Este artículo se publicó hace 2 años.
¿Cómo nos afecta el cambio de hora?
La madrugada de este domingo España entra en el horario de verano, de modo que a las 2 h serán las 3 h.
Madrid-Actualizado a
Este sábado los españoles dormirán una hora menos. La madrugada del domingo 27 de marzo se producirá el cambio al horario de verano en España, el primero de 2022 y los relojes se adelantarán una hora: a las 2 h serán las 3 h.
Pero, ¿hasta cuándo va a continuar España con este horario? La Comisión Europea presentó una propuesta para eliminar los cambios de hora en toda la UE en 2018, que el Parlamento Europeo respaldó. En la directiva, se establecían como plazo dos años para decidir qué horario era el que mejor se adaptaba a la rutina socioeconómica de cada país y establecerlo como fijo.
Sin embargo, en España todavía no han tenido lugar nuevos avances en el asunto. A pesar de que el Gobierno de Pedro Sánchez nombró en 2019 un comité de expertos que abordara la disyuntiva, aún no está claro ni siquiera por qué horario se decantaría el país.
Todo parece apuntar a que, de eliminarse el cambio de hora, el horario de octubre es el que debería adoptarse en España. Si bien es cierto que a nivel de salud y desde el punto de vista médico es más beneficioso, entre la población genera menos simpatía.
Por otra parte, a nivel económico, teniendo en cuenta el cambio que han experimentado las jornadas y los horarios laborales, mover el reloj ahora es prácticamente insignificante si en lo que se basa su aplicación tiene que ver con aprovechar al máximo las horas de luz natural.
A su vez, justificarlo pretendiendo algún tipo de ahorro energético tampoco resulta demasiado coherente. Según la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo, "no hay pruebas de que exista una relación directa entre cambio de hora y ahorro energético".
¿Cómo nos afecta?
Es una de las preguntas que se hacen todos los ciudadanos. Y no es descabellada, tanto a nivel social como a nivel biológico el cambio de hora repercute en cada uno: en la rutina, en el sueño e incluso en el hambre.
Algunas personas aseguran, por ejemplo, sentirse más tristes en el traspase al horario de invierno tras las pocas horas de luz solar durante esta temporada. Otras hablan de insomnio durante las primeras noches desde que se adelanta o se retrocede una hora. Y luego hay quienes se alegran por poder aprovechar los últimos momentos de luz al salir del trabajo, pasada la hora de cenar.
En otros casos, los primeros días tras esta nueva rutina se pueden notar cambios de humor como la irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral, físico e intelectual, según las advertencias de los profesionales de la salud. Los síntomas más comunes durante los primeros días son la fatiga, falta de apetito, alteraciones en el ritmo del sueño, entre otros.
De todas formas, el cambio horario altera, aunque sea una hora, el funcionamiento de nuestro reloj biológico y produce un desajuste o desincronización temporal a nivel externo e interno. Los profesionales de la salud recomiendan anticiparse para evitar efectos negativos en nuestra salud como modificar el horario de las comidas para que nuestro sistema digestivo se adapte a las nuevas modificaciones.
Asimismo, aconsejan reducir las actividades que requieran de un mayor esfuerzo, abandonar las siestas, moderar el consumo de bebidas estimulares y no exceder el uso de los dispositivos electrónicos.
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