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La cooperación en Alemania o el estado de alarma de Italia, ejemplos que España debería aplicar para frenar la pandemia
Hay muchos países que España puede tomar como ejemplo para mejorar la gestión de la pandemia: la cooperación política, la capacidad de anticipación, la buena comunicación y la rapidez de a la hora de tomar medidas son algunas de las tareas pendientes en nuestro país.
Madrid-Actualizado a
La pandemia que estamos viviendo supone una crisis mundial sin precedentes. Ante ella, muchos países han impulsado restricciones de movilidad, con confinamientos parciales o totales. Pero también han llevado a cabo muchas más medidas para gestionar la pandemia. Ante la primera ola, teníamos a países como Australia, Corea del Sur, Japón o Taiwán como claros ejemplos a seguir. ¿Tenemos referencias en esta segunda ola? "Hay muchos países de los que podemos tomar ejemplo porque España tiene los peores datos, y con mucha diferencia", considera el epidemiólogo Joan Caylà. Repasamos con varios expertos las claves que han marcado en otros países una buena gestión de la pandemia en esta segunda ola.
Un análisis comparativo publicado en The Lancet por expertas reconocidas en todo el mundo como Helena Legido-Quigley o Melisa Mei Jin Tan pone luz sobre las diferencias entre la gestión de los países. Como señalan, para empezar a entender las diferencias entre países, hay que recordar que pandemias pasadas, como la del SARS en 2003 y del MERS en 2015, llevaron a muchos países asiáticos a "invertir en la construcción de una infraestructura sólida de atención médica y salud pública que estaría bien equipada para manejar el próximo brote" y a tener una ciudadanía "más dispuesta a cooperar con las normas dictadas". Asimismo, María Sainz, experta en Medicina Preventiva y Salud Pública y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), destaca sobre estos países las pruebas masivas y el uso de las tecnologías para el estudio de contactos prácticamente desde el inicio de la pandemia.
Pero, sin esta preparación previa, también hay mucho margen para los distintos países y hay buenas referencias. "Si nos fijamos en los países con más población, hay dos ejemplos muy claros: Alemania e Italia. Los dos fueron afectados duramente entre marzo y abril, pero consiguieron, como nosotros, disminuir la incidencia de forma importante. Al cabo de unas semanas padecieron el inicio de un segundo crecimiento, pero lo frenaron y de momento mantienen una situación controlada", explica Daniel López Codina, del grupo de Biología Computacional y Sistemas complejos (BIOCOMS) de la Universitat Politècnica de Catalunya.
El experto señala que ninguno de estos dos países "bajaron la guardia": "En España, finalizado el estado de alarma, tanto población como administraciones actuaron como si el problema se hubiera acabado. Los sistemas reaccionaron tarde, la pandemia en ningún momento dejó de propagarse, y cuando tuvimos los sistemas preparados ya era tarde", señala a Público. Destaca diferencias entre las comunidades autónomas, pero lo cierto es que ha habido un retraso enorme respecto a Alemania e Italia.
Italia, similar a España y nunca dejó el estado de alarma
El doctor Julián Olalla, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), señala que Italia es el "espejo" en el que tenemos que mirarnos. "Tiene cultura latina y un concepto de familia similar al nuestro que, en crisis como la económica, ha jugado a nuestro a favor pero ahora juega en nuestra contra. La gran diferencia entre Italia y España es que Italia ha tenido un confinamiento más restrictivo durante la desescalada porque, entre otros motivos, económicamente se lo han podido permitir. Ha habido multas más duras ante los incumplimientos". El epidemiólogo Joan Caylá apunta a lo mismo: "Nunca dejaron de estar en estado de alarma".
Cómo se actúa ante los rebrotes es clave. Olalla, en este sentido, compara dentro de Italia a Lombardía y Véneto. "Aquí se demostró que el estudio de contactos es fundamental. En Véneto se detectaban 20 casos de cada contacto. En Lombardía, cuatro. En Véneto se frenó el avance del virus mucho mejor", señala a este medio.
En este sentido, Jonay Ojeda, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), además de insistir en que Italia ha continuado con el estado de alarma, destaca que una de las características que tienen en común los países que mejor están gestionando es "la capacidad de anticipación": "Nosotros propusimos una estrategia de detección precoz, diagnostico, estudio de contactos y aislamiento. Hay países que lo han sabido implementar bien. Esta es una de las claves que también se ha visto en las comunidades autónomas".
Alemania: coordinación y cooperación
"Alemania es otro ejemplo de buena capacidad de anticipación", señala Sainz. En efecto, desde que comenzó la pandemia el país que lidera Angela Merkel ha destacado por la capacidad de coordinación y cooperación. Si comparamos con España, más allá de la cooperación entre el Gobierno y la oposición política, debemos fijarnos en la del Gobierno central y los länder, lo que serían nuestras comunidades autónomas.
Como destaca Caylà, Alemania ahora ha tomado nuevas medidas ante un repunte de los brotes que, al lado de España, es muy pequeño. "España llega a tener el triple de casos y Alemania toma medidas más rápido", comenta. En efecto, en Berlín, tras detectar que cuatro distritos tenían más de 50 casos con nuevos positivos por 100.000 habitantes en los últimos siete días, los bares y restaurantes tendrán que echar el cierre a partir de las de once de la noche, no se podrá comprar alcohol a partir de esa hora ni en gasolineras y las fiestas privadas sólo podrán reunir a diez personas.
A estas medidas se llega porque los länder y el Gobierno de Merkel acordaron que se tomarían distintas medidas de restricciones para cada incidencia. "Están ya preparándose para Navidad e insisten en muchas claves que fallan en España, como la distancia de 1,5 metros, la mascarilla obligatoria en sitios cerrados, y cuando se acude a un bar tienes que dejar tu nombre y tus datos para el estudio de contactos", explica el epidemiólogo.
Sobre la coordinación, Ojeda apunta que otra característica fundamental es que también exista entre los diferentes ámbitos, como el sanitario, social y administrativo. Por ejemplo, para el aislamiento y las cuarentenas se necesita una cooperación entre las autoridades sanitarias y sociales para garantizar que todas las personas están en condiciones de cumplir con ellas. O, para las restricciones de movilidad, entre las sanitarias y las responsables de transportes.
La buena comunicación de países como Nueva Zelanda
Para Sainz, la principal clave que marca la diferencia es la buena comunicación. En este sentido, destaca a Nueva Zelanda: "La primera medida que mandó su presidenta, aún teniendo muy pocos casos, fue el confinamiento. Pero lo anunció con mucha sinceridad sobre el potencial infectivo del virus. La población lo creyó y eso es muy importante porque son medidas que requieren mucho sacrificio", señala la experta a este medio.
En esta segunda ola que recorre el mundo, la primera ministra Jacinda Andern volvió a actuar rápido. Tras detectar un brote en la ciudad más poblada de Nueva Zelanda, Auckland, se mandaron restricciones de distanciamiento físico; más duras en la ciudad y más leves en todo el país. Este miércoles, tras diez días sin nuevos casos, se han levantado. Pero continúan con la alarma porque durante toda la pandemia ha defendido que hay que actuar con dureza y pronto.
Que la ciudadanía entienda las medidas y la importancia de cumplir con las restricciones es clave para que un plan funcione
Finlandia, otra isla gobernada por una mujer, Sanna Mirella Marin, es otro ejemplo a seguir para Sainz por su estrategia de comunicación: "La presidenta llegó a hacer una conferencia para que los niños preguntaran. Además, siempre ha hablado con mucha empatía, transmitiendo a la ciudadanía su preocupación y la necesidad de cumplir con las medidas con mucha sinceridad".
La comunicación de las diferentes Administraciones de España ha sido muy confusa durante toda la pandemia. Las ruedas de prensa en las que se suelen anunciar las restricciones son complejas y muy largas. Cuando termina de hablar un político, no suele quedar claro exactamente lo que hay que hacer. Pasó con la rueda de prensa en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicó el proceso de desescalada y pasó cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció las restricciones de movilidad por zonas básicas de salud.
Sainz insiste en esta idea: "Es muy interesante que, cuando los gobernantes actúan con un lenguaje comprensible, la gente responde bien. En España ha habido un exceso de información epidemiológica, numérica y estadística. Los que somos de la especialidad, más o menos la entendemos, pero la población no. Se necesita que desmenuce más toda la información. En esta segunda oleada lo vamos a tener más complicado porque, si transmiten información veraz pero no comprensible, no puedes pedir que la gente responda".
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