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Pedro Sánchez es investido presidente y conformará el segundo Gobierno de coalición progresista de la democracia

Sánchez obtiene 179 votos en el Congreso gracias a un abanico plurinacional formado por ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria, aparte de Sumar y del PSOE.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el momento de ser investido como presidente del Gobierno por mayoría absoluta. EFE/Javier Lizón

Miguel Muñoz

Una amplia mayoría parlamentaria ha votado a favor de la investidura de Pedro Sánchez como nuevo presidente del Gobierno. El actual líder del Ejecutivo en funciones y secretario general del PSOE ha conseguido el respaldo de 179 diputados y diputadas de hasta ocho grupos políticos diferentes.

Sánchez tiene ya el mandato del Congreso para conformar el segundo Gobierno de coalición progresista de la historia de la democracia reciente. Lo hará con Sumar, el espacio que lidera Yolanda Díaz y que integra partidos como Podemos, IU, Más País, Comuns, Compromís o Chunta Aragonesista o MÈS, entre otros.

No ha habido sorpresas, le han apoyado todos los diputados de los grupos socialista, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. Con todos ellos ha firmado acuerdos que incluyen medidas concretas más allá de la ley de amnistía, que ha sobrevolado el ambiente político durante las últimas semanas y el propio debate en la Cámara Baja.

Sánchez es presidente del Gobierno desde el año 2018, cuando presentó una moción de censura contra Mariano Rajoy por los casos de corrupción que asediaban al PP aquellos años. Gobernó en solitario hasta las elecciones de noviembre de 2019. Tras esos comicios, llegó a un pacto histórico con Unidas Podemos y Pablo Iglesias se convirtió en vicepresidente segundo.

Antes de aquella moción de censura y del posterior pacto con UP, Sánchez ya había intentado ser presidente del Gobierno en 2016. Pactó con Ciudadanos un acuerdo que no contaba con los apoyos parlamentarios suficientes. Aún así acudió al debate de investidura y lo perdió.

Ese año 2016 fue clave en la trayectoria política de Sánchez y del PSOE. El líder socialista se negó después a abstenerse en la investidura de Rajoy. La cúpula de su partido lo forzó a dimitir en un Comité Federal traumático que abrió en canal a los socialistas. Sánchez dimitió y, con él fuera, la inmensa mayoría de diputados del PSOE (excepto diez) se abstuvo y favoreció que Rajoy fuera presidente.

Meses después se presentó a unas primarias contra Susana Díaz y Patxi López. Con todo en contra, ganó el proceso y volvió a ser secretario general del PSOE gracias al apoyo mayoritario de unas bases que no perdonaron el favor a la derecha.

Sánchez se enfrenta ahora a una legislatura compleja, como reconocen de forma insistente en las filas socialistas. Los acuerdos con el resto de grupos deberían, en teoría, darle cierta estabilidad. Pero algunos de sus socios, especialmente Junts y ERC, ya han avisado que esa estabilidad, que permitiría ir aprobando leyes, solo se dará si el PSOE cumple los acuerdos. Sánchez tiene el reto de aunar a una mayoría muy diversa y llegar a consensos amplios con partidos de distintas ideologías.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, acudirá previsiblemente en la tarde de este jueves al Palacio de la Zarzuela para comunicar al rey Felipe VI el resultado de la investidura. La incógnita ahora, que no desvelan ni en Moncloa ni en el PSOE, es cuándo se conocerán los nombres de los integrantes del nuevo Consejo de Ministros. Podría ocurrir este fin de semana, pero antes, probablemente este viernes, Sánchez acudirá a la Zarzuela para jurar su cargo ante el monarca.

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