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Cuarentena y coronavirus Harinas y bicicletas estáticas, mucha demanda y poca oferta para las nuevas necesidades en confinamiento

Aumenta la compra en los supermercados de cervezas, snacks e ingredientes para hacer postres, al tiempo que se agotan los aparatos para hacer deporte en casa, como las cintas de correr, los rodillos y las bicicletas estáticas, spinning y elípticas.

La tarta de la abuela de Eva y una joven pedaleando en una bicicleta estática. / REUTERS
La tarta de la abuela de Eva y una joven pedaleando en una bicicleta estática. / REUTERS.

Primero pensamos en limpiar apropiadamente nuestras partes pudendas después de la ingesta de legumbres y ahora nos ha dado por endulzar esta confinada vida y darle al codo sin temor a que se disloque. La prolongación de la cuarentena (que alude a un período de cuarenta días; y si no, al tiempo…) ha relegado en la lista de la compra aquellos productos más preciados hace tres semanas.

A saber: los comestibles, como la pasta, el arroz, las conservas, los huevos, la leche y las estrellas de la cocina de puchero, como las habas, los garbanzos o las lentejas; y los de droguería, del papel higiénico a los artículos de limpieza, como la lejía y demás desinfectantes (aquí no entran otro tipo de sustancias, que pueden encontrarse en otra sección, pero no precisamente del supermercado).

Con la despensa llena de artículos (suficientes, en algunos casos, para sobrevivir en un búnker durante meses en caso de ataque nuclear) y el paso de los días, los españoles empezaron a echar de menos el bar y se lanzaron en tromba a por cerveza, aunque las ofertas que solía haber en algunos establecimientos comenzaron a brillar por su ausencia. Beber para olvidar o, más bien, para recordar las barras y las terrazas.

Sin embargo, el aburrimiento cundió en nuestros hogares, convertidos en obradores de pastelería. El tedio o la necesidad de entretener a los niños vaciaron los lineales de las harinas, las tartas comenzaron a hornearse y las encimeras terminaron convirtiéndose en cuadros impresionistas. Hasta hay quien se ha puesto a amasar pan, ahora que parecía que la moda se estaba pasando.

"El cargamento de chocolate me llega el miércoles. Diez tabletas, unas normales para comerlas y otras para hacer postres. Mi hija y yo lo necesitamos para vivir", comenta Eva al tiempo que envía fotos de la última tarta que hizo y una receta para hacer un brownie en un minuto. "Ojo con el tiempo que echa en el microondas, no vaya a ser que se pase", advierte. ¿Un minuto? ¡Pero si se tarda más solo en abrir el paquete de harina!

Eva prepara el chocolate que le añadirá a la tarta de la abuela. / A. S. D.
Eva prepara el chocolate que le añadirá a la tarta de la abuela. / A. S. D.

Eva enumera su "repostería del confinamiento", a la que dedica más tiempo y mimo: "Tartas de la abuela, leche frita, torrijas al Pedro Jiménez, bizcochos de chocolate y arroz con leche". No es necesario que jure que se pirra por el cacao, aunque reconoce que ha aumentado su consumo, que según ella ya era alto. "No suelo hacer postres por falta de tiempo. Sin embargo, el confinamiento nos hace tener ansiedad de dulce".

"Durante los últimos días, se ha notado un aumento en la demanda de productos de repostería, como harinas y levaduras", explican fuentes de Carrefour, que indican que no disponen de datos públicos de ventas por artículos concretos. "No obstante, los más vendidos durante estas semanas han sido los de alimentación envasada (como legumbres o conservas), frescos, lácteos y bebidas, así como los artículos de limpieza".

Cerveza y snacks

Eva echa de menos el aperitivo en los bares, por lo que también se ha abastecido de piparras, aceitunas, gildas, anchoas y boquerones, así como de latas de mejillones, sardinillas y chipirones. "En cambio, nuestro consumo de alcohol entre semana no ha aumentado, porque nos descontrolaría un poco, pero algún día cae alguna cervecita. Eso sí, cuando llega el fin de semana no nos privamos: birra, vino e incluso copas, una costumbre que ya teníamos antes del encierro".

Fuentes de Covirán confirman que, desde se decretó el confinamiento el 15 de marzo, los clientes hicieron acopio de productos básicos. "En los últimos días, sin embargo, han crecido las ventas de productos destinados al desayuno y al ocio, como la cerveza, los refrescos y los snacks, de consumo habitual en bares y restaurantes", detalla la cooperativa de supermercados de origen andaluz, que ha registrado una mayor venta de cápsulas de café, aceite virgen extra y pescado sin preparar, como los langostinos crudos.

La cerveza, las patatas y las aceitunas desbancan al papel higiénico
La cerveza, los snacks y las aceitunas se han convertido en los productos estrella del confinamiento.

"Desde el inicio de la cuarentena, hemos tenido un crecimiento histórico en el suministro a nuestros socios, que son los dueños de los supermercados", reconocen fuentes de Covirán. Así, respecto al mismo período del año anterior, en marzo la venta de legumbres ha aumentado un 170%, la de harinas un 150%, la de pasta un 130% y la de leche un 75%, mientras que la fiebre del papel higiénico disparó un 140% su demanda.

Ahora ha descendido, pero en cambio ha subido la petición del jabón de manos, un arma crucial contra el coronavirus. También la de los artículos de limpieza, sobre todo la lejía y otros desinfectantes. Entre birra y bizcocho, tú pasa el Pronto y yo, el paño.

Eva cuelga el teléfono para hacer unas torrijas, cuyo pan a veces escasea en algunos establecimientos, al igual que el de hamburguesas. Dietas calóricas que podrían estar incrementando nuestro volumen corporal. Ella, por ejemplo, ha percibido un aumento del abdomen de su marido. Hablando en román paladino, le ha crecido la panza. "Mañana empezaré a tomarme cervecitas a mediodía y, aprovechando la Semana Santa, me voy a hinchar a dulces", comenta esta trabajadora afectada laboralmente por la cuarentena, que ha paralizado la actividad de su empresa.

Podrá permitirse el capricho de tomarse unos buenos postres porque ha mantenido su peso. El secreto no está en la masa: "Tengo una bicicleta elíptica y la estoy usando muchísimo más que de costumbre", confiesa Eva. Otras personas, en cambio, no han dudado en comprarse una, aunque hay quien ha optado por el alquiler. Entrenamiento y Fitness, por ejemplo, contaba entre sus clientes con gimnasios, hoteles y organizadores de eventos, pero ahora mismo el 99,9% de las peticiones son de particulares.

La empresa, que alquila artilugios y accesorios para hacer deporte sin salir de casa, confirma a Público que el negocio va viento en popa. "Estos días hemos recibido innumerables solicitudes, principalmente de cintas de correr (un 50% más) y de bicicletas spinning (30%), estáticas (15%) y elípticas (15%)", explican fuentes de la compañía, que calcula un aumento del 400% respecto a otras épocas del año.

Beatriz, por ejemplo, aprovecha para hacer ejercicio con la bicicleta estática que en su día compró su pareja y que, en los últimos meses, estaba criando polvo. No lleva el deporte en la sangre, reconoce, si bien hace dos años empezó a hacer yoga y este curso se apuntó a clases de pilates, que comenzó a echar en falta con el estado de emergencia por el coronavirus. "No pedaleo más de media hora, pero lo hago todos los días. Quiero adquirir una rutina e incrementar los minutos poco a poco, porque durante el encierro no he salido ni para hacer la compra", afirma la joven, quien libera endorfinas cada noche después del teletrabajo.

Bicicletas estáticas y cintas de correr

Muchas personas, en cambio, han tenido que comprar aparatos como el de Beatriz para hacer deporte en casa. Otras, como los aficionados al ciclismo, han agotado los rodillos, como se puede comprobar en las tiendas online. "Se han vendido más rodillos de ciclismo en un mes que en cuatro años", aseguraba a finales de marzo el consejero delegado de Tradeinn a Efe, que también recabó el testimonio del responsable de Deporvillage, quien reconocía que la venta de equipos para entrenar en casa se multiplicó entre diez y veinte.

Decathlon solo disponía este martes de dos modelos de bicicletas estáticas a la venta. Público ha contactado con su agencia de comunicación para saber cuánto han aumentado las ventas y qué productos indoor son los más solicitados, pero no ha sido posible recabar esa información porque todas las personas involucradas en el departamento "están volcadas en la colaboración con la situación de emergencia sanitaria", justifica en un correo. Carrefour, por su parte, no dispone de información sobre los artículos despachados.

Según el comparador de precios Idealo, entre el 15 y el 18 de marzo la demanda de bicicletas estáticas creció un 453%, mientras que la de elípticas subió un 218%, lejos del 508% que ha experimentado la solicitud de rodillos, informa Efe. El rodillo es un aparato que fija la rueda trasera de la bici y permite pedalear en casa, como si se tratase de una estática. No obstante, hay varios tipos, como el de equilibrio, el magnético, el fluido o el de transmisión directa, que se engancha a la cadena. Los inteligentes incorporan un sistema con pantalla que les permite contar con un entrenador o competir con otros ciclistas.

Otras miradas - La bicicleta, aliada inestimable en tiempos de pandemia
Los ciclistas han tenido que recurrir a los rodillos y a las bicicletas para seguir pedaleando en casa. 

Hay clientes que se han quejado del aumento de los precios desde que comenzó a menguar la oferta. Alfredo Pascual relata en El Confidencial que en su día pagó casi 600 euros por un rodillo. Cuando decidió venderlo hace más de un año en Wallapop, fijó su precio en 400 euros y nadie se interesó, por lo que lo tuvo que bajar progresivamente hasta los 250. "Alguno me respondió, ofreciéndome entre 150 y 180 euros", escribía el periodista, quien prefirió quedarse con él a malvenderlo.

Sin embargo, el 20 de marzo aseguraba que 134 personas se interesaron por el rodillo. Cuando volvió a establecer su valor en 400 euros, lo contactaron diez más: una le ofreció 600 euros y otra, 200 por alquilárselo hasta este mes. "Da igual la máquina que busque para hacer deporte en casa, está agotada", advertía Pascual. "Solo queda el mercado de segunda mano, y a qué precios. Las mancuernas de cinco kilos, que se venden por ocho o diez euros, se ofrecen ahora por cuarenta. Las bicicletas estáticas, a menudo abandonadas en plena calle, es complicado encontrarlas por debajo de los cien".

Entrenamiento y Fitness asegura que no ha subido los precios. "Al contrario, hemos intentado minimizar costes lo máximo posible, ya que el transporte de este tipo de productos es caro", explican fuentes de la empresa de alquiler de cintas de correr y bicis estáticas. En cuanto a las cadenas que también venden sus artículos online, Decathlon no ha ofrecido ninguna información al respecto y Carrefour carece de datos por el momento.

Una compradora que ha optado por omitir su nombre ilustra su encarecimiento desde mediados de marzo. "La primera semana de confinamiento compré en eBay una bicicleta estática que me costó 115 euros y este lunes he visto que pedían 500", asegura a Público sorprendida mientras muestra los pantallazos de su compra y de la oferta actual. "Y eso que cuando yo la adquirí ya había subido de precio respecto a días anteriores, cuando le eché el ojo en Amazon".

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