El PSOE cede a Sumar la iniciativa de las negociaciones con Puigdemont
Los socialistas hablarán también directamente con Junts pero no obstaculizan, pese a desmarcarse, las conversaciones de Yolanda Díaz.
Madrid-Actualizado a
Diálogo y discreción. Es la "senda" que sigue el PSOE para negociar la investidura de Pedro Sánchez tras el presumible fracaso de Alberto Núñez Feijóo a finales de septiembre. Un mensaje que choca con la imagen de este lunes en Bruselas. Yolanda Díaz y Carles Puigdemont hablaron allí durante tres horas.
La primera foto con el expresident de Catalunya ha sido para la vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar. Un gesto muy simbólico del que rápidamente se desmarcaron en las filas socialistas. Fuentes de Moncloa y del PSOE recalcaron que Díaz no fue a la capital belga en representación del actual Gobierno de coalición en funciones.
Para el entorno de Sánchez, su vicepresidenta, como líder de su formación política, puede ir donde quiera de forma legítima. Los socialistas se quedan ahí. Tras el comunicado conjunto realizado por los equipos de Díaz y Puigdemont no cambiaron su versión de los hechos.
Es decir, los socialistas no entrarán en disputas por ver quién lidera de forma pública las conversaciones con Puigdemont y ceden ante la iniciativa de Díaz. La orden es no entrar a confrontar con sus socios de Gobierno pese a las diferentes estrategias de PSOE y Sumar. "No tiene por qué suponer un problema", conceden algunas fuentes del ala socialista del Ejecutivo.
Todo esto no quiere decir que los socialistas rechacen hablar con Junts o con el propio Puigdemont. De hecho las conversaciones con el partido catalán ya se vienen produciendo desde el mes de agosto y cristalizaron en el acuerdo para la conformación de la Mesa del Congreso.
El PSOE, por tanto, habla directamente con Junts pero no obstaculizará ni desautorizará, más allá del mensaje lanzado este lunes, las conversaciones de Díaz. La realidad es que Díaz ha dado un paso más al verse personalmente con el expresident, tomando la iniciativa. Ella misma ya había anunciado que se implicaría "al máximo nivel" en las conversaciones para formar Gobierno. Y así ha sido.
La mirada de los socialistas está puesta ya en el mes de octubre. La intención de Sánchez es que su investidura sea lo más rápida posible una vez fracase el líder del PP. Esto llevaría la investidura, previas consultas de Felipe VI y la designación, alrededor de mediados del mes de octubre.
Entre medias hay una importante cita en Granada con el resto de jefes de Estado de la UE enmarcada en la presidencia española de turno fijada para los días 5 y 6. La agenda internacional del presidente en funciones no parará y en las próximas fechas visitará India con motivo de la Cumbre del G-20. También está prevista su presencia en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Por su parte, el PP sigue con su empeño de rellenar este mes de septiembre con reuniones de cara a su investidura. Este martes, Feijóo se encontrará con el líder de Vox, Santiago Abascal, en el Congreso. Los populares, a través de su portavoz Borja Sémper, criticaron duramente este lunes la reunión entre Díaz y Puigdemont. Pero a la vez se mantuvieron en la posición de que deben hablar con Junts.
"Altura de Estado"
La reunión en Bruselas opacó el acto de inauguración de un curso político atípico realizado por Sánchez en el Ateneo de Madrid. La agenda política la marcaron en Bélgica. Sánchez no supo del encuentro, según destacan en Moncloa, hasta la noche del domingo, cuando Díaz ya prácticamente viajaba.
El líder del PSOE no se refirió de forma expresa en ningún momento a este encuentro. Tampoco a Puigdemont. Pero sí, y mucho, a la cuestión de Catalunya. En líneas generales defendió seguir dando pasos para dejar atrás la "fractura" creada en 2017. Todo con la ley de amnistía que reclaman los partidos independentistas de fondo.
Hubo un par de mensajes interesantes que demuestran la voluntad del PSOE de convencer al partido de Puigdemont. Y una referencia expresa a Sumar. Llegó hacia el final de su discurso. Sánchez quiso "agradecer a todas las fuerzas políticas la altura de Estado en su voluntad de entenderse con el PSOE y Sumar".
"Son muchas las cosas que nos separan, pero muchas las que nos unen. El diálogo es más eficaz que el enfrentamiento", sentenció el presidente en funciones, quien también debe convencer todavía a otras fuerzas como PNV, EH Bildu, ERC o BNG para que apoyen su investidura. Mientras tanto, "22 días de la marmota" hasta que Feijóo vaya al Congreso, como bromeó el líder del Ejecutivo en su intervención.
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