La seguridad vecinal, el pretexto de Albiol para perseguir la pobreza en Badalona
Activistas de la ciudad denuncian que el alcalde del Partido Popular estigmatiza a los migrantes y a las personas sin hogar a través de acciones como el cierre del albergue de Can Bofí Vell o el desalojo del edificio B9.
Barcelona-Actualizado a
"Limpiando Badalona". Un eslogan que, junto a una foto en primer plano de Xavier García Albiol, llenó carteles en toda la ciudad durante la campaña para las elecciones municipales de 2015. Se trataba de una declaración de intenciones desacomplejada, que dibujaba la aporofóbica línea de actuación política que tomaría el candidato del PP si volvía a ganar entonces y que, lamentablemente, no ha cambiado con el tiempo.
En 2015 aseguró que una de sus prioridades en el cargo sería "continuar limpiando Badalona de todo lo que no gusta y que causa problemas a los vecinos", añadiendo un "supongo que ya me habéis entendido" a sus explicaciones.
Albiol ganó los comicios con un 34% de los votos hace nueve años, pero no fue investido debido a un pacto entre las fuerzas de izquierda. Principal referente político en la ciudad, acumula cuatro triunfos seguidos en las municipales y volvería a la alcaldía entre 2020 y 2021 y, posteriormente, arrasaría en los comicios locales del año pasado, con mayoría absoluta, lo que le permite gobernar en este momento.
En la legislatura actual, los propósitos de Albiol no han cambiado, con toda una serie de acciones que lo demuestran. Este pasado abril cerró el único albergue para personas sin hogar de Badalona, Can Bofí Vell, porque la cooperativa que lo gestionaba, Suara, no podía asumir los costos de mantenimiento.
La deuda era de 1,7 millones, pero era el Ayuntamiento quien debía financiarlos. La acumulación de impagos fue tan grande que el centro tuvo que cerrar sus puertas y una cincuentena de usuarios quedaron en la calle.
Jaume Ventura, portavoz de la plataforma de entidades sociales Badalona Acull, explica a Público que muchas de esas personas sin hogar arrastraban "patologías graves" y crónicas que "requerían asistencia".
Según dice, no se les ofreció ninguna alternativa, y los expulsados se organizaron días después del cierre para hacer una protesta y pasar la noche en la plaza de la Vila, donde se encuentra el consistorio. Desafortunadamente, el Ayuntamiento no reabrió el albergue y las entidades continúan luchando hoy en día para exigir un equipamiento que cubra las necesidades residenciales.
"Albiol quiere que desaparezcan de Badalona, que se vayan a otros municipios, a Sant Adrià del Besòs. Es lo mismo que quiere Collboni. Para ellos, es gente que molesta", afirma Ventura.
En esta línea, el activista también destaca el caso del edificio B9, donde se calcula que malviven entre 150 y 200 personas. Tras múltiples intentos de vaciar el antiguo instituto, un juzgado contencioso administrativo de Barcelona autorizó el desalojo este junio. El alcalde del PP celebró la noticia a través de un mensaje en la red social X donde presumía de su lucha contra la "okupación ilegal y conflictiva".
Albiol tampoco ofrece ninguna solución habitacional para estas personas porque alega que son "okupas conflictivos". Ventura asegura que este no es el único asentamiento irregular en Badalona, sino que tiene controlados hasta nueve. En la mayoría malvive menos gente, pero destaca el edificio en la calle Antoni Bori, número 35, donde, según dice, se reúnen unas setenta personas.
Concejalía antiokupaciones
En la línea de criminalizar las okupaciones, Albiol ha creado en este mandato una concejalía antiokupaciones, cuyo objetivo es frenar la entrada ilegal en viviendas vacías. Asimismo, en marzo de este año entró en vigor un protocolo para la Guardia Urbana que da "seguridad jurídica a las intervenciones policiales" y que sirve para "unificar criterios" a la hora de actuar en este tipo de acciones, según un comunicado del consistorio.
"Mi Gobierno seguirá luchando contra la okupación ilegal conflictiva", decía Albiol en el mismo comunicado
"Tener cada paso previsto ante cada eventualidad nos debe llevar a una mayor eficacia en la lucha contra este delito y, por tanto, mejorar el servicio que damos a los vecinos de Badalona. (...) Mi Gobierno seguirá luchando contra la okupación ilegal conflictiva. Siempre hemos estado comprometidos con la lucha y así lo hemos demostrado, tanto con la creación de la regiduría de Políticas contra la Ocupación ilegal como con el reciente convenio con el Colegio de Administradores de Fincas", decía Albiol en el mismo comunicado.
Según los datos que el Departament d'Interior facilitó al diario Nació Digital, el 97,2% de las okupaciones en Badalona durante el año 2023 fueron en pisos vacíos. Una cifra que desmonta la narrativa que el alcalde predica para difundir el miedo entre los vecinos.
El imaginario que alimenta el culto a Albiol
Xavier García Albiol tiene una peculiaridad, y es que, aunque para él "todo lo que no gusta" son las personas más vulnerables, los migrantes y las sin hogar, obtiene un apoyo mayoritario en toda la ciudad.
Según datos del consistorio, en las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023 tiñó de azul el mapa por completo, alcanzando la victoria en los 34 barrios badalonenses, incluso en las zonas con rentas económicas más bajas y que han sido criminalizadas sin escrúpulos por la derecha y la extrema derecha.
En las últimas municipales, el PP obtuvo el 55,7% de los votos y 18 concejales, mientras que la segunda fuerza más votada, el PSC, solo consiguió 4.
El político, activista y miembro fundador de la plataforma Sant Roc som Badalona, Carles Sagués, explica a Público que su línea de actuación no es nueva y que, además, tiene "los mecanismos necesarios para vender un imaginario concreto" de la pobreza.
Según Sagués, mientras las personas más vulnerables no votan porque "viven al margen de todo eso", Albiol las estigmatiza y las dibuja como delincuentes, okupas y como "gente sucia que molesta" y que causa problemas al vecindario.
El elemento clave que le permitió obtener más de 1.600 votos en el barrio de Sant Roc o casi 3.000 en La Salut, es, precisamente, esta construcción de la alteridad tan clásica de los líderes populistas, que hacen creer a la ciudadanía con un nivel socioeconómico bajo que no es igual que una persona recién llegada que se busca la vida para sobrevivir.
Sagués hace un paralelismo con Donald Trump o Isabel Díaz Ayuso y señala que, aunque "muchos de sus votantes se ven perjudicados por sus políticas", sus discursos "calan por la falta de una propuesta alternativa clara".
El activista afirma que Albiol sabe cómo ganarse al electorado, con una actuación "comparable a la de los años gloriosos del PP en Valencia", colocando el árbol de Navidad más alto del Estado –que, por cierto, costó 250.000 euros– o una gran pantalla en la plaza President Tarradellas para ver jugar a la selección española la final de la Eurocopa 2024.
En otras palabras, "oculta que Badalona es una ciudad con muchas necesidades sociales" mientras se ejecutan decenas de desahucios cada mes y existen un puñado de asentamientos irregulares donde malviven cientos de personas, como el edificio ocupado B9.
Desahucios y ocupaciones
Carles Sagués detalla a Público que cada mes la plataforma Sant Roc som Badalona enfrenta entre 50 y 60 desahucios. En la mayoría de los casos logran detenerlos y negociar con la propiedad, pero no siempre es posible.
"Cuando salen de allí les dicen que deben ir a Servicios Sociales para que les den una alternativa. Pero los trabajadores sociales están desbordados y como mucho les ofrecen una o dos noches en el CUESP (Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona)", asegura.
"Hay mucha gente que, a pesar de trabajar, no puede acceder al mercado inmobiliario"
El portavoz de Badalona Acull añade que gran parte de los pisos que reciben órdenes de desahucio pertenecen a grandes tenedores "como la Sareb, BuildingCenter [sociedad de CaixaBank] o Coral Homes". Y Sagués complementa: "Hay mucha gente que, a pesar de trabajar, no puede acceder al mercado inmobiliario. Hay pocos pisos de alquiler social y, como siempre que hay escasez de vivienda accesible, aparecen mafias para hacer negocio".
De acuerdo con el miembro de Sant Roc som Badalona, "las mafias se especializan en ocupar los pisos y pedir unas condiciones que la gente sí puede pagar. Ahora bien, sin ninguna garantía, porque una familia puede haber pagado un alquiler a los mafiosos y al cabo de un mes un juez los puede desahuciar". Esta es una de las situaciones que más denuncian desde su plataforma antidesahucios.
"Nosotros intentamos negociar con los grandes propietarios para pactar un alquiler o un precio de venta asequible para las personas que ya viven allí, porque si no, siempre habrá alguien que lo ocupará y hará negocio con otras familias vulnerables", explica Sagués.
El remedio más efectivo para él es la expropiación de los pisos, pero es consciente de que no es una opción sobre la mesa y que hay que luchar para que "las viviendas pasen a ser de gestión pública" sin tener que esperar a la construcción de un parque público que proponen las "fuerzas progresistas"
Falta de soluciones residenciales
Al drama del acceso a la vivienda se suma el de los edificios en mal estado que acaban derrumbándose y cobrando vidas. En febrero, tres vecinos de Badalona quedaron atrapados entre los escombros de un bloque en la calle Canigó, en el barrio del Raval.
En ese momento Albiol señaló que era necesario "estar al lado de las víctimas" y se mostró preocupado por el grave incidente. Sin embargo, las personas que vivían allí podrían haber tenido una solución de urgencia más efectiva si el Gobierno municipal no se hubiera echado atrás en la adquisición del hostal Be Dream.
Según Sagués, el proyecto de compra para destinarlo a emergencias habitacionales estaba muy avanzado, solo faltaba cambiar la titularidad de privada a pública. No obstante, con la entrada del nuevo Gobierno de Albiol en mayo de 2023 "se cerró todo el proceso iniciado".
Se trataba de un hostal completamente equipado, con un amplio abanico de camas y todos los recursos necesarios para acoger a gente en caso de necesidad.
La justificación del alcalde fue que sería un "foco de peleas" y que el ambiente que podría crearse allí "molestaría a los vecinos". Sagués desmiente esta afirmación y concluye, con contundencia, que lo único que habría pasado si se hubiera completado el procedimiento de adquisición es que "la gente no habría pasado tantas penurias".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.