La brecha entre el PP y el PNV se hace insalvable
Miguel Tellado y Aitor Esteban tienen una muy mala relación y los ataques entre ambos son constantes.
El PP acusa al Gobierno de "financiar irregularmente" al PNV.

Madrid--Actualizado a
La relación con el Partido Nacionalista Vasco es la más tormentosa de todas para el Partido Popular porque arrastra heridas profundas e intereses electorales contrapuestos; lo que ha llevado a que, pese a las muchas coincidencias ideológicas, hayan llegado a un punto de no retorno en esta legislatura. Los ataques cruzados son constantes y la beligerancia entre sus portavoces en el Congreso, Miguel Tellado y Aitor Esteban, solo va in crescendo. El punto álgido lo alcanzaron esta semana, a cuenta de un palacete en París que la Gestapo le incautó a los nacionalistas vascos y luego entregó al franquismo. En cumplimiento de la ley de memoria democrática, el Gobierno ha acordado devolver el inmueble al PNV –en contra del criterio del Tribunal Supremo– y el PP ha puesto el grito en el cielo.
Aunque hay versiones distintas en las filas populares sobre si este fue o no el punto que determinó el voto en contra del PP al decreto 'ómnibus', sí ha sido con el que más han martilleado. Tellado tildó a los peneuvistas de "partido aprovechategui" y dijo que tenían una actitud "lamentable" y "miserable". Tras decaer el decreto –que incluía la revalorización de las pensiones, las ayudas a la DANA y al transporte público–, el PNV hizo público que ya habían registrado la propiedad del inmueble durante el tiempo de vigencia del decreto. Algo que pilló a los populares con el pie cambiado.
El PP habla de "financiación irregular"
El líder del PP vasco, Javier de Andrés, ha asegurado que están "analizando jurídicamente que esto pueda ser interpretado como una financiación de un partido, el PNV, que lógicamente es una financiación irregular". Aunque también la dirección nacional del partido deje la puerta abierta a intentar la vía legal, fuentes internas creen que "no hay nada que hacer".
Ni con el palacete, donde se ubica la sede del Instituto Cervantes, ni con la reconstrucción de los puentes con el PNV que Feijóo se propuso tras su investidura. Porque Esteban ha contestado al PP acusándolos de defender posturas "neofascistas"; en concreto, a Tellado, del que dijo que es un "maleducado" y un "artista" en "faltar al respeto". El portavoz parlamentario, convertido en azote de los peneuvistas, es uno de los hombres de máxima confianza de Feijóo.
El presidente nacional del PP ahondó en ella este jueves. "Mientras (el PNV) sea un socio estratégico, en Euskadi y en Madrid, está sometido al sanchismo", sentenció. Dijo que los de Andoni Ortuzar son "un satélite más" del presidente del Gobierno y que no están en condiciones de negociar nada juntos: "Que vuelva otra vez a ser un partido que tenga criterio". La brecha es irreparable por ambas partes, aunque en el PNV ven como una "torpeza" por parte del PP no dejar, al menos, un margen de entendimiento. Pero en Génova la animadversión hacia el PNV parece total, algo que contradice sus intenciones originales de construir un bloque alternativo al del Gobierno con los peneuvistas dentro.
Espinas clavadas
En el origen de todo, el PP sitúa la "traición" en la moción de censura a Mariano Rajoy. Una herida que todavía no han curado. De hecho, los populares le echan en cara al PNV que fuera tan "duro" con ellos entonces y ahora sea "cómplice" de la supuesta corrupción que, dicen, hay en La Moncloa. A ello se suma que el PP intenta arrebatarle espacio electoral en el País Vasco y busca evidenciar sus diferencias. También los nacionalistas vascos tienen espinas clavadas. No le perdonan a Feijóo que en su investidura fallida en septiembre de 2023 les contestara en el mismo turno de intervención, de manera conjunta, a ellos y a EH Bildu.
Antes de eso, el presidente del PP hizo algún intento de conseguir el apoyo del PNV –fue de hecho la primera opción que Génova puso sobre la mesa tras los malos resultados del 23 de julio–, pero solo se encontró portazos, cada uno más ruidoso que el anterior. "Quizá algún día llegaré a contar lo que nos llegó a ofrecer el PP hace un par de meses", le espetó Esteban a Feijóo desde el hemiciclo durante el debate de investidura de Pedro Sánchez. Desde entonces, y pese a haber conseguido que los nacionalistas vascos apoyen alguna propuesta suya en el Parlamento, los vínculos entre ambas formaciones han ido a peor y el PP ha tirado la toalla.
Con las relaciones rotas con el PNV y las limitaciones en su aproximación a Junts, el intento de Feijóo de sacar al PP del aislamiento parlamentario le devuelve, por el momento, a la casilla de salida: Vox es su único socio posible.
En Euskadi ni siquiera se necesitan. El PNV sigue gobernando en coalición con el PSE, pese a los augurios del PP de que el acercamiento de Sabin Etxea –sede del PNV en Bilbao– acabaría dando el poder a EH Bildu. Los populares consiguieron crecer en las últimas elecciones vascas, aunque no lo esperado ni lo suficiente para ser relevantes.
Comentarios de nuestros socias/os
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros socias y socios, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.