Los presos políticos de la dictadura exigen la retirada de 45 símbolos franquistas en Ferrol

El colectivo de presos políticos de la dictadura ha reclamado al pleno del Ayuntamiento de Ferrol que retire antes de las elecciones municipales del próximo mes de mayo 45 símbolos franquistas de las calles de la ciudad y de las instituciones locales. Se trata de 24 distinciones honoríficas; 17 placas, cuadros, esculturas y escudos, y cuatro calles dedicadas a honrar la memoria de ministros y altos cargos de los gobiernos de Franco así como a empresarios, militares sublevados, falangistas, militantes de ultraderecha y otras personas que apoyaron el golpe de Estado del 36 o que participaron en la represión posterior.

Entre los símbolos cuya retirada se reclama figuran un retrato y un busto del anterior jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón, así como la medalla de oro que el Ayuntamiento le concedió en 1982. Los presos políticos consideran que el monarca emérito no merece esas menciones porque "nunca ha condenado la dictadura franquista" sino que, al contrario, "ha manifestado su admiración por el dictador", quien le designó su sucesor y a quien estaba "muy agradecido" por ello. Sólo seis días después de la muerte del tirano y solo cuatro días después de su propia proclamación como rey, en la que reconoció expresamente "la legitimidad política surgida del 18 de julio de 1936", Juan Carlos otorgó a su familia los títulos del Ducado de Franco y el Señorío de Meirás.

La petición, que incluye también que se inaugure antes del 28 de mayo un Memorial de las Víctimas del Franquismo ya previsto por el consistorio, se realizó en la noche del pasado jueves durante el pleno municipal, en el que los peticionarios sólo pudieron tomar la palabra a partir de las diez de la noche. Su petición sólo contó con el apoyo de Ferrol en Común (dos concejales) y del BNG (dos ediles), mientras que el PP (12) votó en contra. El PSOE del alcalde de la ciudad, Ángel Mato, que gobierna con ocho escaños gracias al apoyo de los dos primeros partidos, se abstuvo y anunció que convocaría una mesa con las víctimas de la represión para estudiar sus reclamaciones.

Los presos políticos, entre los que se encuentran obreros y obreras, políticos, sindicalistas, intelectuales y profesores, recordaron que tras el golpe de Estado de 1936 el bando franquista asesinó a más de mil personas en la comarca de Ferrolterra, entre ellas los alcaldes Xaime Quintanilla Martínez y Alejandro Porto Leis, así como al exministro de la Armada y contralmirante Antonio Azarola, jefe del Arsenal Militar de la localidad y quien se mantuvo fiel a la  República. También que la represión durante la guerra y tras ella provocó "un genocidio" de opositores políticos en Galicia y en el resto del Estado.

Los símbolos denunciados homenajean a personas que tuvieron que ver con aquellos actos. Entre muchos otros, el arzobispo franquista Bejamín de Arriba y Castro; los militares o falangistas Juan Cardona Rodríguez, Enrique Salgado Torres; José María Martínez y José María López Ramón, quien fuel alcalde bajo la dictadura; a los ministros franquistas Gonzalo Fernández de la Mora José María Martínez y Sánchez-Arjona; Manuel Lora Tamayo; José Vigón, Fernando Suárez de Tangil; y a empresarios como Pedro Barrié de la Maza, banquero y testaferro de Franco, y José María González Llanos, también militar, director de Bazán y fundador de Astano.

"Mantener hoy en Ferrol esa simbología franquista es una ilegalidad y una humillación para las víctimas del franquismo, también para los familiares de aquellos militares que fueron asesinados por defender el Gobierno legítimo de la República", aseguran los presos políticos. Aunque apoyan y participan en la construcción de un Memorial de las Víctimas de Franco, consideran que esa iniciativa es "contradictoria con la permanencia de calles y distinciones a los responsables de aquellos crímenes, que participaron en la sublevación de 1936, en la represión u ocuparon cargos públicos relevantes en la dictadura".

Los presos apoyaron su petición con la documentación que demuestra que la permanencia de esos símbolos es incompatible con la legalidad española, recuerdan que numerosos ayuntamientos de Galicia y de todo el Estado español, también muchos gobernados por el PSOE y el PP, han retirado calles, placas, distinciones y menciones de las mismas personalidades. Sostienen, además, que no sólo vulnera la Ley de Memoria Democrática, sino también las normas internacionales a las que España está sujeta.

En ese sentido, recuerdan el texto de la resolución 39 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 12 de diciembre de 1946: "De acuerdo con su origen, naturaleza, estructura y conducta general, el régimen de Franco es un régimen fascista basado en el modelo de la Alemania nazi de Hitler y la fascista de Mussolini". "¿Queda en Alemania o en Italia alguna estatua, como la de Ferrol, que exalte a algún almirante o contralmirante de la Armada nazi o fascista?", se preguntan.