Más País-Verdes Equo ha anunciado su apoyo a los Presupuestos de 2023 al acordar con el Ministerio de Hacienda la creación de un Observatorio de Trastornos de Conductas Alimentarias, que trabaje junto a asociaciones que llevan décadas estudiando este terreno, con el objetivo de recopilar datos y proponer soluciones desde la administración pública para hacer frente a un problema que afecta a casi medio millón de personas en España.

El partido de Íñigo Errejón, que incluyó esta cuestión, entre otras, en el marco de la negociación presupuestaria, pone el foco sobre las imágenes que promueven y enaltecen determinados ideales de cuerpo y de belleza, "a menudo falsos e imposibles de alcanzar". 

En este sentido, este grupo señala que los anuncios de televisión, el papel de la moda y el acceso a nuevas tecnologías de la comunicación, así como el uso de las redes sociales, contribuyen a reforzar estos ideales de belleza generando un malestar y sufrimiento que se traduce en muchas ocasiones en Trastornos de Conducta Alimentaria y que tiene como principales víctimas a las personas más jóvenes, especialmente a las mujeres.

Tal como recuerda la formación, según datos de la Fundación Fita y de la Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria de 2019, más de 400.000 jóvenes padecen trastornos de conducta alimentaria en nuestro país. "Se trata de una pandemia silenciosa, a menudo invisibilizada por quienes la padecen y su alrededor por temor al estigma o la falta de información y frente a la cual tenemos que actuar. Somos conscientes de que las redes sociales y sus algoritmos premian y promocionan un determinado ideal de belleza que es lesivo para las personas, especialmente en la juventud", apostillan.

En esta línea, fuentes de Más País destacan la filtración de los informes internos de Instagram, publicados en el Wall St. Journal, que arrojaban información "muy preocupante" al señalar que una de cada tres mujeres se sienten peor con su cuerpo debido a lo que ven en Instagram.

Por ello, estas fuentes justifican la creación de un observatorio para dar "transparencia" en torno a esta cuestión y datos que permitan conocer cuál es la profundidad del problema y cuáles serían las transformaciones que se necesitan para que esto deje de pasar y conseguir tener un entorno digital "diverso y sano". "Queremos una sociedad que deje de producir dolor con nuestros propios cuerpos. La política debe ocuparse de este problema y la administración pública no puede darle la espalda", apostillan desde el equipo de Errejón.