El 1 de abril de 2019 muchos medios publicaron la detención de la presidenta de Infancia Libre, María Sevilla, ilustrando la noticia con una imagen de dos años antes en la que aparecía ella junto a diputadas de Podemos en el Congreso. Un seguimiento desproporcionado a pesar de que Sevilla entonces era prácticamente desconocida.

Algunos digitales fueron un paso más allá y directamente señalaron que María Sevilla era asesora de la formación morada, algo que el entonces partido de Pablo Iglesias negó de forma tajante.

Infancia Libre era una asociación a la que un informe policial acusó de ser una "trama criminal" organizada por madres para interponer denuncias falsas contra sus parejas acusándoles de abusos sexuales hacia sus hijos con el fin de retirarles así la custodia. El caso se creó hace casi cuatro años a través de bulos y tergiversaciones orquestados a través de una clara colaboración policial y mediática pero se acabó archivando porque la Fiscalía no vio ningún indicio de organización criminal en Infancia Libre y se desechó el informe. Eso sí, el objetivo de toda esta operación quedó patente: vincular las investigaciones con Podemos. 

Relacionar con el partido morado esa operación policial del 1 de abril de 2019, en la que se había detenido a la máxima representante de Infancia Libre, no era casual. La campaña de las elecciones generales de aquel año estaba a punto de comenzar. Por si fuera poco, en mayo se celebraban también elecciones autonómicas y municipales. Y María Sevilla era solo la primera de una serie de detenciones relacionadas con Infancia Libre que se iban a producir en este periodo electoral.

Detrás de esta operación policial y del informe que finalmente se firmaría en junio de ese año contra Infancia Libre se encontraba Pedro Agudo, un inspector de Policía que aparece en los chats de WhatsApp del ex número dos de Interior del Gobierno de Rajoy, Francisco Martínez, mensajes ahora incorporados a la causa Kitchen y en los que hablan precisamente de este tema.

El mismo 1 de abril, cuando se publican los primeros textos que intentan vincular explícitamente o a través de imágenes a María Sevilla con Podemos, Agudo escribe a Francisco Martínez para dejarle claro quién ha llevado a cabo la operación:

Francisco Martínez, en aquellas fechas todavía diputado del Partido Popular en el Congreso, mostraba al policía su gran interés en que María Sevilla fuera relacionada con Podemos.

Los whatsapp que se han incluido en Kitchen demuestran la estrecha relación que mantenían el policía y el ex secretario de Estado de Seguridad. También reflejan los deseos de Agudo por agradar y convertirse en alguien útil para el Partido Popular, pero sobre todo para Martínez, quien desde enero de 2013 hasta noviembre de 2016 tuvo en su mano que el inspector progresara.

Las conversaciones a las que ha tenido acceso Público abarcan el periodo que va de 2015 a 2020. En ese tiempo, Agudo usó dos líneas de teléfono, una de ellas para tratar supuestas informaciones comprometidas. Por el contenido de los whatsapp que se han incluido en la causa Kitchen y por cómo avanza la conversación entre ambos se puede deducir que antes de su descarga se borraron algunos mensajes. Hay que tener en cuenta que la solicitud de volcado de las conversaciones de Francisco Martínez se produce meses después de que su amigo, el comisario jubilado José Manuel Villarejo, fuera detenido.

El uso consciente de las dos líneas se comprueba en un mensaje del 19 de febrero de 2016, cuando Agudo informa a Martínez de una próxima visita a Roma del entonces candidato y actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que le detallaría según habían convenido desde otra línea no oficial.

Cientos de mensajes entre ambos evidencian que muchas de las actuaciones de Agudo —primero como agregado de la consejería de Interior de la Embajada Española en Italia y luego al frente de la comisaría de los Juzgados de Plaza de Castilla— venían motivadas para satisfacer o impresionar (o ambas cosas) a las personas cuyo favor quería ganar para ascender en el escalafón.

El inspector de Policía, que ahora es comisario coordinador nacional de ciberseguridad y ciberdelincuencia, aseguró en el Congreso de los Diputados que desde que volvió de su destino Italia, su relación con Francisco Martínez se había enfriado. Pero los whatsapp demuestran que no es así.

Estos mensajes ponen de manifiesto cómo Agudo aconseja al diputado del PP y le ofrece ayuda para elaborar discursos. También cómo le consigue citas rápidas en comisarías para tramitar documentación y cómo pone a disposición del ex secretario de Estado sus contactos. Incluso planifican lo que ocurrirá con las votaciones que se celebraban ese año y no ocultan su preocupación por los cambios que se van a producir.

Francisco Martínez se lamenta de la imagen negativa que ha proyectado sobre él su amigo de las cloacas, el comisario jubilado José Manuel Villarejo:

Ambos hablan de sus destinos, de cómo podrían colocarse y de cómo les van a afectar los resultados electorales:

Esta no era la primera vez en la que Martínez hablaba en confianza con Agudo sobre los fiscales. De hecho, unos días antes había calificado a los responsables del Ministerio Público como "talibanes".

Información constante sobre Infancia Libre

En este contexto de un año fuertemente electoral —se repitieron elecciones generales y en el periodo entre ambas votaciones se llevaron a cabo las autonómicas y municipales—, Agudo se encarga de poner encima de la mesa, una y otra vez, un tema que le interesa que Martínez y el PP tengan en mente: la operación policial contra las madres de Infancia Libre, a las que quieren vincular con Podemos.

Después del mensaje del 1 de abril, Agudo vuelve a enviar a su amigo Paco contenidos relacionados con Infancia Libre en mayo. El día 19 remite un artículo en el que se habla de que abogados, políticos y médicos de la sanidad pública habían dado cobertura a Infancia Libre. En ese texto ya se incluía la detención de Patricia González, la segunda madre de Infancia Libre arrestada por Agudo, y se intentaba establecer un "patrón de comportamiento" entre las dos madres detenidas.

El siguiente contenido que comparte el inspector con el ya exdiputado Martínez es un artículo del diario El Mundo titulado: "La Policía lleva a la vicepresidenta de Infancia Libre ante el juez tras ocultar a su hija cinco años". En el texto se explica que la unidad de Agudo acude a Granada desde Madrid para llevar a otra madre de Infancia Libre, Rocío de la Osa, ante un juzgado de la ciudad andaluza. Ese día, el juez acabaría retirando la custodia de la menor a su madre y concediéndosela a la tía de la niña. Comenzaba así el calvario de Rocío de la Osa, pero también una cadena de bulos en torno a su caso, que acabó en 2022 con el respaldo que la Justicia dio a esta madre, quien nunca debió haber perdido la custodia de su hija.

La conversación ilustra que el entonces inspector que había desencadenado el caso daba pie a las descalificaciones de las madres de Infancia Libre por parte del ex número dos de Interior. No es la única vez. En otra conversación posterior vuelven los calificativos:

Y hay más. Francisco Martínez sabe que su interlocutor también tiene una animadversión manifiesta hacia las detenidas y en febrero de 2020 siguen hablando del caso y descalificando a las madres de Infancia Libre:

Entre todos los mensajes que se intercambian, Agudo manda en otras ocasiones enlaces a informaciones relacionadas con el caso armado por él contra las madres de Infancia Libre. Intenta demostrar a su interlocutor el éxito de su operación y lo conveniente que puede ser para los intereses del partido.

Es tan descarado el intento de demostrar a Martínez que la operación es responsabilidad del inspector, que incluso llega a enviar extractos de noticias en las que casi de manera épica se elogia a la unidad de Agudo. Así lo hace, por ejemplo, el 4 de abril de 2019, unos días después de la detención de María Sevilla:

Todo ese relato y descripción de la supuesta situación que se encontraron los agentes y que cita Agudo quedó posteriormente desmentida en la sentencia que emitió el juzgado de lo Penal número 23 de Madrid sobre el caso. El juez descartó el abandono familiar, la falta de asistencia al pediatra y el aislamiento y remarcó que las versiones de los policías eran contradictorias.

Agudo y el juez instructor de 'Kitchen'

Estos mensajes se han incorporado a la causa Kitchen, que instruye el magistrado Manuel García Castellón, el mismo que lleva a cabo la investigación de la macrocausa Tándem, cuyo principal protagonista es el comisario jubilado José Manuel Villarejo.

El juez García Castellón y el hoy comisario jefe Agudo habían trabajo juntos y se conocían bien. De hecho, la relación entre ambos ya era conocida, precisamente a raíz de la filtración en noviembre de 2021 de un informe policial que recogía algunos mensajes de WhatsApp entre Francisco Martínez y Pedro Agudo; estos eran parte de las conversaciones que ahora se conocen íntegramente. En ellos, por ejemplo, el ex secretario de Estado de Seguridad preguntaba por la relación del entonces inspector con el juez instructor de Kitchen y Tándem.

Con esos "cinco años juntos", Agudo hace referencia al tiempo que coincidió con el magistrado en la Embajada de España en Roma. Allí García Castellón era juez de enlace y el inspector de Policía, agregado de la Consejería de Interior de la embajada. A ese destino Agudo llegó en 2012 después de que el ministro del Interior del PP lo cesara, según dijo, por la polémica desatada tras conocerse que su esposa era la propietaria de una academia de policías.

En la conversación se nombra a José Ramón Navarro, presidente de la Audiencia Nacional desde 2014, y que también aparece como interlocutor de Francisco Martínez en los chats de WhatsApp que se han incorporado a Kitchen.