¿Puede un golpe de calor dejar secuelas?

Un golpe de calor es una emergencia médica que en los casos más extremos puede ser potencialmente mortal, caracterizada por un incremento en la temperatura corporal acompañada de un fallo en el sistema termorregulador. De no intervenirse a tiempo, las consecuencias pueden incluso conllevar secuelas neurológicas permanentes y discapacitantes que pueden trastocar para siempre la calidad de vida de quien lo ha sufrido.

La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMAP) asegura que el 80% de las personas que sufren un golpe de calor tienen más de 65 años. La SEMAP advierte de que las secuelas y la supervivencia están directamente relacionadas con el reconocimiento temprano de los síntomas y la rapidez con la que se actúe.

Las secuelas están relacionadas con el reconocimiento temprano de los síntomas y la rapidez con la que se actúe

Algunos estudios explican que hay personas que experimentan dificultades en la coordinación, debilidad motora, problemas de equilibrios y ataxia crónica. Así, un golpe de calor puede dejar a una persona dependiente para toda su vida.

Las autoridades sanitarias concluyen que es primordial una prevención ante olas de calor, una actuación médica inmediata y, finalmente, una vez instaurado el cuadro, los esfuerzos rehabilitadores se han de encaminar a evitar complicaciones. Si una persona sufre un golpe de calor, el Ministerio de Sanidad recomienda ponerse en contacto de forma inmediata con el servicio de urgencias.