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Coronavirus ¿Los test de antígenos pierden fiabilidad por la aparición de las variantes delta y ómicron?

Este tipo de pruebas autodiagnósticas deben considerarse como herramientas complementarias a la mascarilla, la distancia de seguridad o la ventilación en interiores, puesto que por naturaleza no pueden ofrecer la misma fiabilidad que una PCR.

Una caja con test de antígenos contra la covid-19 en una farmacia.
Una caja con test de antígenos contra la covid-19 en una farmacia.

El test de antígenos se ha promocionado esta Navidad como la herramienta para tener encuentros familiares tranquilos. Una prueba que se puede realizar en casa y con un resultado en pocos minutos, pero que a la vez suscita dudas por su fiabilidad. 

Los test de autodiagnóstico son de venta exclusiva en farmacias y no son fiables si se obtienen por otra vía. Su precio más bajo es de hasta tres euros y puede subir hasta los ocho. La Unión Europea recomienda utilizar test con un mínimo de especificidad (a más especificidad, menos falsos positivos) del 97% y sensibilidad (a más sensibilidad, menos falsos negativos) del 90%.

El propio Ministerio de Sanidad toma los test de antígenos como una prueba más y no como una definitiva. Dar positivo no se contabiliza como un positivo en coronavirus hasta que un centro sanitario lo confirme con una PCR: "Es importante tener en cuenta que las pruebas de autodiagnóstico no serán consideradas para el diagnóstico de confirmación de infección activa ni en personas con síntomas ni en asintomáticos. Los resultados positivos en estas pruebas se considerarán casos sospechosos que deberán confirmarse en un centro sanitario", asegura una nota del ministerio.

Cristina Calvo, jefe de Sección de Pediatría, Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Hospital La Paz y responsable del Grupo de Investigación de
enfermedades infecciosas respiratorias, aunque los considera útiles, tampoco los considera definitivos para un diagnóstico: "Los antígenos son fiables si se está en los primeros 5 días de síntomas. En asintomáticos la sensibilidad baja mucho (lo cual no quiere decir que sea nula). Son muy fiables en sintomáticos".

Para más cautela, la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad aseguraba este verano que "los resultados negativos no excluyen la posibilidad de infección por lo que es muy importante mantener las medidas de control como son el uso de mascarilla, la distancia interpersonal y la higiene de manos". 

La Sociedad Española de Salud Pública no descarta el uso de este tipo de herramientas pensadas para la tranquilidad de los ciudadanos, pero tampoco los considera fundamentales: "Aunque pueden reducir algo la transmisión, no es la principal medida. El test de antígenos da una falsa sensación de seguridad. Las medidas más importantes tienen que ver con el uso de medidas preventivas en interiores y reducción de contactos con no convivientes", aseguran a Público.

Entonces, ¿la aparición de nuevas cepas de la covid-19 reduce su fiabilidad? Calvo no ve motivo para ello, teniendo en cuenta que ya de por sí no se tienen como pruebas definitivamente fiables. "En principio no debería haber ningún problema. Los antígenos se dirigen a proteínas comunes de todos los SARS-CoV-2, por lo que tanto el test antigénico como la PCR detectan la variante ómicron (aunque no pueden distinguir si es ómicron o delta). Para distinguirlo hacen falta genotipados o PCR específicas", asegura. De hecho, ya hay test de antígenos que han confirmado que también detectan la variante ómicron

En esta línea, Ángela Domínguez, coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunación de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), entiende los test de antígenos como una prueba de apoyo: "Frente al virus y la pandemia no tenemos una única medida, y los test de antígenos se entienden en ese contexto. Ayudan, pero no son infalibles".

La desconfianza ante los test de antígenos nace de estudios como el de COVAG Study, que ofrecía unos resultados en los que la sensibilidad real de dos pruebas rápidas de antígenos comúnmente utilizadas y consideradas fiables, se situaban solo en el 60,4 y el 56,8% respecto a las pruebas PCR. Además, el estudio confirmaba una menor sensibilidad de las pruebas de antígenos cuando se trata de detectar nuevas variantes del virus, como es el caso de alfa, bajo la que se realizó este estudio.

Pese a esto, no hay declaraciones oficiales que resten validez a la capacidad de los test antígenos para detectar la ómicron o la delta, aunque a la vez su propia capacidad de diagnóstico es cuestionada desde los órganos sanitarios, que recomiendan su uso como herramienta de apoyo y en ningún caso como única o principal. La efectividad nace de la combinación de todos los utensilios: vacuna, mascarilla, ventilación de interiores, distancia de seguridad, test de antígenos y prudencia.

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