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Sánchez, abocado a nombrar perfiles políticos para el nuevo Gobierno ante una legislatura agitada

El recién investido presidente busca un Ejecutivo que pueda hacer frente a una oposición de PP y Vox que se prevé más dura aún que estos últimos cuatro años.

La vicepresidenta tercera en funciones y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera (1d), saluda al recién nombrado presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (1i), tras finalizar la segunda sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez como presidente de Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 16 de noviembre de 2023, en Madrid. Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Miguel Muñoz

“Va a ser una legislatura dura y compleja. Pero hay que ser firmes”. Estas palabras de un integrante de la dirección federal del PSOE resumen las sensaciones en el partido tras lograr este jueves la ansiada investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas son conscientes de las dificultades que afrontarán desde ahora. Para superarlas, el recién investido presidente del Gobierno está abocado a formar un Consejo de Ministros con un perfil más político que en ocasiones anteriores.

Esa al menos es la idea que tienen en Moncloa y Ferraz. Principalmente por la crispación y tensión que promoverán, como ya se ha visto incluso antes de la investidura, la oposición del PP y Vox. La necesidad de hacer pedagogía política para reforzar la hoja de ruta del Gobierno de coalición progresista entre PSOE y Sumar. Las intervenciones de Sánchez y Yolanda Díaz este miércoles en el Congreso ofrecieron algunas pistas en este sentido.

Desde el PSOE muestran su total indignación y cierta preocupación por los sucesos ocurridos en los últimos días. A las manifestaciones de la extrema derecha en la sede de Ferraz y los ataques a diferentes sedes socialistas en todo el país le siguieron este jueves una agresión directa a cuatro de sus diputados antes del debate en el Congreso.

Ferraz apunta directamente a la responsabilidad del PP en el clima de crispación creado. Para ello, un ejemplo que especialmente ha molestado en las filas socialistas. Desde la cuenta en X (antes Twitter) del Grupo Parlamentario Popular se ha ido señalando uno por uno a los 121 diputados del PSOE. “Que hagan esto la misma mañana donde se les ha agredido a cuatro de ellos es grave”, destacan fuentes socialistas.

Sánchez también lanzó un dardo desde la tribuna a los “medios de comunicación tradicionales” que contribuyen a este señalamiento. La oposición de la “derecha mediática” también se prevé intensa según Ferraz.

Pero en el PSOE se ha hecho conocida ya una frase que ha repetido Sánchez de forma reciente en todo este contexto. “No nos van a amedrentar”. Se busca por tanto una reafirmación de los valores del PSOE. Poner pie en pared y no abrir grietas que pudieran dar más alas aún a la oposición que liderará Alberto Núñez Feijóo, al que ven en Ferraz subordinado a Vox.

Un ejemplo que puede anticipar el carácter que tendrá esta legislatura y el perfil político a seguir es la intervención en la investidura del portavoz socialista, Patxi López. “Nos ha puesto las pilas”, destacaba al terminar ese discurso un diputado del PSOE. El portavoz del grupo socialista en el Congreso hizo una intervención de firmeza, de reafirmación interna, con mensajes directos para su militancia y una reivindicación de la historia de los socialistas.

“Es el momento de la alta política”, han repetido los socialistas en el contexto de estas últimas negociaciones, especialmente intensas con Junts y ERC a cuenta de la ley de amnistía. El PSOE estará en una suerte de negociación permanente durante toda la legislatura para ir cumpliendo los acuerdos firmados. Para ello, harán falta en el nuevo Ejecutivo varios perfiles negociadores.

Si el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos desarrolló un enorme torrente legislativo, con más de 200 iniciativas aprobadas, la aritmética de la próxima legislatura prevé una menor producción. Algunas fuentes socialistas deslizan ya que los próximos años el objetivo es blindar lo ya aprobado y seguir avanzando lo que se pueda. La tarea de consensuar ciertas medidas a la vez con partidos tan diferentes como Sumar, PNV, Junts, EH Bildu o ERC no será fácil.

Otro eje que planeará sin duda sobre los próximos meses es el asunto territorial y las cuestiones relacionadas con la financiación autonómica. El Gobierno quiere abordar una reforma pendiente desde hace demasiado tiempo. Para ello tendrá que contar con el PP, que tiene la mayor parte de poder autonómico, así como con los independentistas catalanes y vascos. Sánchez no eludió el asunto en sus respuestas a EH Bildu y PNV, por ejemplo.

Las quinielas para los ministerios

La gran incógnita que queda todavía por despejar es cómo será, nombre a nombre, el próximo Gobierno. Tampoco se conoce cuándo lo anunciará Sánchez ni cuántos ministerios habrá. Se espera, según el ambiente que late en el PSOE, que Sánchez reduzca el número de ministerios. Actualmente son 22 y se esperan algunas fusiones para llegar a esa reducción.

“El único que sabe los planes a ciencia cierta es Sánchez”. Es el mensaje que repiten estos días de forma incesantes las múltiples fuentes consultadas por Público. También lo corroboran en Sumar. El líder socialista suele jugar con el factor sorpresa en sus nombramientos aunque las quinielas se suceden y han copado gran parte de las conversaciones de esta semana en los habituales corrillos que hay entre periodistas y políticos en el Congreso.

Y en ese marco es donde aparecen normes que encajarían en el nuevo gabinete. ¿Ximo Puig? “Veremos”, responden fuentes cercanas al expresident de la Generalitat Valenciana. ¿Óscar Puente? “Es posible”, destacan otras fuentes. Hay quien señala como posibles incorporaciones también a la secretaria de Política Internacional del PSOE, Hana Jaloul, al jefe de gabinete de la Presidencia del Gobierno Óscar López. Se da por seguro también que habrá una nueva incorporación procedente del PSC.

Respecto a los valores seguros, las fuentes consultadas coinciden en tres ministros: María Jesús Montero, Félix Bolaños y Teresa Ribera. Los dos primeros han tenido mucho peso en el Gobierno y en las negociaciones de investidura. Ribera es una figura clave en un asunto prioritario para Sánchez como el cambio climático y la transición energética. Más incógnitas hay con otros nombres como el de la actual portavoz, Isabel Rodríguez o la ministra de Educación y portavoz de la Ejecutiva socialista, Pilar Alegría.

Sánchez podría anunciar el nuevo Gobierno este mismo fin de semana. Algunas fuentes destacan que de ese modo, si se hace el sábado, se contraprogramaría las nuevas manifestaciones convocadas por el PP contra la ley de amnistía. “Este fin de semana hay que quedarse en Madrid por si acaso”, destaca una ministra del actual Gobierno.

Respecto a los ministerios de Sumar, el reparto definitivo está pendiente todavía de una última reunión entre Sánchez y Díaz, como publicó este medio. Los nombres que se barajan son cinco, incluida la propia Díaz: Pablo Bustinduy, Mónica García, Ernest Urtasun y Sira Rego. Pero de nuevo, y como suele pasar con estas decisiones, el factor Sánchez será el definitivo.

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