La sustitución de Casado por Feijóo resucita las voces que hablan de 'gran coalición'

La guerra en Ucrania y el aterrizaje de Núñez Feijóo en Génova resucitan los ecos de una "gran coalición" entre PP y PSOE. Los dos principales partidos en España han apelado en la última semana a la unidad y el consenso para llegar a pactos de Estado, algo inédito en los últimos años, marcados en lo político por las dificultades para llegar acuerdos entre los populares y los socialistas.

El acercamiento se escenificó en directo el pasado miércoles, cuando Sánchez anunció el envío de armas a Ucrania, con el criterio de Unidas Podemos en contra, y el PP le tendió la mano desde el hemiciclo: "Mire a este grupo", dijo Cuca Gamarra desde la tribuna. El presidente gallego ya maneja la batuta del PP. 

Alberto Núñez Feijóo ha dejado claro que no es Pablo Casado. "No vengo aquí a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez", dijo en la presentación oficial de su candidatura a la presidencia del PP en clara alusión a la estrategia de oposición empleada por Casado.

Feijóo está dispuesto a sentarse a negociar con Sánchez y asegura que su partido "será el último en levantarse" de la mesa "para intentar pactar algunas cosas que son muy importantes para nuestro país". Una disposición de los populares inédita en esta legislatura: la falta de entendimiento entre los dos partidos ha imposibilitado la renovación del Consejo General del Poder Judicial, con el mandato caducado desde hace más de tres años. 

Su relación podría encauzarse con el liderazgo de Feijóo, y la guerra en Ucrania está siendo ya el primer escenario para los pactos entre PP y PSOE. "Si los aliados de Gobierno le fallan, no se preocupe, recorreremos juntos este camino", fue el ofrecimiento del PP a Pedro Sánchez el pasado miércoles en el pleno monográfico sobre la crisis en Ucrania. "Es el primer mensaje del PP al Gobierno actual", señaló más tarde Alberto Núñez Feijóo.

De manera pública, integrantes destacados del Gobierno han recibido con cierta esperanza de cambio la llegada de Feijóo al PP nacional. Así lo han expresado por ejemplo el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, o la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. "Es importante que el PP esté en la política útil", dijo el primero. "Los partidos tienen que tener una visión de Estado, que ayude a la convivencia", destacó la vicepresidenta.

Pero en privado, tanto fuentes del Ejecutivo como del PSOE piden cautela ante la supuesta moderación o perfil pactista del dirigente gallego. Nadie habla de "gran coalición" en ningún caso y ponen el foco en que "el PP lo que necesita es regeneración". Para los socialistas, la corrupción de los populares "es sistémica" y su mano tendida "tendrá que demostrarse" con acciones concretas cuando llegue el momento. "Los perfiles moderados a priori no nos los creemos", señalan.

El regreso de Juan Carlos I

En este contexto de suavización de las relaciones entre PP y PSOE podría producirse otro acontecimiento que propiciase más aún la unión entre los dos actores del bipartidismo: el regreso de Juan Carlos I a España. La Fiscalía ha archivado sus investigaciones sobre el rey emérito, aunque constata numerosas irregularidades fiscales, y esta era la decisión que esperaba el padre de Felipe VI para cumplir su deseo de volver a España. Populares y socialistas coinciden en su defensa de la monarquía y han votado juntos en el Congreso para evitar una comisión de investigación a Juan Carlos I.