Entre los distintos sueños que puedes tener cada día, tal vez te haya ocurrido soñar que eres otra persona. Puede que simplemente lo sepas o que te observes en un espejo y veas otro rostro, escuches un nombre que no es el tuyo en la realidad o que afrontes una vida por completo diferente a la que tienes.
Las posibilidades en este tipo de sueño son de lo más diversas, pero ¿qué te está intentando decir con ello tu subconsciente? Esto es lo que significa soñar que eres otro. Tenlo en cuenta para conocerte un poco más y analizar si tienes que afrontar algún miedo o cambio en tu vida.
Soñar que eres otra persona
Cuando alguien sueña que es otra persona hay una sensación que suele estar siempre presente: la ansiedad. Y es que puede resultar estresante verte y sentirte como alguien que no eres en la realidad. La mayoría de las veces, esta experiencia onírica revelará tu deseo de escapar y de dejar de asumir tus responsabilidades. Parte de tu ser se siente atraída por otra vida, por cambiarlo todo, por ser otro. Por ese motivo, este tipo de sueños suele producirse en épocas en las que estamos saturados y nos vemos desbordados por las preocupaciones o por los temas importantes que están en nuestras manos.
En estos casos pues, vale la pena que te detengas a reflexionar. ¿Qué es lo que no te gusta de tu día a día? ¿Qué factores puedes cambiar? ¿Hay algo en tu mano que puedas hacer? ¿Es posible que estés asumiendo más responsabilidades en tu vida laboral que las que te corresponde? ¿Te sientes sin apoyo y ayuda en el entorno personal? Escucha tu interior y obra en consecuencia y con sensatez.
Insatisfacción personal ante el espejo
Si crees que eres tú mismo en sueños y no te das cuenta de que eres otra persona hasta que no te ves reflejado en un espejo o en las aguas de río o un estanque, puede que el problema que te esté revelando tu subconsciente sea de autoestima. Tal vez no te quieres a ti mismo como debes y tienes complejos físicos que te impiden quererte y aceptarte como eres. De ahí esa necesidad de ver a otra persona por fuera cuando miras tu reflejo o de distorsionar la imagen que realmente tienes porque no te reconoces en ella.
Soñar que eres alguien determinado
Cabe la posibilidad de que cuando sueñas que eres otra persona no veas un rostro desconocido. Puede que en el sueño creas que eres alguien a quien conoces. En este caso puede tratarse de un amigo o de un familiar, pero también de cualquier conocido o personaje popular.
La información que es posible obtener de este tipo de sueños es otra. Piensa que tal vez te sientas identificado con esa persona por algo en concreto y que puede tener mucho que ver el vínculo que te una a ella. Incluso es posible que, si lo está pasando mal y tú te veas en su lugar, lo que estés intentando averiguar es cómo ayudarla. Analiza tu entorno y tus circunstancias actuales y darás con la respuesta.
Sueños en el pasado
Es frecuente que, al soñar que se es otra persona, los acontecimientos se sucedan en otra época pasada. No hace falta que sea la antigüedad o hace siglos, aunque es habitual que se desarrollen los acontecimientos entonces, sino también puede darse el caso de que el sueño transcurra hace unos pocos años.
Este factor apunta algo bastante simple: tienes tendencia a vivir en el pasado. Puede que haya algunas partes de tu vida que no has superado del todo y tengas que dejar atrás. E incluso este hecho de aferrarse al pasado puede interpretarse como el temor absoluto a enfrentarse al futuro y a vivir plenamente tu presente. Sé honesto contigo mismo y no temas avanzar.
Inseguridad y toma de decisiones
Tampoco podemos obviar que este tipo de sueños en los que nos parece que somos otra persona está relacionado de manera directa con la inseguridad y con la necesidad de tomar decisiones en determinados momentos de tu vida. Verte y pensarte como otro individuo es una maniobra mental de evasión. De tal modo, te permite negarte a adoptar una decisión que resulta necesaria.
Asimismo, es posible que te encuentres en un momento de tu vida en que te esté costando especialmente tomar una decisión porque lo quieres todo, y no seas capaz de decantarte por ninguna opción al completo. En cualquier caso, toca de nuevo reflexionar para asegurarte de qué es lo que quieres, a qué estás dispuesto a renunciar y a que tomes de nuevo las riendas de tu vida. Recuerda que no tomar una decisión también es decidir.
