Este artículo se publicó hace 4 años.
CRISIS DEL CORONAVIRUSEl Opus Dei pide a sus fieles que no asistan a las misas online en pijama
En plena crisis de coronavirus, la organización religiosa ha aumentado la oferta de celebraciones por internet. Junto a ello, establece algunas normas sobre la vestimenta y la escenografía. Desde el Opus subrayan que se trata de un consejo y que se excluy
Bilbao-Actualizado a
Tiempos de internet, también para rezar. En plena crisis del coronavirus, el Opus Dei se ha apuntado a la modalidad de misas online. Lo ha hecho, eso sí, con unos postulados básicos para todos aquellos que se sumen a las ceremonias. La escenografía y la vestimenta de los fieles aparecen como puntos a cuidar en estos días de coronavirus.
"La cuarentena y el necesario aislamiento de estos días pueden ser una oportunidad para participar diariamente en la Santa Misa", señala el Opus Dei en un texto titulado "seis consejos para vivir bien la Misa online". "Aunque la gran mayoría no tenemos la posibilidad de ir a la Iglesia –continúa– sí tenemos más tiempo para seguir cada día la Misa online".
De hecho, ha ampliado el número misas que retransmite desde el santuario de Torreciudad vía Youtube. "Ante las circunstancias sanitarias", sus responsables emiten ya tres celebraciones diarias, así como el rezo del Ángelus y el rosario.
"Una vez más, la tecnología viene en nuestra ayuda, aunque es lógico que nos cueste un poco más mantener la atención y la piedad. Aquí van unos consejos que pueden ayudarte a seguir con más devoción la Misa online", apunta el Opus.
Entre otras cosas, recomienda "cuidar" la escenografía. ¿Cómo? "Pon una cruz o una imagen de la Virgen cerca de la TV o el ordenador y enciende una vela aromática si tienes", señala. También llama a prestar especial atención al vestuario. "Vístete bien para la Misa. Deja el pijama para dormir y el chándal para hacer deporte", afirma.
"Es un consejo"
A raíz de una consulta formulada por Público, desde el área de Comunicación del Opus Dei señalaron que se trata de un "consejo". "Para los cristianos la misa es algo importante, y el cuidado en el modo de vestir puede contribuir a subrayarlo. Sucede también en otros ámbitos de la vida: se puede asistir a una cena de gala en pijama o en chándal, pero no suele ser lo habitual", indicaron.
"Lógicamente –continuaron–, no hay ningún problema en que los enfermos sigan la misa en pijama. El consejo es para todos los que están sanos, y es sólo un consejo, cada uno puede ir como quiera".
Rezar por el Gobierno
También llama a sus fieles a elevar una oración por el Gobierno de Pedro Sánchez. "Quédate unos momentos después de la Misa para pedir a Dios por todos los difuntos, los enfermos, el personal sanitario y el Gobierno y por supuesto, por la Iglesia, por el Papa, nuestros obispos y la parroquia", señala.
Del mismo modo, el Opus da otras instrucciones a sus fieles para el seguimiento online de la ceremonia. Por ejemplo, pide seguir la misa "como si estuvieras en la parroquia". "Levántate para la lectura del Evangelio, ponte de rodillas para la Consagración, etc. Los gestos son importantes", indica.
Además, llama a rezar acompañado. "Mejor no escuches la Misa solo. Si puedes hazlo en familia o con alguno de tus hermanos o hijos. La unión hace la fuerza y te será más fácil concentrarte. Elegid la Misa que mejor os vaya a todos por horario y convierte éste en uno de los momentos familiares del día", recomienda.
Como Escrivá en 1937
En plena crisis del coronavirus, el Opus también ofrece la posibilidad de realizar los habituales retiros espirituales desde casa. "Es importante que, también en estas circunstancias tan excepcionales, me encuentre con el Señor. Desde luego, la situación que estamos viviendo no es precisamente habitual ni ordinaria pero San Josemaría nos enseñó a ver en todo la mano amorosa de Dios, que aun de los males puede sacar bienes", afirma.
De hecho, en el material elaborado para los retiros a distancia citan una anécdota de José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus, durante la Guerra Civil. En 1937, el religioso se refugió en el consulado de Honduras en Madrid, donde "permaneció, junto con cuatro jóvenes del Opus Dei y su hermano Santiago, cuatro largos meses". "En el piso vivía casi un centenar de personas. Había un solo baño, y el menú no era particularmente florido", relata.
Citando el relato de uno de los presentes, cuenta que "algunos pasaban el tiempo rumiando en silencio su desaliento y su desdicha"; "otros se desahogaban comentando con amargura las desventuras presentes y pasadas"; e incluso en algunos casos "se asociaba a este miedo el odio hacia los adversarios, odio impotente por el momento, pero que esperaba satisfacerse algún día en la revancha".
Por su parte, el fundador del Opus optó por crear un clima "positivo y esperanzador". Para tener bien ocupado el día, estableció un horario, en el que había lugar para el trato con Dios, el estudio, el aprendizaje de idiomas y la convivencia familiar”. Por entonces no había misas online.
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