasco, que afirma directamente que "no hay proceso de paz", lo único que ha pasado es que "estamos en paz porque ETA ha dejado de matar". Sin embargo, sí reconoce que "queda una segunda etapa: acabar con el poso de odio que ha dejado el terrorismo y con la cultura de ETA".
Un camino lleno de bachesTodas las demás fuerzas políticas piden al Gobierno que dé más pasos para acelerar el proceso de paz. Tanto para el PNV como para el PSE y Amaiur, el PP debería comenzar por la cuestión de los presos, que por un lado dejaría a ETA sin argumentos para no completar el desarme y cumpliría así la histórica condición de la izquierda abertzale para la "normalización política" de Euskadi. A día de hoy hay alrededor de 600 presos acusados de pertenencia o colaboración con ETA repartidos en unas 40 cárceles de 7 países.
Amaiur: "En la izquierda abertzale hemos asumido la responsabilidad política que tenemos"Desde el PNV critican que "que el Gobierno podría hacer algo y no hace nada. No facilita ni a los que se acogen a la Vía Nanclares". Sin necesidad de modificar la legislación penitenciaria actual, podrían interpretarla de una forma más flexible, "es posible aplicar el reglamente con inteligencia". Además, Esteban recuerda que hace medio año su partido entregó a Mariano Rajoy un documento que incluía todo un paquete de medidas destinadas a acelerar el proceso de paz. Y "el presidente no se ha dignado ni a darnos una respuesta".
"En la izquierda abertzale hemos asumido la responsabilidad política que tenemos, reconociendo el sufrimiento de todas las víctimas. Además, estamos intentando aportar los mecanismos concretos para ayudar a este proceso de paz" explica Goioaga, que salió de la cárcel en 2011. De esta manera, él mismo reconoce que "era impensable hace cuatro años que la izquierda abertzale se situase en los parámetros políticos en los que se está situando ahora". También recuerda que mientras ellos han reconocido a todas las víctimas, el Gobierno se olvida de las que ha causado la "violencia del Estado". Además, el PP sigue conservando "dos llaves fundamentales" para la resolución del conflicto: una es la de los presos y otra es la represión que denuncian desde su arena política, como por ejemplo la operación contra Herrira y el proceso abierto contra los jóvenes militantes de Segi. En cuanto a ETA, Goioaga cree que no pueden "decirle lo que hace o deja de hacer". Pero, ante todo, "no se puede situar la existencia del conflicto político en base a la existencia de ETA".
PP: "ETA es quien más perjudica a los presos"
En cuanto al "bloqueo" que otros achacan al Gobierno, el abertzale se muestra más contundente: "no hay ningún bloqueo, sino una involución política. El PP tiene una serie de contradicciones internas muy fuertes. Hay una crisis de Estado, de modelo económico, modelo social, modelo autonómico, modelo político y del bipartidismo. Y tiene que salir de ahí". Para él, el PP tiene dos opciones: "o la resolución política o la involución democrática". Y esto, para la izquierda abertzale, pasa por una premisa básica: "Frente a los parámetros de los que quieren ganadores y vencedores, nosotros queremos términos de resolución real del conflicto y para ello hay, primero, que reconocer que hay un conflicto político. Ese ejercicio la sociedad vasca lo está realizando al margen de lo que hace el Gobierno".
PSE: "El PP es preso de la actitud que mantuvo durante años contra Zapatero"
La derecha española se sitúa en las antípodas a estos planteamientos. "La izquierda abertzale pide amnistía y en Europa no se puede hacer eso. Aquí la realidad es que quien más perjudica a los presos es ETA" afirma Sémper. Explica cómo el entramado de los presos de ETA sirve para mantener la disciplina militar en las cárceles, impidiéndoles que se acojan a medidas de reinserción y "cuando ha habido algún preso que ha querido dejarlo les han hecho la vida imposible a los familiares". En cuanto a la dispersión de los presos, el portavoz de los populares vascos cree que "dejará de tener sentido cuando ETA desaparezca". "La legislación española es la más avanzada en cuanto a la reinserción, pero ETA les impide el regreso por ser traidores", añade.
En medio están los socialistas, que ahora tratan de mostrarse conciliadores. A ETA le piden que "que acelere su pronunciamiento de disolución, que no tutele las decisiones personales de los presos para que se acojan a decisiones individualizadas y al mundo de la izquierda abertzale pedirles que avancen en su madurez democrática y que vayan interiorizando una posición político que no legitime el pasado de ETA". Elorza se muestra convencido de que el PP es "preso de la actitud que mantuvo durante años contra el Gobierno de Zapatero por gestionar el proceso de paz". Y ahora, el Gobierno tiene poco margen de maniobra en la cuestión de los presos. De cualquier forma, cree que este camino no tiene vuelta atrás.
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