El borrador de la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación ha avisado este lunes de que el 74% del país se encuentra bajo riesgo de desertificación con las comunidades autónomas de Andalucía y Catalunya en la cabeza de la lista por "procesos erosivos de gran calado".

Según el documento que puso a consulta pública —que termina este martes 24 de mayo— el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), estos "procesos" —las más recurrentes, la actividad humana y el cambio climático— han provocado una progresiva degradación de las tierras de zonas subhúmedas, semiáridas y áridas.

El borrador señala que la desertificación ha sido acelerada durante los últimos años por motivos fundamentalmente socioeconómicos como el cambio en el uso agrario del suelo a superficies artificiales, la conversión de cultivos de secano en cultivos de regadío y el incremento en el número de explotaciones ganaderas intensivas.

La situación se ve especialmente perjudicada con la salinización de los suelos en el territorio donde los últimos datos apuntan a que las regiones afectadas son del 10% a diferencia del 3% apuntado hace diez años en el informe anterior. Si bien, el documento explica que la información disponible es "muy dispersa y difícil de integrar por diferencias en las mediciones y metodologías de monitoreo".

Por otra parte, la aridez de los suelos ha aumentado en la mayor parte de la zona centro y el este peninsular con Madrid, Castilla-La Mancha y País Valencià. Andalucía y Catalunya han sido las autonomías con un mayor porcentaje de "procesos erosivos de gran calado". Por ello, se estima que Málaga y Barcelona pierdan cada año en torno a 90 toneladas por hectárea por año de suelo agrícola.

Respecto a los recursos hídricos, el texto prevé una disminución de su disponibilidad "de acuerdo con la mayor parte de las proyecciones", de manera más intensa en el sur peninsular y los archipiélagos canarios y balear. El MITECO también estima un aumento del número de días al año con "peligro de incendios forestales de riesgo alto y extremo".

"El desierto de Europa"

Según recoge Efe, el portavoz de Greenpeace, Julio Barea, se muestra entusiasta por la elaboración del diagnóstico para conocer "con exactitud" la situación de la desertificación en España, aunque considera que solo servirá si se toman "medidas políticas" para paliar la situación como "racionalizar y disminuir el número de cultivos en España".

"Ser la huerta de Europa nos acabará condenando, en no demasiado tiempo, a ser el desierto de Europa", ya que "todos los planes hidrológicos autonómicos estimulan el aumento en la superficie de regadío, hasta el punto de animar a usar una cantidad de agua con la que no contamos", explica Barea.

Un punto del que coincide el experto Gabriel del Barrio de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) que considera que "el auténtico problema a solucionar es de naturaleza sociocultural". "La desertificación encierra una paradoja que no está presente en otros desafíos ecológicos: los procesos que la originan están produciendo riqueza en la población local".

Ambos profesionales han advertido sobre la desertificación como "irreversible a escala humana" porque una zona afectada "necesita miles de años para recuperarse por completo". La estrategia plantea varias propuestas de acciones, entre ellas, la "forestación y restauración de la cubierta vegetal, la modernización de los regadíos o el fomento, desarrollo y aplicación en las explotaciones agrarias de medidas dirigidas al uso sostenible de los recursos naturales".