Así funciona el cónclave del Vaticano: cómo y cuándo se elige al próximo papa
El papa Francisco ha fallecido este lunes, a los 88 años, tras 12 años al frente de la Iglesia católica.

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El papa Francisco ha fallecido este lunes 21 a los 88 años. El pontífice se encontraba en recuperación tras haber permanecido más de un mes ingresado en el hospital Policlínico Gemelli de Roma debido a un ictus cerebral. Francisco llevaba más de dos meses padeciendo problemas respiratorios graves: una neumonía bilateral microbiótica, además de bronquitis.
Con su fallecimiento concluyen 12 años de pontificado. La Iglesia católica ha de activar el protocolo para elegir al nuevo cabeza de la institución e iniciar el cónclave. El proceso de elección papal es sumamente detallado y estricto, habiendo experimentado varios cambios a lo largo del tiempo. Desde la notificación de la muerte del papa hasta la elección de su sucesor y el funeral (fechado para el sábado 26 de abril), cada etapa está cuidadosamente planificada y establecida por el protocolo.
Periodo de Sede Vacante y cónclave
El camarlengo, administrador de la Santa Sede, es el encargado de certificar la muerte del papa y de sellar su habitación. A continuación, se destruye el Anillo del Pescador, el anillo que simboliza el pontificado y la sucesión de San Pedro, como señal de que el papa ha fallecido.
Después, se declara el periodo de Sede Vacante, se organizan los funerales del papa, conocidos como Novendiales, y se prepara el cónclave. Este rito se celebra entre 15 y 20 días después de la muerte del papa y consiste en la reunión de los cardenales de todo el mundo –menores de 80 años– en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, donde eligen al sucesor.
Antes de comenzar el cónclave, se celebra la misa Pro Eligiendo Pontifice, presidida por el cardenal decano, junto con todos los cardenales que se hayan desplazado al Vaticano.
Tras esta misa, los cardenales son encerrados bajo llave en el interior de la Capilla Sixtina, donde se producirá la votación para elegir al sucesor del papa fallecido. Los cardenales están aislados durante el proceso de votación, para evitar influencias externas, pero comen y descansan en una residencia adyacente a la Basílica de San Pedro, llamada la Casa de Santa Marta.
En el momento de realizar la votación, todos los cardenales escriben en un papel el nombre de otro cardenal que deseen que sea el siguiente papa. Después de que todos los presentes metan su papel con un nombre en una urna, se mezclan los votos y se leen en voz alta.
En caso de que ninguno obtenga dos tercios de los votos del conjunto de cardenales, todos los papeles se queman junto con sustancias químicas en la chimenea de la Capilla Sixtina y se produce el humo negro, conocido como fumata negra.
El color negro del humo que se ve desde el exterior informa que el cónclave aún no ha obtenido un resultado final y se debe repetir la votación.
Fumata blanca
Por otro lado, cuando un papa concreto sí que obtiene los dos tercios de los votos, el cardenal decano le hace la pregunta: "¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?". En caso de que acepte, el cardenal elegido debe elegir su nombre papal y se viste con la sotana blanca.
Finalmente, se vuelven a quemar los papeles de los votos, pero, esta vez, con unas sustancias que hacen que el humo que sale al exterior sea blanco, conocido como la fumata blanca. Esta fumata informa a los fieles que se encuentran en el exterior que la elección del nuevo papa ya se ha producido.
Para concluir el proceso, el Cardenal Protodiácono, el más veterano de la orden diaconal, pronuncia el tradicional "Habemus Papam" desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Después, el nuevo papa se presenta ante los fieles por primera vez, marcando el inicio del nuevo pontificado.
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