Los olvidados de la Transición desembarcan en el Foro Mundial de Derechos Humanos de la Unesco

Por muchos impedimentos que haya por el camino, la fuerza de los pasos de los que se saben con la razón en la mano, pero también en la memoria y el corazón, siempre serán más fuertes. Esos pasos que no conocen distancias ni de tiempo ni de lugar llegarán a la Ciudad de Buenos Aires el próximo 20 de marzo al III Foro Mundial de Derechos Humanos 2023 organizado por el Centro Internacional de Derechos Humanos de la Unesco de la mano del Colectivo de Olvidados de la Transición (COT) español. Allí, varios familiares de asesinados en este periodo histórico expondrán unas demandas que apenas encuentran respuesta en España.

Dicha agrupación está formada por familiares y amigos de jóvenes asesinados durante la Transición por la Policía, la Guardia Civil y los grupos de extrema derecha, "estos últimos auxiliados por los dos primeros", tal y como apunta Manuel Ruiz. "Nuestra idea, cercana a la utopía, es establecer un discurso basado en la verdad en relación con los asesinatos perpetrados durante la Transición por aquellos cuya función era la de proteger a los ciudadanos, esos mismos a los que se les llenaba la boca de patria y de Dios", se presentan.

Manuel es hermano de Arturo Ruiz , joven de 19 años, albañil, asesinado por ultraderechistas al asistir a una manifestación en enero de 1977 que pedía la amnistía para los presos políticos. Le dispararon por la espalda al grito de "Viva Cristo Rey". Manuel no olvida aquello. Quiere lo que se merece, lo que nunca encontró en España: que la justicia investigue el paradero de uno de los asesinos de su hermano que huyó del país. "Por eso vamos a Argentina, donde se investiga la querella con decenas de asesinatos y torturas durante el franquismo, para que se sepa que en ese periodo murieron 35 personas solo en Madrid", explica a Público. Y lanza un mensaje al actual Gobierno español: "En su tejado está el hacer un censo de las personas que asesinaron en esos años, para que a ellos también se les recuerde de la misma forma que a otras víctimas".

Colectivo de Olvidados de la Transición: "Queremos generar un debate en la sociedad española sobre la Transición"

El COT, que nació el año pasado, trata de revertir el relato oficial esgrimido por el Régimen del 78. La Transición no fue pacífica, ni muchos menos ejemplar. "Intentaremos apoyar cuantas medidas jurídicas, administrativas, educativas y culturales resulten necesarias para que se conozca la verdad en recuerdo de las víctimas y servir de interlocutor ante a las instituciones, partidos políticos y asociaciones. Queremos generar un debate en la sociedad española sobre la Transición", recogen en el escrito que leerán ante cientos de congresistas llegados de todo el mundo a Buenos Aires.

La esperanza por la verdad

Ruiz es una rara avis dentro del Colectivo. Él sí que está considerado víctima del terrorismo, a diferencia que todos los demás miembros, también familiares de personas que sufrieron este tipo de asesinatos. "Aquí hablamos de hechos. A mí nadie me puede negar que a Arturo lo matara la extrema derecha con la complicidad de la Guardia Civil porque es algo que está demostrado, o que a Ángel Almazán la Policía le matara a palos, o que a Vicente Cuervo lo matara alguien de Fuerza Nueva. Son hechos, aunque a algunos no les guste recordarlos", sostiene este activista memorialista.

Manuel Ruiz: "Lo que nunca hemos perdido es la esperanza en la verdad"

Muchos de los integrantes del COT han perdido la esperanza en la justicia española. "Lo que nunca hemos perdido es la esperanza en la verdad, ese es un derecho que jamás nos podrán negar", dice un Manuel Ruiz emocionado. Eso es lo que busca, si no es aquí, fuera. Buscan que se sepa la verdad que ellos llevan cargando sobre su espalda décadas. Según apuntilla él mismo, "Martín Villa tiene en su haber ser el mayor destructor de documentos relativos a la Transición, pero tampoco sabemos por qué no se juzgó a los asesinos de Ángel Almazán, que eran dos policías, ni tampoco aparece el sumario judicial del asesinato de Vicente Cuervo". La verdad está detrás de una pregunta: ¿Por qué?

"El relato veraz de la Transición se ocultó por un pacto entre las fuerzas políticas y los poderes fácticos españoles e incluso internacionales, sus auténticos artífices", sostienen desde el COT. Y continúan: "Reconocer a las víctimas, en su justa medida, supone romper el acuerdo sellado a sangre y fuego por los poderosos e intuimos que esa quiebra afecta de lleno a muchas personas que han cimentado sus carreras sobre los pilares del actual régimen. Una trayectoria que se alimentó del silencio y la impunidad".

Ya se terminó el silencio, y ahora quieren derribar la impunidad. Por eso van a Buenos Aires, para internacionalizar su lucha por la justicia. "Cuando he ido a declarar por la querella a Argentina he visto una empatía por parte de la jueza, un cariño, una manera de dejarte hacer las cosas que difiere mucho del trato que recibimos en España", agrega Ruíz. Él sabe que, allí sí, intentarán hacer todo lo posible por esclarecer lo sucedido a pesar de las negativas y retrasos producidos por la justicia española.

Cambiar el discurso sobre la Transición

Matías Viotti es otro de los miembros del COT. Aunque no tiene relación familiar con ninguno de los asesinados por los que claman verdad y justicia, desde el primer momento este argentino tuvo relación con la agrupación. Hace menos de un año ya estuvo en Argentina reuniéndose con diferentes organizaciones en defensa de los Derechos Humanos, y también en nombre de la Asociación de bebés robados, incluidos en la querella franquista.

"Para mí fue sorprendente comprobar de primera mano lo que ya sabía. La Transición española se vendió en América Latina como modélica y sirvió de ejemplo para otros tantos procesos posdictatoriales del continente, y así la entiende mucha gente", dice el activista. En Argentina, esto no surtió efecto.

Él será una de las personas que estará con el COT en el III Foro Mundial de Derechos Humanos 2023, al que también está invitado José Luis Rodríguez Zapatero. Viotti le dedica algunas palabras: "Este personaje tiene un discurso ligado al éxito de la Transición, lo que nos dice que hay un profundo desconocimiento. En Argentina tienen muy claro cómo la teoría de los dos demonios [que equipara el terrorismo de Estado en las décadas de 1970 y 1980 con los actos de violencia de organizaciones guerrilleras] fue una estrategia política de la dictadura, pero invitan a un hombre que sí avala esa teoría en el Estado español".

El terrorismo de Estado, una realidad sin reconocer

Desde su punto de vista, España debería aprender de Argentina la necesidad de reconocer, independientemente de la ideología de quien gobierne, que el terrorismo de Estado existió en su país. "Si no, será muy complicado crear la conciencia social necesaria para saber realmente lo que significa una dictadura", remata.

El activista tiene muy presente un mantra tan repetido por una parte como negado por la otra: "Aquí mucha gente sigue diciendo que en la Transición se hizo lo que se pudo, pero al mismo tiempo se creen que es posible pensar en una democracia plena sin que se haya juzgado la dictadura". Él insiste en su tesis sobre la importancia de que las instituciones reconozcan los crímenes cometidos por el Estado en el pasado. Parafraseando sus términos, el valor que tiene que un juez o jueza diga que un hombre con nombres y apellidos torturó y fue parte de un plan sistemático de represión es incalculable.

Ese es el afán del COT para España, aunque ahora lo busque en Argentina frente a cientos de congresistas que escucharán sus demandas. Hasta allí llegarán esos pasos de los que se saben con la razón en la mano, al igual que hasta Escocia, donde sindicalistas les han invitado a intervenir en un congreso de todos los sindicatos del país el mes que viene.

"De acuerdo con los estudios de periodistas e historiadores, en la Transición, las fuerzas represivas: Policía Armada, Brigada Político Social, funcionarios de prisiones y Guardia Civil asesinaron a cerca de 150 personas. Y otras tantas personas fueron asesinadas por bandas fascistas parapoliciales. La impunidad permitió matar sin consecuencias, los procesos judiciales fueron una farsa, si alguien, muy pocos, pisaron una cárcel tuvieron medio abierta la puerta de salida", dirá el COT en la capital argentina.