Este artículo se publicó hace 4 años.
Coño insumisoCondenan a la mujer juzgada por 'el chumino rebelde' por un delito contra los sentimientos religiosos
La sentencia le absuelve del delito de provocación a la discriminación, al odio y la violencia del que también estaba acusada. Deberá pagar durante nueve meses una multa con una cuota diaria de 10 euros.
Madrid-Actualizado a
El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga ha condenado a la mujer acusada de participar en la llamada Gran Procesión del Santo Chumino Rebelde a una pena de nueve meses de multa con una cuota diaria de 10 euros por un delito contra los sentimientos religiosos y a pagar las costas del procedimiento judicial.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe este lunes, le absuelve del delito de provocación a la discriminación, al odio y la violencia del que también estaba acusada; una resolución que no es firme y contra la que cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.
La Asociación de Abogados Cristianos ejerció la acusación particular, y su presidenta, Polonia Castellanos, ha celebrado la sentencia y ha asegurado que "las ofensas gratuitas, innecesarias y deliberadas contra los católicos no pueden quedar impunes si queremos vivir en un estado democrático".
La Asociación de Abogados Cristianos ejerció la acusación particular
La resolución considera probado que la condenada participó el 8 de marzo de 2013, durante la manifestación por el Día de la Mujer, en una "especie de procesión" ataviada con una peineta y con una vela grande en la mano y portaba, junto a otras personas con túnicas, mantillas o peinetas, "lo que se antoja una imitación de un paso de Semana Santa, cuya imagen es una vagina de grandes dimensiones".
Desfilaron por céntricas calles y se detuvieron ante la Catedral y el Palacio Episcopal, y ella, en compañía de los otros, emitía proclamas como "vamos a quemar, vamos a quemar la Conferencia Episcopal", "Viva el Santo Chumino" o "Ni en el nombre del Padre, ni del Hijo, sino en el de Nuestro Santísimo Coño".
A viva voz leyó —según los hechos probados— textos como en el que señalaba: "Creo en mi coño todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, creo en mi orgasmo, mi única norma, nuestro placer, que fue concebido por obra y gracia de mis pulsiones sexuales, nació de mi decisión libre, padeció bajo el terrorismo machista, fue condenado, quemado e insensibilizado, descendió a los infiernos...".
La condenada se declaró inocente en el juicio y afirmó que no pensó que pudiera ofender a los católicos, mientras la acusación particular reclamó un año de prisión y multa de 24 meses por provocación a la discriminación, al odio y a la violencia y por un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos.
"Lo que quieren hacer, evidentemente, es callarnos la boca y criminalizar las protestas", afirmó la acusada en una entrevista con Público. Durante el juicio reivindicó la protesta por la contrarreforma de la ley del aborto que propuso el entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
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