El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acordado con las autoridades de Irak celebrar el próximo año en Bagdad, la capital del país, una reunión de la Comisión Mixta Económica y Comercial para "impulsar aún más" la "excelente" relación bilateral. 

Así lo ha anunciado Sánchez este jueves en su viaje a Irak, durante una declaración institucional junto al primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani. "Y tengo la certeza de que estos lazos van a seguir fortaleciéndose aún más en los próximos tiempos", ha apostillado Sánchez poniendo el foco en que la relación bilateral tiene un "enorme potencial" de crecimiento.

El jefe del Ejecutivo ha avanzado que España e Irak van a adoptar una declaración conjunta "muy importante" con una hoja de ruta para la futura colaboración entre los dos países, en la que se fijarán objetivos "ambiciosos" en los ámbitos político, económico, comercial, cultural y educativo. Además, ha trasladado al Gobierno iraquí "el interés y el compromiso" de un gran número de empresas españolas para trabajar de manera conjunta con los socios iraquíes para el desarrollo del país asiático.

Para demostrarlo, Sánchez dio especial importancia a la presencia de  una delegación de representantes de empresas españolas en este viaje. Según él, son "el reflejo del interés y la mejor garantía de una creciente y exitosa cooperación que seguro va a redundar en términos de crecimiento económico, de desarrollo empresarial y de empleo en Irak".

Compromiso español con la seguridad en Irak

El presidente español ha querido destacar también el compromiso de su país con la seguridad y la estabilidad de Irak. En su viaje le han acompañado tropas españolas y ha hecho hincapié en que, desde mayo, un general español ha estado al frente de la misión de entrenamiento de la OTAN en Irak. "Este compromiso con la seguridad de Irak va a continuar por parte de España", ha garantizado el presidente del Gobierno.

Además, Sánchez ha dialogado con el primer ministro iraquí sobre el conflicto entre Israel y Hamás, señalando que ambos rechazan la muerte de civiles, especialmente de "los miles de niños y niñas que están muriendo en Gaza", así como las "graves" consecuencias humanitarias que está provocando la invasión israelí en Gaza.

"Reclamamos el fin de las hostilidades y un alto fuego permanente", ha expresado. Además, ha hecho un llamamiento al resto de países expresando que las partes enfrentadas deben centrarse en encontrar una solución y abrir un proceso político "serio y creíble" que desemboque en el reconocimiento del Estado palestino por parte de la comunidad internacional.