La ofensiva del PP contra la amnistía hace aguas en Europa y pierde fuelle en la calle
Alberto Núñez Feijóo exprime el silencio de la Comisión Europea, que espera a tener el texto final para pronunciarse, mientras asume que es casi imposible mantener el pulso de las manifestaciones.
Madrid-
Esta semana, mientras Alberto Núñez Feijóo terminaba de deshojar la margarita de los cambios en el Partido Popular, Bruselas frenaba en seco su último intento de elevar a Europa su cruzada contra la ley de amnistía. Habrá más iniciativas, aseguran, a pesar de que el Comité Europeo de las Regiones —lejos de sentirse interpelado por el "Help Spain" que claman en Génova— haya rechazado este miércoles una enmienda del PP sobre la amnistía al señalar que se trata de un asunto nacional.
El Comité Europeo de las Regiones es la asamblea de representación local y regional de la Unión Europea y funciona como una institución únicamente consultiva. El PP intentó introducir una enmienda sobre la amnistía en un dictamen sobre la futura directiva contra la corrupción de la Unión para prohibir por ley la concesión de medidas de gracia a condenados por delitos de corrupción, como el de malversación de fondos públicos.
En una maniobra orquestada desde Génova, la enmienda estaba suscrita por todos los presidentes autonómicos del PP y acudió a defenderla a Bruselas Fernando López Miras, presidente de la región de Murcia.
No sólo fue rechazada, sino que se aprobó otra en su lugar que asume que la elaboración de amnistías e indultos son competencia estatal y propone dejar en manos de cada país de la UE "los mecanismos y las circunstancias que rijan la aplicación".
Este es el segundo chasco del PP en Europa en su intento de internacionalizar la refriega política a cuenta de la amnistía en dos semanas. El debate impulsado por los populares en el Parlamento Europeo el pasado 22 noviembre tampoco tuvo la repercusión que esperaban.
El comisario de Justicia de la Unión, Didier Reynders, dijo prácticamente lo mismo que el Comité de las Regiones: "El debate y análisis sobre la ley de amnistía ha de producirse en España, dentro del marco constitucional español y ha de empezar en el Parlamento español". Además, el debate no pareció suscitar gran expectación en el Parlamento Europeo si se atiende a la escasísima asistencia de eurodiputados.
Presionan a la Comisión Europea
Con todo, Feijóo trata de exprimir el silencio de la Comisión Europea, que analiza el proyecto de ley de amnistía y esperará a que finalice su tramitación en el Congreso para ver si se introducen enmiendas —y, por tanto, se modifica el texto presentado inicialmente por el PSOE— para emitir una valoración.
Arropado por los populares europeos, citados esta semana en Barcelona, el pasado lunes alertó a la Comisión de que "no puede normalizar lo que está pasando en un país miembro" porque crearía, según dijo Feijóo, inestabilidad en Europa. Un movimiento de presión en el que participa también el PPE.
Pero ¿y si la Comisión da luz verde a la amnistía? Génova no ha pensado en este escenario aún y fuentes populares ya reconocen que tendrían problemas para explicar su postura entonces.
De la amnistía a la reunión en Suiza
Así, Feijóo explora nuevos caminos en su ofensiva y se centra ahora en la reunión entre el PSOE y Junts que se ha celebrado este sábado en Ginebra (Suiza). Fuentes de Génova aseguran que Feijóo ha pedido a sus portavoces en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo, "que activen cualquier mecanismo parlamentario para obligar al Gobierno a informar del contenido de esa reunión, del orden del día, de los acuerdos alcanzados y de la identidad de los mediadores internacionales".
El PSOE ya ha informado de que el mediador acordado con Junts será el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez.
Sin manifestaciones en la agenda tras la de este domingo
Pero, el de Bruselas no es el único de los tres frentes que el PP abrió contra la amnistía —Europa, protestas en la calle y poder autonómico— que no está saliendo tan bien como esperaban. Su poder de convocatoria para lograr manifestaciones multitudinarias ha menguado, reconocen distintos barones territoriales y otras fuentes del partido. "Lo que el día 12 fue fácil ahora no lo es, nos cuesta llenar autobuses ", apunta un presidente autonómico del PP.
Lo cierto es que, como ya contó Público, el pasado 19 de noviembre, tras la última manifestación en Madrid, dirigentes de la cúpula nacional y barones ya reconocían que el pulso en la calle no era el mismo y que su capacidad de movilización se iría agotando poco a poco una vez Pedro Sánchez superó con éxito su investidura.
Aun así, este domingo el PP ha convocado una nueva manifestación en Madrid, concretamente en el Templo de Debod, que está a pocos metros de la sede del PSOE en la calle Ferraz. Una localización casual, según fuentes oficiales del partido.
Tanto en Génova como en los territorios dan por hecho que habrá menos gente que en las movilizaciones anteriores, pero creen que su proximidad al Día de la Constitución (el próximo miércoles 6 de diciembre) y la celebración de la reunión entre PSOE y Junts en Ginebra solo un día antes lo justifica. Tras esta no hay previstas más protestas en la agenda del PP.
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