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El largo historial de delitos de Manuel Herrera, el ultra de la agresión de Bilbao

Homicidio en grado de tentativa, relacionado con el narcotráfico y arrestado tras una espectacular persecución de la que escapó y estuvo fugado dos semanas. Pese a este historial, estaba en libertad sin medidas cautelares.

Manuel Herrera Perejón en la plaza de la agresión de Bilbao, por la que ha sido detenido.

Se llama Manuel Herrera Perejón y su nombre es de sobra conocido en las comisarías andaluzas. Es el detenido, junto a sus dos acompañantes, por la agresión del pasado jueves en la Plaza Nueva de Bilbao. Una lamentable escena que no es ni mucho menos la única que tiene a Herrera como protagonista.

Herrera  fue líder del grupo de hinchas ultras del Betis Supporters Gol Sur, aunque el club sevillano ha repetido por activa y por pasiva que no es socio ni tiene carnet del equipo. También pertenece al grupo de ultraderecha Brutal Band, que se integra dentro de los primeros hinchas y estrechamente vinculado a otros grupos de tendencia ultraderechista que se amparan en la afición al fútbol para ejercer la violencia. Aficionado a las artes marciales y al culturismo, está vinculado por la Policía con el tráfico de drogas y la extorsión. Aunque sus cuentas en redes sociales han desaparecido a raíz de la agresión en Bilbao, Herrera presumía en ellas de tatuajes con simbología nazi, de músculos, de coches de alta gama y de no tener miedo a nadie. De hecho, son frecuentes imágenes que él mismo subía de conversaciones privadas suyas instando a personas a citarse con él para pelear.

Ha sido detenido en otras 26 ocasiones , según fuentes policiales, por distintos delitos, desde homicidio en grado de tentativa a lesiones, pasando por atentados y extorsión, pero pese a ello puede recorrer de punta a punta el país sembrando el caos a su paso, como muestra el vídeo de Bilbao. “Eh, tú, Gabilondo de mierda. Arriba España. ¿Eres proetarra?”. Eso es lo que puede entendérsele a Herrera antes de arrojar un vaso de cerveza y golpear a un joven que leía el periódico en una terraza del casco viejo de la capital vizcaína. El joven no denunció, pero la Ertzaintza le identificó, le retuvo durante horas y actuó de oficio abriendo una investigación por trato degradante que ha llevado a la detención de los tres ultras del vídeo en Benacazón (Sevilla), a los que se les acusa de un delito de odio.

Tras su identificación y paso por dependencias de la Ertzaintza, Herrera fue puesto en libertad. Según publica el portal Sinfiltro.com, Herrera grabó un audio en el que aseguraba que los agentes le “habían felicitado por tener dos cojones bien puestos e ir al casco viejo y vacilar a todos los etarras que me he encontrado”. “Me río de todos en vuestra puta cara, maricones de mierda”, es la despedida que Herrara deja en una grabación en la que se vanagloria de haber ido a Bilbao junto a otros ultras a “liarla” en todos los bares.

Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, sólo cuenta con dos antecedentes penales. Uno por un delito contra la seguridad vial y otro por lesiones.

Agresión homófoba, prófugo de la justicia y en libertad

No es de extrañar que se ría, porque haga lo que haga es puesto en libertad. El pasado noviembre, Herrera fue detenido en Sevilla por una agresión homófoba a un joven que, posteriormente, negó que fuera homosexual. Según publicó la prensa local, Herrera propinó un fuerte puñetazo en la cara del joven, a quien intentó rematar con una botella en una zona de ambiente gay de la ciudad. Tras una investigación de un mes, fue detenido, aunque hicieron falta hasta doce agentes para reducirle y algunos resultaron heridos durante el arresto.

El juez decretó prisión sin fianza por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de atentado a agente de la autoridad, pero sólo permaneció tres meses en la cárcel. Tras su puesta en libertad bajo fianza, Herrera tenía prohibida su entrada en Sevilla, donde fue localizado en una discoteca pocos días después.

Permaneció varios días en busca y captura tras saltarse un control de la Guardia Civil y protagonizar una espectacular persecución en la que estuvo a punto de atropellar a un agente, según fuentes de las fuerzas seguridad. Logró escapar, su coche apareció calcinado y fue detenido días después en la localidad de Matalascañas (Huelva) cuando veía un partido del Betis en un bar de la localidad. Hasta 30 agentes participaron en su detención.

Tras esta persecución, Herrera apareció en un vídeo que el mismo distribuyó entre su entorno en el que se le extrae una bala del hombro, supuestamente disparada por la Guardia Civil durante su huida. Fue la única noticia de este personaje durante las dos semanas que permaneció fugado de la Justicia. Tras comparecer ante el juez, Herrera quedó en libertad sin fianza con cuatro delitos imputados: quebrantamiento de la medida de alejamiento de Sevilla, atentado a agente de la autoridad, daños y un delito contra la seguridad vial. Pese a ello, el juez no dictó medidas cautelares. Aún así, Herrera afirmó que denunciaría al Instituto Armado por ese disparo.

Actualmente se encuentra en libertad provisional por la agresión en Bilbao. La jueza le ha prohibido participar en redes sociales y fuentes abiertas y le ha ordenado salir ya de Sevilla. Se investigarán los indicios de un delito de incitación al odio, agravado por su difusión en redes sociales.

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