Este artículo se publicó hace 2 años.
Aumentan los intentos de suicidio de menores en España: la mujer adolescente, el perfil más repetido
La Fundación ANAR ha revelado que el acoso, la salud mental y la violencia son los problemas más destacados de los asociados a la conducta suicida. Tener una discapacidad o pertenecer al colectivo LGTBIQ+ aumenta el riesgo de suicidio.
Un total de 906 menores se han intentado suicidar en lo que llevamos de año, 871 más de los que lo intentaron en 2012, es decir, la conducta suicida ha experimentado un crecimiento del 1.921,3% en la última década. El perfil más repetido es el de una mujer adolescente de entre 13 y 17 años, de familia migrante, con antecedentes de fuga, autolesiones y víctima de abuso sexual, según apunta el Estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022), presentado por la Fundación ANAR.
Tener una discapacidad o formar parte del colectivo LGTBIQ+ también aumenta el riesgo de intento de suicidio generado por las discriminaciones y exclusiones.
El informe revela que en estos últimos 10 años esta fundación ha recibido un total de 600.000 peticiones de ayuda. Esta ha conseguido ayudar a un total de 9.637 niños, niñas y adolescentes en caso de ideación o intento de suicidio. El 63,8% de estos casos atendidos se ha concentrado en los últimos tres años, coincidiendo con la pandemia del coronavirus.
En respuesta a todos los casos atendidos, entre 2019 y 2022 ANAR ha llevado a cabo 6.970 derivaciones tanto sociales como jurídicas, 5.829 en el caso de ideación suicida y 1.141 en intento de suicidio.
Atendiendo a la frecuencia, gravedad y urgencia de los problemas detectados, ANAR ha percibido que más de dos tercios de las consultas por conducta suicida tienen una duración superior al año (68,4%) y se producen con una frecuencia diaria (70,2%). Además, el 86,2% son casos graves y el 72,6%, urgentes.
Violencia contra el menor y salud mental
Aunque ANAR advierte de que no existe una motivación objetiva para el suicidio, apunta que la violencia contra el menor de edad (60,9%) y la salud mental (27,4%) son los problemas más destacados de los asociados a la conducta suicida, con un incremento de la incidencia en el periodo 2019-2022.
De entre todas las violencias, las más frecuentes son: acoso, ciberbullying y otras dificultades en el ámbito escolar (21,4%), maltrato físico (14,7%), maltrato psicológico (10,4%), agresión sexual (7,2%) y violencia de género (3%).
Si hablamos de la salud mental, ANAR destaca tres problemas asociados a la conducta suicida: autolesiones (13,7%), problemas psicológicos (8,7%) basados en la tristeza, la depresión, la ansiedad y los trastornos de la alimentación, y los problemas de conducta (4,4%). A pesar de esto, la fundación advierte de que, entre 2019 y 2022, "sólo el 44%" de los niños o adolescentes con conducta suicida ha recibido tratamiento psicológico.
En el año 2020 en España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se produjeron 314 suicidios de menores de edad. Aunque durante la realización del presente estudio el INE no ha publicado aún los casos referidos a 2021, la Fundación ANAR atendió solo ese año a 748 menores de edad que en el momento de la llamada estaban intentando terminar con su vida.
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