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El PP intenta justificar sin éxito el blindaje de Barberá en el Senado

Los conservadores aseguran que el aforamiento ininterrumpido de la exalcaldesa viene por ser senadora autonómica, pero el Reglamento exige una ratificación de esa condición por parte de las Corts Valencianes si se convocan elecciones generales.

Alberto Fabra y Rita Barberá en su primer día en el parlamento del Senado. EFE

ANA PARDO DE VERA

Las críticas al PP por mantener a Rita Barberá en la Diputación Permanente del Senado para blindar su condición de aforada en caso de tener que repetirse las elecciones generales han cogido por sorpresa a sus dirigentes, sobre todo, en cuanto a los reproches más duros, que han llegado del propio PP en la Comunitat Valenciana. La formación valenciana, según una información recogida por El Mundo, habría mostrado su incomprensión por este "paso atrás" de la dirección nacional del partido, que habría recibido presiones de la propia Barberá para continuar como aforada.

El rechazo del arco parlamentario y de sus propios compañeros, ha llevado al PP a tratar de justificar el blindaje de la exalcaldesa de Valencia por su condición de senadora autonómica, electa por las Corts Valencianes, y no por mantenerse en la Diputación Permanente, el órgano de la Cámara que garantiza la continuidad parlamentaria entre periodos de sesiones y entre legislaturas y que, por tanto, garantiza asimismo la continuidad del aforamiento a sus miembros (35 en el Senado) aun celebrándose unos comicios.

Corregidos por el Reglamento

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos que el Partido Popular está haciendo por disculpar su manga ancha con la senadora Barberá, el Reglamento del Senado aclara perfectamente que la excusa conservadora para ser dejar de ser blanco de críticas está muy mal lograda.

Fuentes de la Cámara Alta, de hecho, han explicado a Público que, si bien el artículo 1, en su apartado 2, admite que "los Senadores designados por las Comunidades Autónomas presentarán, asimismo, credencial expedida por el órgano correspondiente de la Asamblea de la Comunidad Autónoma", como la que tiene Barberá, "los Senadores designados para un periodo no coincidente con la legislatura del Senado presentarán tras las elecciones al mismo nueva credencial o certificación que acredite la vigencia de su designación, de conformidad con la legislación correspondiente".

En caso de convocarse otras elecciones generales y disolverse las Cortes, por tanto, Barberá se vería obligada a solicitar de nuevo la acreditación de su escaño a las Corts Valencianes, por lo que su aforamiento se vería interrumpido hasta que el parlamento autonómico cumpliese el trámite, en su caso.

De ahí que las fuentes consultadas en la Cámara Baja insistan en la "necesidad" de que la exalcaldesa valenciana tenga que pertenecer a la Diputación Permanente si no quiere —ni ella ni el PP— que su condición de aforada peligre en un momento donde parece que cada vez se estrecha más sobre ella el cerco de la corrupción de los conservadores valencianos.

Mientras el PP trata de dar una imagen de dureza con Barberá, ésta se ha mostrado muy enfadada con el partido, pues cree que no se le ha defendido como merece cuando ni siquiera está imputada-investigada, según ha informado Europa Press citando a fuentes muy cercanas a la senadora.

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