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¿Sirven realmente los probióticos?

Mucho se ha hablado durante los últimos años de los probióticos. En cápsulas, en pastillas, en óvulos, en infusiones… Los encontrarás en el mercado en todo tipo de formas y productos en los que se alaban sus propiedades. Sin embargo, ¿esto es así o se trata de las habituales tácticas de mercadotecnia a las que ya nos tienen acostumbrados?

Para saber exactamente cuáles son los que funcionan y qué ventajas poseen, hoy averiguamos si sirven realmente los probióticos para cuidar nuestra salud por si ya los tomas o tienes interés en consumirlos.

¿Qué son los probióticos?

Probióticos
Manos con bote de probióticos/Foto: Unsplash

Pero empecemos por el principio. ¿Qué son realmente los probióticos? Pues se trata de bacterias o microorganismos vivos que tenemos en nuestro organismo y resultan necesarios y beneficiosos para su buen funcionamiento. Contribuyen a mantener en perfecto estado la flora intestinal, bucal y vaginal, facilitan la digestión y permiten una correcta absorción de nutrientes. Todo ello favorece al fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico y al mantenimiento de una microflora saludable.

Cuando la flora no se encuentra equilibrada, lo cual puede producirse por tomar antibióticos o por una mala alimentación, nuestro organismo se resiente y surgen las infecciones, hongos y alteraciones diversas, por lo que pueden aparecer enfermedades a causa del debilitamiento del sistema inmune. De ahí la importancia de comer de manera adecuada y no tomar medicamentos sin control médico, además de la necesidad de tener que reforzar nuestras defensas en determinadas situaciones.

Porque además de esas bacterias beneficiosas en nuestro propio organismo, también encontramos probióticos naturales en alimentos, así como añadidos en determinados productos como las infusiones de manzanilla o jengibre y en suplementos que se venden en formato de cápsulas, sobres, líquidos u óvulos. Su consumo puede favorecer el mantenimiento de una flora sana y saludable.

¿Qué son los prebióticos?

espárragos
Espárragos sobre tabla de madera/Foto: Unsplash

Antes de adentrarse en los beneficios de los probióticos, es necesario también tener claro qué son los prebióticos, puesto que a menudo se confunden. De tal modo, los prebióticos son las fibras vegetales especializadas con las que se alimentan las bacterias y microbios de nuestro cuerpo, las cuales favorecen que crezcan. Por el contrario, los probióticos son las cepas específicas de bacterias vivas que se toman para que pasen a formar parte de nuestro organismo.

Encontrarás prebióticos en frutas y verduras, sobre todo las que contienen fibra, que al pasar por el sistema digestivo se convierten en alimento para los microbios y las bacterias. Su consumo reduce la presión arterial, favorece la absorción de calcio, hierro, zinc y magnesio, y contribuyen a la disminución de los niveles de colesterol y glucosa.

Por su parte, el probiótico más común es el yogur, puesto que se obtiene fermentando la leche con bacterias que permanecen en el resultado final, al igual que algunos tipos de queso. Así que cualquier yogur es un alimento probiótico, aunque no ponga nada en su envase.

Beneficios de los probióticos

frutos secos alimentos ricos en fibra
Frutos secos/Foto: Pixabay

Entre los principales beneficios de los probióticos se encuentran la mejora de la digestión, la prevención de enfermedades intestinales, estreñimiento y diarrea, la mejora en la absorción de nutrientes como el calcio y la vitamina B, y el mantenimiento de una flora sana. Lo mejor es que incluyas en tu dieta alimentos naturales que los posean, como son los yogures, el kéfir, productos a base de soja, algunos quesos y pepinillos, entre otros.

Asimismo, no olvides incluir alimentos prebióticos naturales como las frutas y verduras como el ajo, las cebollas, los espárragos y los puerros; además de los cereales integrales, especialmente el trigo y la avena, las legumbres, los frutos secos, la leche y la miel. El pan elaborado con masa madre también es una gran fuente de prebióticos. Y también encontrarás en el mercado alimentos enriquecidos con ellos.

Otra opción son los suplementos probióticos que encontrarás en diferentes presentaciones como sobres, líquidos y cápsulas. En este caso, lo mejor será que consultes primero a tu médico de cabecera para saber si te conviene tomar alguno de ellos. Si eres una persona sana que come de manera equilibrada, seguramente no te harán falta, a menos que estés tomando antibióticos que atacan todas las bacterias y pueden bajar tus defensas o tengas algún problema concreto de salud. Es posible que te indique que debes consumir más yogures o que te recomiende algún suplemento.

Control médico

No obstante, hay que tener en cuenta que, aunque numerosos estudios demuestran que consumir probióticos proporciona más bacterias saludables y restablece el microbioma o la flora alterada, también es verdad que otros aseguran que solo sucede en algunas personas y que no es posible generalizar.

En todo caso, los probióticos no deben tomarse de manera masiva y habitual si mantenemos una dieta sana y equilibrada, así como unos hábitos de vida no sedentarios, sino en determinadas situaciones en las que nuestras defensas disminuyan. De ahí la importancia de consultar al médico y controlar el consumo de probióticos según sus indicaciones.



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