Así pretende el Gobierno revolucionar las elecciones en las federaciones deportivas para dar más poder a las mujeres

El movimiento #SeAcabó removió hace unas semanas los cimientos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a raíz del beso forzado de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en la final del Mundial, que ganó España en Sydney. Aquella agresión fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de las futbolistas, que vieron cómo el hito más importante de sus carreras se veía ensombrecido por la actitud machista de su máximo dirigente.

Lejos de rectificar y pedir perdón, Luis Rubiales emprendió una huida hacia delante que dio lugar a la famosa Asamblea Extraordinaria de la RFEF en la que muchos de los vicios que viene arrastrando la federación a lo largo de los años se vieron retratados.  No solo no dimitió, sino que justificó sus actos y arrastró consigo a todos los que acudieron a la cumbre, que le rindieron pleitesía.

En aquel momento, las preguntas asaltaron a la opinión pública. ¿Qué hacía falta para echar a Rubiales?, ¿cuál era el proceso que se podría abrir para regenerar la federación?, ¿por qué en dicha Asamblea solo había seis mujeres de 140 miembros?

Desde entonces se han ido dando pasos. Rubiales dimitió forzado por los acontecimientos y la presión de la FIFA. También fue despedido el seleccionador, Jorge Vilda, y otros miembros del staff directivo de la federación. Y las jugadoras entendieron que era el momento de que se hicieran realidad todas las reclamaciones que habían caído hasta ahora siempre en saco roto.

La cumbre en el hotel de Oliva, con el CSD de mediador, se tradujo en acuerdos concretos y la semana pasada se firmó en la Ciudad del Fútbol el convenio por el que se ha creado una comisión mixta que va a trabajar por impulsar la igualdad efectiva en el fútbol español.

El Gobierno pretende aprovechar la ola generada para acometer una renovación profunda de los procesos de elecciones en todas las federaciones

Pero más allá de los cambios concretos que se han producido en la federación de fútbol, el Gobierno pretende aprovechar la ola generada para acometer una renovación profunda de los procesos de elecciones en todas las federaciones deportivas y otorgar más protagonismo en influencia a las mujeres.

Así lo expresaba el pasado martes el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, en la jornada organizada por Público sobre el machismo en el deporte. "Ha empezado una revolución en el deporte y muchas veces es la sociedad y el movimiento feminista el que nos marca el paso. Por eso, las instituciones no podemos perder el compás, no podemos dejar de estar a la altura de lo que se exige de nosotros", aseguró.

Una orden ministerial para renovar las elecciones

Iceta recordó que su departamento ya está preparando la orden ministerial por la que se va a modificar la regulación de las elecciones en las federaciones. En estos momentos ya está en la fase de audiencia pública, que se extenderá hasta el 3 de noviembre. La estimación es que la orden se pueda aprobar a finales de año o principios de 2024. Hay que recordar que las elecciones en la mayoría de las federaciones se celebran en año olímpico y 2024 lo es, por lo que el reglamento que las regula debe estar aprobado lo antes posible.

Los cambios que se pretenden incorporar giran en torno a cinco grandes ejes: impulsar la igualdad, la inclusión, la democracia, la transparencia y el buen gobierno de las estructuras federativas.

El objetivo principal que se ha marcado el Gobierno es acabar con la enorme desigualdad entre hombres y mujeres que todavía existe en las estructuras de poder del deporte español

El objetivo principal que se ha marcado el Gobierno es acabar con la enorme desigualdad entre hombres y mujeres que todavía existe en las estructuras de poder del deporte español. En estos momentos, solo tres de las 66 federaciones deportivas que hay en España están presididas por mujeres. Elisa Aguilar, elegida a principios de este mes de octubre presidenta de la Federación de baloncesto, ha sido la última en incorporarse a este reducido club del que forman parte Asunción Loriente, que dirige la Federación de remo desde 2018, e Isabel García Sanz, máxima mandataria de la Federación de salvamento y socorrismo, aunque esta no es olímpica.

Estas tres mujeres apenas representan el 4,5% del total de presidentes federativos. La situación no es muy distinta en el caso de las federaciones autonómicas, donde únicamente un 7% de ellas están presididas por una mujer. El porcentaje mejora en las juntas directivas de las federaciones: de media, el 35% de sus miembros son mujeres, según un estudio publicado en mayo de 2022 por la Asociación del Deporte Español (ADESP) y apadrinado por el CSD. Ese mismo estudio señala que en las comisiones delegadas las mujeres apenas representan el 13%. Además, de media, en el deporte español las mujeres sólo ocupan el 25% de los puestos de entrenadoras y de árbitras.

Ante este escenario, el Gobierno ha puesto el foco en incrementar la representación de las mujeres en las asambleas generales, que son los órganos responsables de elegir a los presidentes o presidentas de las federaciones. Las asambleas tienen representación de diversos estamentos como los deportistas, técnicos, árbitros y clubes. A partir de ahora, esos estamentos deberán tener una cuota obligatoria de mujeres en función del número de licencias femeninas que tenga cada federación.

Más democracia y más transparencia

También se exige como novedad que su reglamento electoral recoja expresamente las medidas incluidas en la ley de Igualdad respecto a la participación de la mujer en órganos de gobierno y que tanto las comisiones delegadas como gestoras de cada federación cuenten con, al menos, un 40% de mujeres.

Otro eje fundamental es garantizar una mayor democracia en los procesos electorales de las federaciones

Otro eje fundamental es garantizar una mayor democracia en los procesos electorales. Para ello, se eliminarán los miembros natos de las asambleas generales. Hasta ahora los miembros natos eran, además del presidente, todos los presidentes de las federaciones autonómicas y los delegados en las comunidades en las que no hay federación autonómica. Eso se va a terminar y, salvo el presidente, todos los miembros deberán ser miembros electos. Es decir, que podría darse que el representante de una federación autonómica en la asamblea fuera un jugador o un árbitro, por ejemplo.

Se amplían, asimismo, las condiciones de electores y elegibles para facilitar el acceso a cargos de representación a toda persona federada mayor de edad que haya participado en alguna competición o actividad de dicha federación. Y se establece como obligatorio establecer mesas electorales en las diferentes autonomías, cuando el número de licencias en esa comunidad sea igual o superior al 10% del total.

Para mejorar también la transparencia de las elecciones, a partir de ahora el sufragio será igual, libre, directo y secreto. En el voto por correo se deberá acreditar la identidad del votante mediante DNI o pasaporte, requisito que hasta ahora no era necesario. Y las federaciones deberán difundir sus elecciones a través de las redes sociales y sus páginas web para alcanzar a los federados más jóvenes.

Se endurecen también las condiciones para ser candidato o candidata tanto a la asamblea general como a la presidencia y no podrán optar a esos puestos quienes incurran en causas de incapacidad, incompatibilidad, ilegibilidad o hayan sido condenados por sentencia judicial firme, por las federaciones nacionales o internacionales o por tribunales deportivos. Por último, con esta nueva orden se impulsa la inclusión de personas con discapacidad en las asambleas generales.