Después de tres intensos días de huelga, las protestas en los laboratorios de la Comunidad de Madrid han concluido con el retraso total de más de 18.000 pruebas. Aunque la Consejería de Sanidad niega repercusión alguna, los trabajadores de los centros de ensayo aseguran que los paros afectarán a los diagnósticos de un número considerable de consultas, además de provocar retrasos en las listas para operaciones quirúrgicas.

Según fuentes de UGT, la huelga ha tenido un 80% de seguimiento cada día, a pesar de los intentos de "esquirolaje interno" denunciados ante la inspección de trabajo, tanto por los facultativos como por los técnicos. Los trabajadores explican que la dirección de la empresa que gestiona este servicio público ordenó a los jefes de diferentes departamentos vigilar y presionarles cada jornada. 

"Entre amenazas, gritos y coacciones trataban de asegurarse de que no se bajaba el ritmo de producción. Algunos compañeros incluso estallaron en el llanto porque era imposible trabajar con esa tensión", informa a Público uno de los técnicos que prefiere mantener su nombre oculto por posibles represalias. 

Según cuenta este profesional, el "único objetivo" de la empresa y la Consejería era que "no se notaran los retrasos". Por ello, "incluso pusieron a facultativos a hacer el trabajo de los técnicos, algo totalmente ilegal", asevera. En la misma línea, la dirección decidió "no avisar de manera oficial a las direcciones de los centros con los que colabora, por lo que muchos de estos se enteraron de los paros a través de los propios empleados", apunta. 

La huelga, que se ha desarrollado los días 11, 12 y 13 de este mes, afectaba a los laboratorios de seis hospitales públicos y tenía como objetivo protestar por el "deterioro alarmante" del servicio. Estos centros de ensayos ofrecen cobertura en 170 ambulatorios y varias residencias de ancianos, además del Hospital del Henares, el Infanta Sofía, el Infanta Cristina, el Tajo, el Sureste y el Infanta Leonor.

Desde UGT insisten que no hay ninguna negociación abierta, ni con la empresa ni con el consejero Enrique Ruíz Escudero, y detallan que sus reivindicaciones "siguen siendo las mismas": asegurar el puesto de trabajo de los empleados, incluyendo la clausula de subrogación de cara a los siguientes concursos, y acabar con la precariedad laboral. La organización sindical advierte que, si la situación no cambia, baraja preparar una huelga indefinida de cara a mayo.