Entrevista a Lara Hernández"Hay una parte del Poder Judicial que ha decidido deslegitimar al Gobierno"
'Público' entrevista a la coordinadora de Movimiento Sumar en un momento clave por el nuevo ciclo electoral a punto de comenzar.

"Vivienda, vivienda, vivienda". Hasta dos veces repite Lara Hernández (1986, Madrid) esa respuesta al preguntarle por las prioridades de su espacio en este segundo tramo de legislatura. La coordinadora de Movimiento Sumar atiende a Público a escasos días de que se abra un ciclo electoral que marcará el futuro de su partido y del espacio político de la izquierda, aunque ella insiste en que, más allá de las elecciones cercanas, su equipo trabaja en un proyecto "de décadas".
De eso, del avance de la extrema derecha, de la presunta corrupción del PSOE, de las alianzas que alienta Sumar, de Podemos o de lo que cabe esperar de lo que queda de legislatura responde la política madrileña en esta entrevista.
Muchas veces hemos oído esta legislatura eso de que tiene que ser la "legislatura de la vivienda". Sin embargo, la sensación a la luz de los datos es que se ha hecho poco o casi nada. Solo hay que recordar el teléfono de la esperanza, el 047, que anunció el Ministerio de Vivienda. ¿Ustedes no pueden ejercer más presión desde dentro del Gobierno? ¿No pueden hacer que pase algo más en términos de vivienda?
Efectivamente, creo que, como usted apuntaba en su pregunta, ese es el tema no solo de la legislatura, sino que es una cuestión que está en la calle. Por eso debe ser el tema de la legislatura. Nosotras formamos parte del Gobierno, por supuesto. Eso es un hecho y como tal ejercemos. Ahora bien, tenemos que recordar que tenemos un socio mayoritario que es el PSOE, con el que nos sentamos en el Consejo de Ministros. Nosotros ocupamos cinco asientos de los 22 que hay. Creo que estamos haciendo una labor de presión absolutamente innegable.
No teniendo las competencias en materia de vivienda, hemos sacado adelante propuestas políticas y medidas concretas muy importantes
Hay
que hacer también pedagogía porque, probablemente, hay muchas de las
personas que nos están viendo, leyendo o escuchando que no saben que hay una
cuestión de materia competencial. Cada ministerio tiene
unas competencias. En este caso es el ministerio de la
señora Isabel Rodríguez, el Ministerio de Vivienda, el que las tiene. Y con todo y con eso, nosotras, no teniendo las
competencias en materia de vivienda, hemos sacado adelante propuestas
políticas y medidas concretas muy importantes.
Aquí me voy a referir, en primer lugar, al ministerio de Pablo Bustinduy. Desde ese ministerio hemos impulsado sanciones muy contundentes a plataformas como Airbnb, una plataforma que todos y todas conocemos, que publicita de una manera totalmente abierta, pública y transparente anuncios fraudulentos de pisos turísticos. Hemos puesto en marcha un expediente sancionador a más de 65.000 anuncios fraudulentos de pisos turísticos.
En segundo lugar, quiero decir que nosotras hemos impulsado también desde los cinco ministerios un Real Decreto-Ley en materia de vivienda que le hemos presentado al PSOE. Lo hemos puesto encima de la mesa y ahí hay una serie de propuestas políticas. El problema de la vivienda tiene muchos ángulos, muchas aristas, muchas dimensiones, pero hay cuestiones que están en el calendario ya. ¿A qué me estoy refiriendo? Van a vencer próximamente 300.000 contratos de alquiler. Esos contratos van a caducar y los inquilinos e inquilinas se exponen a una subida exponencial del precio del alquiler. En un 20%, 30% o 40% les va a aumentar.
Yo, en mi familia, tengo personas que están afectadas por esto. Le hemos propuesto al PSOE que intervengamos de una manera urgente, que prorroguemos estos contratos de alquiler, porque eso se puede hacer. No hay excusas técnicas o jurídicas posibles. Es una cuestión de voluntad política.
"Hemos propuesto al PSOE prorrogar 300.000 contratos de alquiler para que no les suban los precios"
¿Y por qué digo esto? Porque esto ya se hizo anteriormente. Se hizo durante la pandemia, se hizo con el decreto en relación a la guerra de Ucrania con el escudo social... Se pueden prorrogar estos 300.000 contratos de alquiler para garantizar políticas de protección a los inquilinos y las inquilinas. Esto sería una medida que vamos a llamarla "parche", que viene a resolver un problema urgente.
Pero hay un problema estructural y es ahí donde queremos ir: al fondo de la cuestión. Y para eso, y ya concluyo, la idea fuerza y nuestra propuesta política más clara es intervenir el mercado de la vivienda. Negro sobre blanco. Es una medida muy sencilla. Hay que acabar de una vez por todas con este relato de que la vivienda es algo que se puede comprar y vender, que es algo con lo que podemos lucrarnos, que es algo con lo que cierta minoría rentista de nuestro país puede sacar un beneficio económico.
Ha abierto dos vías. Primero, ese parche, como lo hemos bautizado, y, segundo, la cuestión más estructural. Le pregunto por las dos. Vamos con esos 300.000 contratos de alquiler que, como dice, van a vencer y ustedes proponen prorrogar. ¿Cuál es la respuesta del PSOE cuando ustedes se sientan en el Consejo de Ministros y les plantean una iniciativa como esta?
Yo creo que es el PSOE el que debe explicar al conjunto de la ciudadanía por qué, efectivamente, no hay esta voluntad política a la hora de llevar a cabo este medida. Yo creo que son ellos y ellas —concretamente, el Ministerio de Vivienda— los que tienen que explicarnos a las mayorías trabajadoras de este país por qué no quieren implementar esta medida.
Todo el mundo abre los periódicos, enciende la televisión, enciende la radio y ve que hemos entrado en una nueva fase, en una nueva pantalla política en la que los partidos deben retratarse
Desde luego, yo lo que puedo es hablar por Movimiento Sumar y por las políticas que estamos defendiendo en el Gobierno. Nuestra propuesta está encima de la mesa y lo que queremos es efectivamente que todo el mundo se retrate. Estamos en un momento político especialmente convulso. A nadie se le escapa. Todo el mundo abre los periódicos, enciende la televisión, enciende la radio y ve que hemos entrado en una nueva fase, en una nueva pantalla política en la que los partidos deben retratarse. Deben explicar a la gente qué y, sobre todo, por qué. Ahora le toca al PSOE decir qué va a hacer con la vivienda y por qué, por ejemplo, no quiere prorrogar estos 300.000 contratos de alquiler.
Claro, eso nos lleva a la cuestión estructural. La gente ve cómo llegan medidas al Congreso sobre vivienda y quedan bloqueadas o decaen. Eso, a sus votantes les puede llevar a pensar que la legislatura no está siendo útil. Pienso, por ejemplo, en la regulación del alquiler temporal, que sigue bloqueada por la mayoría de derechas del Congreso. ¿Qué cabe esperar de lo que queda de legislatura, especialmente después de que Junts haya dicho que lo va a bloquear todo?
Hay
varios elementos. Lo primero es que la aritmética parlamentaria que
ahora mismo tenemos en el Congreso es lo que los españoles y las
españolas han votado, es decir, esto es lo que emanó de las urnas el 23
de julio. La gente
cuando vota sabe bien lo que vota. No es tonta.
Una vez dicho esto, yo creo que de este Congreso y este Gobierno han salido muchas cosas adelante. A veces el ruido de alguna manera oculta cuestiones de fondo que están sucediendo. Sin ir más lejos, hace dos semanas, el Congreso aprobó por unanimidad, por primera vez en esta legislatura, un Real Decreto [que desarrolla la Ley ELA] y que afecta a cientos de miles de familias que en este país viven una situación dramática. Esa ley salió adelante con la financiación adecuada y ese dinero va a llegar a las casas de esas personas enfermas y de sus familiares. También hemos sacado adelante, por poner otro ejemplo, una ley del Servicio de Atención a la Clientela.
Esas dos leyes eran dos de las que Junts salvó de la quema. Dos que metió en ese grupo de cinco leyes en las que iba a votar que sí. Para el resto, en principio, es un no. Por eso le preguntaba qué hay que esperar de ahora en adelante.
Yo lo que creo que tenemos que esperar es una legislatura que va a llegar hasta hasta el final. Esa es la voluntad no solo del presidente del Gobierno, que lo ha manifestado públicamente muchas veces, sino que es la voluntad del Gobierno en su conjunto y de Sumar. Queremos llevar esta legislatura hasta el final. Para nosotras la política es algo muy importante en la vida y no lo digo de una manera ingenua o naíf. Yo creo que la política es una herramienta que sirve para transformar la vida de la gente, es decir, no estamos aquí para calentar sillones, para ocupar escaños...
Desde mi humilde punto de vista, Junts está errando en su estrategia política. Conocimos recientemente el CIS catalán, Aliança Catalana...
Ahora le preguntaré por Aliança.
Lo dejamos para más adelante, entonces. Lo que decía: Junts creo que está errando en esa estrategia, pero nosotras estamos siendo coherentes. Tenemos un programa electoral con el que nos presentamos a las elecciones. Ese programa electoral determinó la firma de un acuerdo de gobierno y ese acuerdo de gobierno es nuestro norte, es el faro que ilumina toda nuestra acción política.
Hay tanto ruido mediático, comunicativo y político que empaña y oculta medidas concretas que están aterrizando en los salones de los millones de hogares de nuestro país
A partir de aquí vamos a seguir peleando. Hemos sacado la Ley de Servicios de Atención a Clientela, hemos subido el salario mínimo interprofesional, hemos acabado con una reforma laboral completamente erosiva para los derechos de la clase trabajadora, hemos sacado adelante gafas gratuitas para los menores de 16 años, hemos abordado la cuestión de la migración y su reparto en el seno de las comunidades autónomas... Estamos abordando también la extinción de la Fundación Francisco Franco de una vez por todas... Estamos sacando adelante muchas cosas.
Lo que pasa es que hay tanto ruido mediático, comunicativo y político que empaña y oculta medidas concretas que están aterrizando en los salones de los millones de hogares de nuestro país. Y yo estoy aquí y este gobierno está aquí para defender los intereses de la clase trabajadora.
Le voy a preguntar un poco más por su socio de Gobierno de coalición y sus presuntos casos de corrupción. Santos Cerdán, José Luis Ábalos... ¿Dónde sitúan ustedes la línea roja para, en un momento dado, retirar el apoyo al Partido Socialista? ¿Están convencidas de que la mancha de aceite no se va a extender más?
Es una pregunta muy importante. Además, está muy vinculada a la de vivienda. ¿Por qué digo esto? Porque ahora mismo las dos principales preocupaciones de la ciudadanía son la vivienda, en primer lugar, y, en segundo lugar, la desafección política, y eso está íntimamente relacionado con esta cuestión que usted apunta, que es la corrupción. Nuestra línea roja la hemos dejado muy clara y tiene que ver con esa mancha de aceite. Ante la corrupción, somos muy firmes, somos muy claras.
Primero, porque no tenemos esa mancha dentro. Sabemos lo que es estar a la izquierda del PSOE y esto es muy importante que la gente lo sepa. Sabemos para qué hemos venido a trabajar aquí. A nosotras y a nosotros, en todos los niveles de la administración en los que hemos estado y me remito a muchos años atrás, nadie nos puede venir a decir que hemos utilizado fraudulentamente las instituciones o que hemos hecho uso de políticas en las que la corrupción es el eje vertebral. Nadie puede acusarnos de nada. Y aquí podemos, por lo tanto, ser totalmente ejemplares y ser además muy contundentes y muy firmes. En el momento en el que se demuestre que existe algo así como una financiación irregular del PSOE, que esta mancha penetra a lugares donde la ciudadanía no entendería que llegara, nuestra posición va a ser muy firme, como lo está siendo desde que saltó este asunto del señor Cerdán en mayo de este año.
Ábalos se encuentra en estos momentos en la cárcel. Ya han pasado por prisión provisional los dos últimos secretarios de organización del PSOE. ¿Para ustedes marca un antes y un después?
Que se investigue todo lo que tenga que investigarse. Caiga quien caiga y sea quien sea. Nos parece lamentable que algunos hayan podido aprovechar un momento como la pandemia del covid-19 para enriquecerse individualmente de manera fraudulenta y jugando con la seguridad y la vida de las personas.
Otro de los asuntos de actualidad es la condena del Tribunal Supremo al fiscal general. Sumar califica de "golpe judicial" esa condena. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su parte, dijo en la sesión de control de este miércoles que "el sistema judicial español es garantista". ¿Están de acuerdo?
El sistema judicial español debe ser garantista. Es que no es lo mismo hablar del ser que del deber ser. Y esto es importante decirlo. ¿Es garantista? Bueno, vamos a remitirnos a lo que ha sucedido en nuestro país con el caso del fiscal general del Estado. Lo que ha sucedido es que hay un sector político, una élite política, que está muy interrelacionada con una élite económica, que opera históricamente en nuestro país y que cree que puede seguirlo haciendo de una manera impune.
Lo que quiero es ver al señor González Amador sentado en un banquillo y siendo juzgado porque el presunto delincuente confeso es él
Y, además, están creciendo las encuestas, lamentablemente. Esa ola reaccionaria que tiene múltiples tentáculos en el ámbito mediático, comunicativo y político, también está en el ámbito judicial. Y no podemos negar esto porque sería mirar hacia otro lado. Hay una parte del Poder Judicial (no todo, lógicamente no vamos a entrar en generalidades vagas) que ha decidido dar un golpe encima de la mesa y deslegitimar políticamente a un gobierno elegido democráticamente en las urnas y hacerlo a través de unas artimañas que no proceden y que no deben ser, remitiéndome a esto del ser y el deber. A partir de aquí, tenemos que que contestar y empatizar con un sentimiento que está en la calle. Es que esto no se dirime en los despachos o a puerta cerrada. Esto está en la calle.
Se han producido concentraciones espontáneas en muchos puntos del país en solidaridad con el fiscal general del Estado, pero es que esas concentraciones que yo he visto y he escuchado no se quejan solo de lo que ha sucedido en relación al fiscal general del Estado. Esas concentraciones de lo que están hablando es del ataque que está sufriendo la democracia en nuestro país. De eso es de lo que hay que hablar, no solo del señor Álvaro García Ortiz.
De esto hemos conocido declaraciones públicas infinitas en los últimos días. Pero yo no quiero hablar solo del señor Álvaro García Ortiz. Yo de lo que quiero hablar es del ataque sistemático que está sufriendo nuestro Estado de Derecho social y de bienestar que tanto costó traer a nuestro país y que se ve ahora mismo amenazado por la extrema derecha, por una derecha que lo blanquea y un poder judicial que contribuye de una manera explícita y abierta a este proceso. Y voy a concluir aquí ya: yo lo que quiero es ver al señor González Amador sentado en un banquillo y siendo juzgado porque el presunto delincuente confeso es él.
Ahora le preguntaré también sobre ese auge de la extrema derecha y lo vincularemos con la Aliança Catalana. Pero antes quiero preguntarle por Movimiento Sumar. Este fin de semana celebraron su Conferencia Política, en la que propusieron una renta para los jóvenes de 550 euros, pero además hablaron de "candidaturas unitarias" para "no competir" con otras formaciones de izquierdas en las elecciones que vienen. ¿Qué grado de consenso encuentran entre el resto de partidos del espacio?
Yo creo que hay un consenso alto. Creo que aquí hay que hacer una reflexión, que además sea realista y tiene que ver con la altura política de las fuerzas que estamos en este espacio y de los dirigentes políticos que formamos parte del mismo. Creo que tenemos todos un objetivo común. No hay despistes porque lo que se viene es muy grande y lo tenemos enfrente.
"Tenemos que construir un proyecto de país que va más allá de este ciclo electoral"
Como le digo, quiero hacer mención de la altura política de las fuerzas que componen el espacio. Puede haber debates y diferencias, pero yo creo que hay que normalizar la conversación en el seno de nuestro espacio político. Esas diferencias son nominales. No son diferencias, de alguna manera, sustantivas, pero yo quiero ir a lo sustantivo, quiero ir a lo nodal, quiero ir a lo verdaderamente importante y prioritario, que es construir ese proyecto de país que va más allá del ciclo electoral que se va a abrir ahora. Nosotros estamos pensando en términos de décadas y en términos de situar encima de la mesa un eje programático que interpele a los sectores que se están viendo más excluidos de la conversación pública: la gente joven, las mujeres, los pensionistas, parados, paradas...
Tenemos que interpelar y volver a conectar con esa gente progresista e incorporarla a la conversación porque están enfadados e indignados y es normal que así sea. Y a partir de aquí, una vez que tengamos el programa, ir caminando de una manera colectiva, dialogada y cooperada, de la mano, para construir ese sujeto político a la izquierda del PSOE que tenga esa vocación de permanencia en nuestro país.
Pero Podemos anunció en abril que Irene Montero sería su candidata en las elecciones generales. ¿Cómo afecta a esa llamada a la unidad?
Son ellas y ellos, Podemos, los que tienen que responder a estas cuestiones. Yo creo que efectivamente no afecta en nada. Simplemente, lo que tenemos es una hoja de ruta común. Nosotras hemos sido muy claras con respecto a nuestra posición al respecto de construir este sujeto político común. Nuestra posición sigue siendo la misma. Somos muy firmes y muy coherentes a este respecto y yo creo que la gente ahí fuera no podría entender que sucediera otra cosa.
O sea que cuentan con Podemos.
Nuestra hoja de ruta es firme. Queremos desalojar al Partido Popular de todas las comunidades autónomas en las que está, atendiendo ahora al ciclo electoral autonómico que se abre, y a nivel del Estado vamos a poner en marcha todos los mecanismos que sean necesarios para frenar el ascenso de la extrema derecha. Y, por supuesto, al señor Núñez Feijóo.
Habida cuenta del futuro a priori negro para el espacio que dibujan las encuestas en estos momentos, ¿cuál es la receta de Sumar? ¿Temen que la fórmula del 23J no funcione esta vez?
Nuestra receta son políticas progresistas y de transformación social. Cuanto más se dé el giro social a este Gobierno, más se estarán situando las cosas del comer en la conversación pública y más abordaremos las cuestiones de fondo: vivienda, vivienda, vivienda. Este es el gran asunto. Esta es la gran receta. Esta es la gran solución que se tiene que poner encima de la mesa y, a partir de ahí, caminar todas juntas.
Vivienda, vivienda, vivienda: esta es la gran receta
La primera cita electoral es la extremeña. Sumar, en principio, no va en la lista de Irene de Miguel, pero apoya su candidatura. Si han explicitado su apoyo a la candidata de Unidos por Extremadura, ¿por qué no acompañan a Izquierda Unida, Podemos y Alianza Verde en la lista?
Nosotros y nosotras formamos parte de esa lista de una manera simbólica y esto es una cosa que quiero comentarle para que usted lo tenga en cuenta. Para nosotros, Unidas por Extremadura representa una candidatura de referencia en Extremadura. Es una candidatura que va más allá de la mera formalidad, del mero registro electoral.
Es un espacio político que lleva ya una andadura de más de siete años, que tiene a Irene de Miguel al frente de la misma haciendo un trabajo excepcional en el ámbito de Extremadura y, desde luego, nuestra posición es absolutamente de humildad y de generosidad, respetando los espacios que ya están constituidos e implantados en el territorio. Por supuesto, en todo lo que este espacio político nos pida y nos demande estaremos detrás.
Vox está al alza en las encuestas. Aliança Catalana también. Además, aparecen encuestas que sitúan el franquismo como algo más aceptado entre los jóvenes. ¿Por qué está ocurriendo?
Yo creo que se está intentando instalar este relato, este falso relato, de que la juventud es de extrema derecha en nuestro país. Mire, yo soy profesora de un instituto público de secundaria. Yo he estado muchos años como docente y tengo mucho contacto con con la gente joven, por suerte. Esto no es real, esto no es verdad.
Pero las encuestas dicen que sí.
Las encuestas hablan de que un tercio de los jóvenes (si no me equivoco ese es el dato) son de extrema derecha o tienen posiciones [cercanas]... Bueno, un tercio, ¿pero qué ocurre con los otros dos tercios de la juventud? Los otros dos tercios de la juventud sí que defienden políticas [progresistas], según esas mismas encuestas a las que hacemos referencia aquí. Quiero decir que yo creo que tenemos que ver el vaso medio lleno. Yo soy del equipo del vaso medio lleno. Se está intentando poner a la juventud un rostro de fascismo que no es real, que no obedece a la realidad y que no hace justicia a la población más joven.
Tenemos que recordar que precisamente los jóvenes y las jóvenes son los que han liderado las protestas y reivindicaciones más importantes en los últimos años en nuestro país. Puede empezar a hablar de los Fridays for Future, que, si usted recuerda, fueron precisamente esos movimientos, los viernes, que reivindicaban que "no existe un planeta B". Las manifestaciones o las movilizaciones feministas también están lideradas y protagonizadas por mujeres jóvenes y por hombres jóvenes.
Las de la vivienda también.
Y, efectivamente, en última instancia, iba decirlo también, las de la vivienda. Quiero decir que los jóvenes y las jóvenes de nuestro país, desde luego, abanderan la defensa de las políticas progresistas más a la vanguardia.
Eso no lo pongo en duda, pero ponía el foco en esa otra parte de los jóvenes. Quiero decir que si tomo como referencia su respuesta, pareciera que no hay nada de lo que preocuparse.
No, no. Hay que preocuparse y yo creo además que está muy bien traída esta pregunta porque sitúa la conversación. Hay lógicamente un ascenso de la extrema derecha y de la derecha en las encuestas. Usted apuntaba, por ejemplo, Aliança Catalana. Eso es innegable y obedece de alguna manera a una rebelión del Estado profundo contra ciertos sectores, ciertas políticas y un gobierno que ha sido legítimamente elegido en las urnas al que no le dejan gobernar o legislar y al que quieren coartar siguiendo prácticas muy antiguas y muy viejas.
Hay un ascenso de la extrema derecha que obedece a una rebelión del Estado profundo
Ante eso, lo que cabe es hablar de la respuesta que vamos a dar, es decir, lo que merece la pena es abordar cuál va a ser la respuesta progresista, social, desde el ámbito del feminismo, la juventud... En definitiva, los sectores más vulnerables. Y yo se lo digo con total claridad: la respuesta va a ser firme. Es decir, vamos a dar esta batalla, no hemos venido aquí (y lo digo como madre, no como coordinadora de un partido) a calentar ninguna silla. Yo he venido aquí a pelear y batallar para que la ola reaccionaria que está inundando el contexto internacional no tenga ni la mínima posibilidad de asomarse a las instituciones del Estado en nuestro país.
Es verdad que a veces se habla de la extrema derecha como una ola imparable, casi como si fuera un fenómeno natural. ¿Cree que hacen falta debates profundos en la izquierda sobre algunos temas que pone la extrema derecha encima de la mesa y que están arrastrando votos de un lado y de otro? Me refiero, por ejemplo, a cuestiones como la migración o la delincuencia. ¿Merece la pena que la izquierda debata también sobre ello o es mejor no entrar en esos marcos?
Hay que hablar de todos los temas que preocupan a la ciudadanía y que preocupan a la gente común y corriente. Yo creo que hay que hablar de todo. No debemos tener en ese sentido ningún miedo a abordar debates de fondo, como usted plantea, de migración o de otras cuestiones a las que hacía referencia. ¿Por qué vamos a tener que coartar estos debates si están instalados en la calle? Hablemos de la cuestión de la migración. Ahora bien, dentro de las preocupaciones que afectan a la ciudadanía, la migración tiene un porcentaje muy bajo con respecto a la vivienda o a la desafección política. Es decir, veamos quién está marcando la agenda política y sobre todo, a qué intereses políticos y económicos obedece.
Es posible que incluso desde una formación de extrema derecha como lo es Vox hayan hecho esa lectura, toda vez que están incorporando un discurso sobre vivienda que persigue el voto de aquella parte de la ciudadanía enfadada con los fondos buitre o, en Madrid, las políticas de vivienda de Ayuso. ¿Les preocupa?
Estamos en un momento político de alta tensión en el que vamos a golpe de titulares. Yo creo que los dirigentes políticos tenemos que sentarnos con calma, no dejarnos llevar por el ruido y por la política de titular y pensar con calma, abordar la situación del país y, a partir de ahí, trabajar. A mí lo que me preocupa es que Vox siga creciendo en las encuestas y pueda de alguna manera alcanzar cupos y cuotas de poder en el ámbito institucional. Eso sí me preocupa, pero más que preocuparme, me ocupa. Y eso está íntimamente relacionado con la la tarea y los deberes que tenemos por delante las fuerzas políticas progresistas de nuestro país.
Le pido, ya por terminar, un poco de pronóstico. Sumar tuvo un gran objetivo en este primer tramo de la legislatura, que fue la reducción de la jornada laboral. La tumbaron las derechas. ¿Cuál es el gran objetivo de cara a este segundo tramo?
Vivienda. Para nosotros nosotros, este es el objetivo fundamental y crucial. Abordar el tema de la vivienda. En las soluciones más inmediatas, que mencionábamos anteriormente, la prórroga de esos 300.000 contratos de alquiler, pero sobre todo abordar el problema de una manera estructural. Intervenir el mercado de la vivienda. Ponerle un coto, un freno. Regular los precios de los alquileres lógicamente de una manera ordenada y coordinada con las comunidades autónomas. También con las del PP, que se están rebelando de una forma ilegal contra aplicar la ley de vivienda. Tenemos que abordar de igual manera la regulación de los alquileres de temporada.
No podemos vivir en un país en el que se requieren 60 años de salario neto para comprar una vivienda
No podemos seguir viviendo en un país en el que se requieren 60 años de salario neto para poder comprar una vivienda. Este es un dato real. No nos lo podemos permitir en una democracia del siglo XXI y desde luego vamos a trabajar con total contundencia para que la vivienda sea el asunto prioritario no solo de la legislatura, sino también de lo que venga después.
*La entrevista se realizó el miércoles 26 de noviembre, antes de que el Tribunal Supremo decretara prisión provisional para José Luis Ábalos. La pregunta acerca de esa cuestión se ha añadido con posterioridad.

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