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El PSOE pone a prueba en Zaragoza el giro a la izquierda de su política municipal tras el 20-D

El PSOE pondrá a prueba en Zaragoza en las próximas semanas, durante la tramitación de los presupuestos, el giro a la izquierda que sus grupos municipales han comenzado a poner en práctica, tras el 20-D, en las principales ciudades gobernadas por listas de confluencia.

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve (ZeC), ha presentado este martes el proyecto de Presupuestos municipales flanqueado por la vicealcaldesa, Luisa Broto, y el concejal de Economía, Fernando Rivarés.

ZARAGOZA.- El PSOE testeará en Zaragoza el giro a la izquierda que sus grupos municipales han comenzado a dar en las últimas semanas, tras el 20-D, en los ayuntamientos gobernados por listas de confluencia de las principales ciudades de España.

El alcalde de la capital aragonesa, Pedro Santisteve, de Zaragoza en Común (ZeC), hizo este martes un llamamiento “a remar todos juntos” al presentar el proyecto de Presupuestos municipales para el año que viene. En ellos, dijo, “están incluidos las políticas sociales y de empleo que negociamos el acuerdo de investidura” con PSOE y Chunta Aragonesista (Cha).

La apelación llega cuando todavía no ha pasado una semana desde que los socialistas rechazaron en el pleno, junto con PP y Ciudadanos, las alegaciones con las que el equipo de gobierno municipal hizo un último intento por revocar las ordenanzas fiscales que dos meses antes habían impuesto esas mismas tres formaciones. “Espero que ahora no ocurra lo mismo que con las ordenanzas”, señaló.

La llamativa sintonía PSOE-PP en Zaragoza y Galicia

El PSOE ha comenzado a virar a la izquierda en varios de los nuevos ayuntamientos de ciudades que pasaron a ser gobernados por candidaturas de confluencia tras el 24-M. En Madrid, el rechazo inicial a subir el IBI junto con PP y C’s se transformó el pasado 23 de diciembre en el apoyo a los presupuestos de Carmena, en los que el gasto social crece un 26%. Los socialistas sumaron ese mismo día sus votos a los de Compromís en Valencia, lo mismo que el PSC hacía este martes en Barcelona para sacar adelante las ordenanzas fiscales de Colau junto con BComú, las CUP y ERC.

La tramitación de los presupuestos de la capital aragonesa, que ZeC espera tener aprobados a finales de febrero, se perfila como uno de los principales test, a nivel federal, de ese incipiente giro a la izquierda de las posiciones municipales del PSOE tras el 20-D, que llega después de meses de sintonía con el centro-derecha en asuntos clave como los fiscales.

El examen tiene otras tres interesantes convocatorias en Galicia, donde populares y socialistas se aliaron para imponer la política tributaria en ciudades como Santiago o Ferrol mientras Marea Atlántica enfila en A Coruña la negociación de sus cuentas con el PSdG tras haber aprobado hoy juntos las tasas.

Partidas sobredotadas para poder “tapar agujeros”

El presupuesto que este martes ha presentado Santisteve, que lo calificó de "realista y honesto dada la situación de colapso financiero del Ayuntamiento y la gran deuda acumulada", asciende a 744 millones de euros, más de la sexta parte de los cuales irá destinado a políticas sociales – su asignación crece un 30% para superar la sexta parte del total- y que incluye un drástico recorte: el 40% de los gastos de representación y las partidas de protocolo y de publicidad institucional.

Las cuentas prevén reducir un 16% la cantidad dedicada a pagar intereses de la deuda, que se verá reducida en doce millones el año que viene; contemplan que el consistorio ingrese casi otros cinco mediante la venta de dos párquings –el de la calle Moret y el del parque Bruil- y del edificio del antiguo conservatorio de la calle San Miguel, y, por último, modifican la política de infradotación de las partidas de algunos servicios esenciales para implementar una de sobredotación destinada a cubrir los gastos del año y a ir tapando agujeros.

En este sentido, crece en 21 millones la asignación para limpieza viaria, basuras, suministro de agua, alumbrado, suministro de electricidad, ayudas de urgente necesidad -pasan de 7,3 a 12,4 millones- y prestaciones domiciliarias. “Se trata de que las partidas tengan la dotación que realmente necesitan”, explicó el concejal de Economía, Fernando Rivarés, que cifró entre “medio millón y un millón y medio” los fondos asignados a cada uno de esos programas “para tapar agujeros”.

Un fondo para captar pisos vacíos y otro para promover vivienda social

El proyecto, por último, incluye iniciativas como la remodelación del Mercado Central, el aumento de las actuaciones urbanísticas en los barrios y la creación de un fondo de 1,2 millones para captar viviendas vacías y de otro de 700.000 euros para promover viviendas sociales de alquiler.

Rivarés, que destacó que la renegociación de acuerdos con los bancos y con las empresas que gestionan contratas municipales –“aquello que no se podía hacer, ¿os acordáis?”, ironizó- permitirá un ahorro de varios millones, se mostró consciente de que la negociación para sacar adelante las cuentas será dura para ZeC.

“No tenemos la mayoría en la comisión de Economía ni en el pleno, y eso nos obliga a mejorar”, señaló, antes de anotar que “huimos de las mayorías de madera de palo que han hundido este país”.

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