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Guía para elegir cremas solares: niveles de protección y cuándo debes aplicártelas

Los fotoprotectores son impresincibles en verano y necesarios todo el año. Los expertos enseñan cómo utilizarlos bien para evitar las quemaduras.

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Una mujer se aplica crema solar en una piscina. Armin Rimoldi / Pexels

Llega el verano y las vacaciones, pero también la necesidad de un protector solar para cuidar la salud y belleza de nuestra piel. Aunque es necesario durante todo el año, en verano más aún porque el sol es más potente. Los expertos señalan algunas recomendaciones para utilizar bien el fotoprotector para evitar problemas como las quemaduras o el envejecimiento cutáneo.

¿Qué nivel de protección utilizar?

Los expertos aconsejan que el protector solar tenga un factor de protección solar (FPS) por lo menos de 30. Cuanto más elevado sea el FPS mayor es el nivel de protección. Aunque la diferencia va siendo menor en los FPS de 30 o 50.

Según la American Cancer Society, todos los protectores solares con SPF por debajo de 15 protegen únicamente contra las quemaduras de sol. Los protectores solares con SPF 30 filtran aproximadamente el 97%, los protectores solares con SPF 50 filtran alrededor del 98% y los que tienen SPF 100 aproximadamente el 99%. Ningún protector solar le brinda protección total.

El Ministerio de Sanidad anunció este martes que solicitaría la retirada de 14 cremas solares por mentir en la el factor protección solar que anunciaban en el etiquetado. En este caso los protectores que se anunciaban como FPS 50 y 50+.

Usarlos todo el año y no solo en la playa

Los expertos en la materia recuerdan que la protección solar se debe usar todo el año, no solo en la época estival. Es cierto que en estaciones como invierno y otoño la radiación solar puede ser menor o variar, pero no significa que debamos descuidar por completo, aunque la exposición a la radiación solar varíe o sea menor, hay que proteger igualmente la piel. En estaciones puede bastar una protección de 30.

Es falso el mito de que en la playa es se puede dejar de aplicar el protector solar por un sombrilla. Según de qué material esté compuesta, los rayos UV penetrarán igualmente. Además, el reflejo del agua, la hierba y la arena también afectan a nuestra piel aunque no sintamos el sol.

Tanto en los meses más fríos como en verano, hay que ser prudentes con los días nublados y no olvidarnos del protector solar puesto que, aunque no percibamos el calor o el sol, los rayos solares penetran igualmente.

En caso de exposición, reaplicar cada dos horas

Los dermatólogos aconsejan aplicarse la protección por todo el cuerpo entre 20 y 30 minutos antes de la exposición al sol, para que la piel vaya absorbiendo el producto, y repetir la operación cuando al llegar a la piscina o la playa.

Además hay que volver a aplicar la crema cada dos horas porque es cuando comienza a disminuir su protección. Así como cuando salimos del agua y nos secamos, porque no retiramos el producto. Si se está toda una mañana en la playa y solo se aplica una vez, se corre el riesgo de quemaduras. 

“Resistente al agua” no significa “a prueba de agua”

No es cierto que un protector solar sea "a prueba de agua" ni "a prueba de sudor". Los fabricantes no pueden afirmar que lo son y por eso utilizan la fórmula de "resistente".  Si es resistente al agua significa que dura entre 40 y 80 minutos al nadar o transpirar.

Evitar estar al sol de 10:00 a 16:00

Los dermatólogos recomiendan que durante la franja horaria que va desde las doce del mediodía hasta las cuatro de la tarde hay que evitar la exposición al sol. Durante esas horas es cuando el sol está más alto y el índice de rayos ultravioletas es más fuerte. Por ello, si se expone al sol cúbrase, use ropa, un sombrero y gafas de sol. Y sobre todo busque la sombra.

Un formato para cada tipo de piel

Una de las eternas dudas a la hora de elegir un protector solar u otro es el formato. Los expertos indican que se debe elegir según el tipo de piel que tenga el consumidor. A no ser que tu piel no tenga ninguna característica especial, que en ese caso se pueden usar todos los formatos indistintamente. 

Con una piel grasa se recomienda la protección en gel, spray o mousse porque son más ligeras. En el caso de piel sensible, hay conocer primero cuáles fueron usadas anteriormente y cuál se adaptó mejor. Si por el contrario tienes la piel seca, se recomiendan ungüentos, pomadas, y cremas humectantes. La piel mixta se favorece con protectores en gel o crema.

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