El Gobierno de Ayuso deriva al Centro de Atención Telefónica a los pacientes de los ambulatorios caídos por falta de médicos
AMYTS denuncia que los profesionales se ven obligados a trabajar con "una grave ausencia de confidencialidad, sin una regulación concreta de la consulta telefónica" o "un criterio establecido de las consultas que se derivan".
María Martínez Collado
Madrid-Actualizado a
La Atención Primaria en la Comunidad de Madrid, que lleva años sumida en una crisis profunda, marcada por la falta de inversión y la escasez de personal, enfrenta otra situación de tensión y preocupación: el Centro de Atención Telefónica (CAT) de la región se encuentra al borde del colapso. La gestión de los sucesivos gobiernos del Partido Popular, y la ahora emprendida por el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, ha llevado a la región a la cola de los indicadores sanitarios en España. A pesar de ser la comunidad autónoma más rica del país, es la que menos invierte en sanidad por habitante y dedica solo un 10,73% de su presupuesto al primer nivel asistencial, muy por debajo del 14,99% de la media nacional.
En este contexto de desmantelamiento progresivo de la sanidad pública, el Centro de Atención Telefónica de Atención Primaria (CAT) de Madrid está al límite. El sindicato médico AMYTS ha denunciado que los profesionales de este servicio, creado durante la pandemia para apoyar a los ambulatorios, permitiendo que médicos con adaptaciones laborales pudieran seguir contribuyendo, están sobrecargados y asumiendo las agendas de los centros caídos o que carecen de personal.
Se trata de una nueva ocurrencia "temporal" impuesta por la Consejería de Sanidad, que ha incrementado la carga de trabajo en el CAT sin abordar los problemas estructurales de falta de médicos en la región. Estos profesionales ya estaban manejando una carga considerable de trabajo, pero el incremento reciente ha exacerbado la situación de manera alarmante. AMYTS ha señalado que la Gerencia de Atención Primaria sigue optando por soluciones temporales en lugar de abordar los problemas de fondo, como hacer más atractivas las plazas de Medicina de Familia y Pediatría para retener talento y cubrir las decenas de plazas vacías que en estos momentos nadie quiere.
Los médicos del CAT se ven obligados a trabajar en condiciones que comprometen tanto su bienestar como la calidad del servicio, con una evidente "falta de confidencialidad" al estar todos ubicados en una sala común, "sin una regulación concreta de la consulta telefónica" y "sin criterios claros sobre las consultas que se derivan", ha criticado el sindicato. Además, los médicos del CAT enfrentan la constante amenaza de ser retirados de sus puestos adaptados, lo que incrementa su sensación de inseguridad y estrés. Para AMYTS, la solución propuesta por la Consejería parece más un parche temporal que otra cosa.
La situación en Madrid es crítica: las listas de espera para citas en Atención Primaria son extremadamente largas, con demoras que pueden llegar hasta los 21 días en algunas zonas del sur de la capital. Este retraso no solo afecta a los pacientes, que ven comprometida su atención, sino también a unos médicos que están al límite de sus capacidades.
Esta crisis ha desencadenado una serie de protestas y movilizaciones por parte de sindicatos y asociaciones vecinales, que exigen soluciones reales y duraderas, como la contratación de más personal y una inversión adecuada. Sin embargo, las medidas propuestas por el Gobierno de Ayuso han sido insuficientes y no han abordado las necesidades fundamentales de un sistema que agoniza.
Desde AMYTS expresan que el CAT, aunque es una herramienta útil y necesaria, no debe ser visto como una solución de emergencia perpetua. En este sentido, el sindicato subraya la urgencia de implementar cambios inmediatos que aseguren la sostenibilidad de la Atención Primaria.
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